sábado, 26 de julio de 2025

Argentina: El comienzo del fin

En épocas distópicas, remontar la vida día a día, es una hazaña, quizás una epopeya y aun no lo sabemos, remontamos el río como Marlow en busca del Señor Kurt de “El corazón de las tinieblas”, la sombrosa novela de Joseph Conrad, que narra los estragos imperiales del Congo Belga y el apetito europeo insaciable en busca de marfil.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América

Desde Mendoza, Argentina


El cierre de listas de candidatos para las elecciones de septiembre de la provincia de Buenos Aires, no deja de ser un esperanzado comienzo del fin de las tinieblas en que nos ha sumergido el infierno libertario. 

El bergantín Nellie, el navío de la centenaria novela de Conrad, está en el estuario del Támesis, como en el comienzo de un interminable camino de agua.

 

“La bruma que se extendía por las orillas del río se deslizaba hacia el mar y allí se desvanecía suavemente. La oscuridad se cernía sobre Gravesend y más lejos aún, parecía condensarse en una lúgubre capa que envolvía la ciudad más grande y poderosa del universo.”[1]

 

Una lista de candidatos para una futura elección puede asimilarse al comienzo de aquel viaje, una incierta ilusión, una esperanza en ciernes. Pero encierra el cierre de acaloradas discusiones que llegaron a un acuerdo y eso, no es moco de pavo. De izquierda a derecha y más allá, este martes 22 de julio, su publicación, dio paso al vertiginoso camino de cada uno de los candidatos, dispuesto a dar a conocer sus propuestas en el dilatado territorio de su jurisdicción; hablamos de la provincia de Buenos Aires, la mayor del país. Cada uno deberá tener energías y discurso claro y convincente para destacarse entre los demás contrincantes. Y a la vez, no debe defraudar a quienes los designaron y están detrás, como siempre sucede.

Lanzado en plena campaña, el presidente cerró este martes 22 en Córdoba el Derecha Fest, o “Facha fest”, como lo bautizó el periodista de Argenzuela, Jorge Rial, con una clase magistral de cómo odiar más al kirchnerismo. Lo hace alejado del candente lugar eleccionario, intentando distender o desplazar la campaña, según sus planes.

 

Los nombres de los candidatos serán título de diarios y campañas que llegarán a empalagar, dejarlos de lado no moverá un ápice el calor de la campaña. Sin embargo, advertir las estrategias de campaña, será al menos intrigante, como el recorrido del bergantín Nellie.

“La oscuridad era tan profunda que nosotros, sus oyentes, apenas podíamos vernos unos a otros. Hacía largo rato que él, sentado aparte, no era para nosotros más que una voz. Nadie decía una palabra.”[2]

 

Una voz o un rugido del león libertario resonó en las paredes del hotel cordobés, donde el presidente Javier Milei mostró sus fauces sedientas de sangre peronista. Sus cachorros hambrientos de poder intentaron seguir sus pasos. Aunque la sociedad decepcionada por su torpe gestión, sabe que no debe esperar nada de su gobierno ni menos en el futuro. 

 

En la columna anterior hacíamos mención al libro El temblor de las ideas de Diego Sztulwark, un texto que nos obliga a involucrarnos en lo sucedido, es decir, hacernos cargo de las tinieblas en las que estamos, como una forma de ser parte del comienzo del fin. Algo que cada vez estamos más convencidos, porque advirtiendo lo que nos sucedió personalmente, en mi caso la baja de defensas previa a la elección de Javier Milei como presidente, me costó una dolencia que requirió internación hospitalaria, otros tuvieron diversas experiencias particulares que, salidos del estupor y la sorpresa, tomamos el toro por las astas y salimos a dar batalla, cada cual de la manera que mejor podíamos hacerlo, dentro de la irracionalidad y perversidad reinante. Una manera horrorosa de hacer política que nos remonta a la invención del fuego, en la época de las cavernas. Pero bueno... se acabó la queja y comenzamos la acción. 

 

A pesar de todo, en Santiago de Chile se reunieron varios presidentes en defensa de la democracia, de España y de América Latina. No es poco. El anfitrión, el chileno Gabriel Borich, Pedro Sánchez de España, Luis Inácio Lula da Silva de Brasil, Gustavo Petro de Colombia y Yamandú Orsi de la República Oriental del Uruguay se manifestaron en favor de la democracia y sus instituciones republicanas frente a la oleada ultraderechista que afronta Occidente. 

 

“La tierra no parecía la tierra. Nos hemos acostumbrado a verla bajo la imagen encadenada de un monstruo conquistado, pero allí... allí podía vérsela como algo monstruoso y libre. Era algo terrenal y los hombres eran... No, no se podía decir iinhumanos. Era algo peor, sabéis, esa sospecha de que no fueran inhumanos.”[3] Idéntica duda nos corroe al presenciar las maniobras y declaraciones de la actual ultraderecha que maneja el imperio y sus esbirros. El alborozo de Javier Milei, frente al nuevo virrey imperial mandado por Donald Trump al extremo sur del patio trasero, el cubano de nacimiento y estadunidense por gracia de dios, Peter Lamela, es un remedo de los embajadores enviados desde 1823, desde que sentó sus bases en estas tierras la doctrina Monroe, haciendo cuentas, 76 años antes de la publicación del cuento de Conrad. Más burdo o ridículo, este hombrecillo que suele presentarse de sombrero tejano, no es mejor que el empresario Spruille Braden, cuando arrancó la campaña Perón en 1946. El cubano desterrado y resentido, ahora viene a prevenirnos del peligro chino y la necesidad de establecer bases yanquis en Tierra del Fuego. El gatito libertario aplaude a rabiar, fiel a su amo acosado y acusado de pedofilia por su amistad con Jeffrey Spstein.

 

“El barco se averió (como había temido), y tuvimos que detenernos para repararlo en la punta de una isla. Fue esa demora lo primero que provocó las confidencias de Kurtz. Una mañana me dio un paquete de papeles y una fotografía. Todo estaba atado con un cordón de zapatos. Guárdeme esto, pidió.”

 

Otro miércoles de miércoles a palo limpio, por las apetencias de la ministra Pato Bullrich, se destapó el escándalo policial; los agentes de la CABA ganan 50% más que los azules, siendo que en diciembre de 2023 eran iguales. También sufrieron recortes en la obra social, hecho que, entre otros daños, llevaran al suicidio al escribiente Alejandro Tejerina en el hospital Churruca, cuando le quedaban días de vida y el hospital lo desatendió. Hay un trasfondo político, la fuerza alineada con la vice presidenta Villarruel, la trata de montonera y se han ido 600 policías en seis meses. Además, este miércoles sembró el caos en las adyacencias del Congreso.

 

“Por eso permanecí leal a Kurtz hasta el final y aún más allá, cuando mucho tiempo volví a oír, no su voz, sino el eco de su magnífica elocuencia que llegaba a mí de un alma tan translúcidamente pura como el cristal de roca.”[4]

 

Se confunde estabilidad de precios con estabilidad macroeconómica. La insistencia gubernamental se basa en el anclaje fiscal, monetario y cambiario. El fiscal se basó en reducir jubilaciones, salarios públicos, parate de la obra pública y bloqueo de las transferencias a las provincias, impactando en educación y salud. La reacción ha sido el permanente conflicto social que desborda las calles, semana a semana. Conflicto que crece, sobre todo agitado desde la provocación premeditada y la premeditada salida, propia de las fracturas entre los distintos miembros que intentan liderar los espacios de poder ganados en los últimos meses y que tienen la pretensión de ampliarse al territorio nacional. Como suicidas, se juegan el todo por el todo. No teniendo nada que perder, porque en definitiva son una pesadilla pospandémica, sus personeros bordean la delincuencia, como mano de obra desocupada después de la dictadura.

 

“Marlow calló, se sentó aparte, concentrado y silencioso, en la postura de un Buda en meditación. Durante un rato nadie se movió.- Hemos perdido el primer reflujo  - dijo de pronto el director. Yo levanté cabeza. El mar estaba cubierto por una densa faja de nubes negras, y la tranquila corriente que llevaba a los últimos confines de la tierra fluía sombríamente bajo el cielo cubierto... Parecía conducir directamente al corazón de las inmensas tinieblas.”[5]

 

El comienzo del fin, el corazón de las inmensas tinieblas vividas en este año y medio, comienza a advertirse más allá de la resignada pasividad de sus votantes y la enérgica reacción de jubilados, médicos, enfermeros, estudiantes y profesores y la amplia gama de servidores públicos y privados despedidos y niguneados que no bajan los brazos y salen a pelear, porque saben que la libertad que avanza, no llega a significar absolutamente nada, aunque nombre el espacio político presidencial. Por más ruido que metan, por más odio que promuevan, no son nada; reitero, absolutamente nada.



[1] Conrad, Joseph, El corazón de las tinieblas, https://bibliotecadigital.ilce.com.mx

[2] Ibídem.

[3] Conrad, Joseph, op. Cit.

[4] Ibídem.

[5] Conrad, Joseph, op. Cit.

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