Numerosas
personas en el mundo, empezando por millones de cubanos, rindieron tributo a la
memoria de Fidel Castro. Pero el fallecimiento del revolucionario también fue
la ocasión para sacar otra vez algunos clichés de propaganda anticastrista que
uno pensaba que estaban sepultados con la Guerra Fría.
Grégoire Lalieu / Investigat’action
Portada de la revista New Man, de noviembre de 1964. |
Otra
vez surgen en los medios de comunicación. Castro condenó a los cubanos a la
miseria mientras tenía millones escondidos en una cuenta secreta; Castro hizo
de Cuba una cárcel al aire libre; Castro era homófobo… Y, obviamente, el
inevitable “Era un dictador”. Sometimos esto a uno de los mejores especialistas
de Cuba, Salim Lamrani, para un cuestionario “¿verdadero o falso?”.
-Fidel Castro condenó a los cubanos a la
miseria
Salim
Lamrani: Los indicadores de las instituciones de las Naciones Unidas sobre Cuba
desmienten esta afirmación. Uno de los grandes logros de Fidel Castro y de la
Revolución es haber creado un sistema de protección social que se considera
unánimemente como el ejemplo a seguir para las naciones del Tercer Mundo,
universalizando el acceso a la salud, a la educación, a la cultura, a la
vivienda, a la seguridad, al deporte y a la recreación.
Algunas
cifras ilustran esta realidad. La tasa de alfabetización es de más del 99 % y
la UNESCO subraya que los alumnos cubanos tienen los mejores resultados
escolares de toda América Latina en todas las asignaturas. Cuba dedica cerca
del 14 % de su presupuesto a la educación. Ningún país en el mundo invierte
tanto en este sector. A guisa de comparación, Francia dedica alrededor del 7%
de su presupuesto a la educación. Desde luego, todas las carreras son
universales y gratuitas para todos los cubanos.
En
cuanto a la salud, la esperanza de vida es de cerca de 80 años y la tasa de mortalidad
infantil es de un 4,6 por mil. Ningún país del continente americano, incluso
Canadá y Estados Unidos, tiene una tasa de mortalidad infantil tan baja. Según
la UNICEF, Cuba es el único país de América Latina y del Tercer Mundo que ha
erradicado la desnutrición infantil. Cuba es el primer país del mundo que ha
eliminado la transmisión materno-infantil del virus del sida. Obviamente
resulta imposible alcanzar semejantes indicadores sin un acceso a una buena
alimentación, a condiciones de vida decentes, un sistema de educación eficiente
y atención médica de primera calidad.
Podríamos
disertar también sobre la importancia de la cultura en Cuba, que se ilustra
mediante numerosas manifestaciones cada año. Podríamos evocar el espacio
central que ocupa el deporte que contribuye al bienestar físico y moral de los
ciudadanos y que les inculca valores de repartición, de generosidad, de
altruismo y de solidaridad, fundamentales para el equilibrio de la sociedad.
Conviene
recordar que estos extraordinarios logros, únicos para un país del Tercer Mundo
con recursos limitados, se consiguieron en un contexto de hostilidad extrema.
Cuba sufre sanciones económicas sumamente severas que afectan a todas las
categorías de la sociedad y todos los sectores de la economía. Han costado más
de 120.000 millones de dólares a la isla desde hace más de medio siglo.
-Fidel Castro tenía una fortuna personal
estimada en 900 millones de dólares.
SL:
La revista Forbes dio la estimación y confesó haber otorgado de modo arbitrario
una parte del PIB cubano a Fidel Castro. Por consiguiente la cifra no es
creíble. Por otra parte todos los
observadores y todas las personalidades extranjeras que tuvieron el privilegio
de conocer a Fidel Castro expresaron su asombro por las condiciones de vida
austeras que se imponía el líder de la Revolución Cubana. Sucede lo mismo para
todos los cuadros que tienen un cargo.
-Fidel Castro hizo de Cuba una
prisión al aire libre y no vaciló en masacrar a quienes intentaban huir.
SL:
Ninguna organización internacional señaló alguna vez un caso de asesinato
político, de ejecución extrajudicial, de desaparición o de tortura en Cuba
desde 1959. Ningún periodista fue asesinado en Cuba desde el triunfo de la
Revolución. Pocos países en el mundo, incluso los más desarrollados, pueden
presentar semejante balance en los últimos sesenta años.
Hay
más de cuatro millones de turistas que viajan a Cuba cada año. Si Cuba fuera
una prisión al aire libre, donde se reprimiera a la población, se apresurarían
a contar esta supuesta realidad a su regreso de la isla y elegirían obviamente
otro destino para sus próximas vacaciones. Ahora bien, la inmensa mayoría de
los turistas regresan felices de su estancia en Cuba de la cual aprecian la
hospitalidad, el calor humano, la fraternidad, la historia, la cultura, la
seguridad, la ausencia de miseria (aunque hay pobreza) y no ven la hora de
regresar a la isla.
Si
Cuba fuera una prisión al aire libre no habría medio millón de cubanoamericanos
que visitaran la isla cada año. Conviene recordar que cada año más de mil
cubanos que emigraron al exterior deciden regresar definitivamente a su país de
origen. Estos hechos son elocuentes.
-Fidel Castro era homófobo.
SL:
Este tema ha sido instrumentalizado muchas veces por razones políticas. En los
años sesenta los prejuicios y las discriminaciones hacia los homosexuales eran
legión en todo el mundo. Ningún país escapó de ello, incluso las democracias
occidentales.
Cuando
triunfó la Revolución cubana, en 1959, la sociedad cubana era de tradición católica
y patriarcal y había, como en todas las naciones que tenían esas
características, prejuicios hacia ciertas categorías de la población.
La
gran crítica que se emite contra Cuba concierne las Unidades Militares de Ayuda
a la Producción (UMAP) que duraron unos dos años en los años 1960. Conviene
recordar los hechos. En Cuba el servicio militar es una obligación. En los años
1960 las personas que no deseaban hacer el servicio por razones éticas,
filosóficas, religiosas o personales, debían hacer un servicio cívico
realizando trabajos agrícolas en unidades en el campo. En esas UMAP los
homosexuales fueron víctimas de discriminaciones, vejaciones y humillaciones y
fueron alojados en viviendas separadas.
Esas
violaciones de los derechos humanos llegaron a conocimiento de Vilma Espín,
esposa de Raúl Castro, y sobre todo Presidenta-Fundadora de la poderosa
Federación de Mujeres Cubanas. Entonces ella informó a Fidel Castro. Éste, que
siempre se apoyó en la juventud y los estudiantes, decidió mandar clandestinamente
a un grupo de militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas en las UMAP para
averiguar los hechos. Tras varias semanas de investigación emitieron un informe
abrumador que confirmaba los atentados contra los derechos de esas personas y
se cerraron las UMAP en 1968, o sea un poco menos de dos años tras su creación.
Conviene recordar que el único papel de Fidel Castro en las UMAP fue proceder a
su cierre definitivo.
Conviene
recordar también que intelectuales como Virgilio Piñera y Lezama Lima fueron marginados
y condenados al ostracismo. Cuando se da cierto poder a burócratas marcados por
la ignorancia y los prejuicios, este tipo de abuso es lamentablemente
inevitable. La homosexualidad se tipificó como delito penal hasta 1979 en Cuba.
¿Cuál
es la situación hoy día? Las autoridades han tomado medidas para luchar contra
los prejuicios. Así, en 1993, el Estado cubano financió la película Fresa y chocolate, que denuncia las
discriminaciones y los prejuicios contra los homosexuales. Desde 1995 los
homosexuales participan como grupo en el desfile del 1 de mayo. El Centro
Nacional de Educación Sexual, que preside Mariela Castro, realiza un trabajo
pedagógico y cultural notable con el apoyo del Estado cubano para luchar contra
los prejuicios. El Estado financia íntegramente las operaciones de cambio de
sexo. Desde 2007 el Ministerio cubano de Salud Pública financia también un
festival de cine gay cada año. Adela Hernández, una persona transgénero nacida
bajo el nombre de José Agustín Hernández, fue elegida a la Asamblea Municipal
de la ciudad de Caibarién en 2012, lo que ilustra la evolución de las
mentalidades en Cuba. Según mi conocimiento no hay un caso similar en Francia o
en Estados Unidos. Estos hechos demuestran que la situación de las personas con
una orientación sexual diferente en Cuba no corresponde a la imagen mediática
vehiculada en las naciones occidentales.
Dicho
eso, resulta imprescindible ahora recordar cuál era la situación de los
homosexuales en el mundo, incluso en las grandes democracias occidentales. En
una palabra, era semejante a la de Cuba en la misma época. Había muchos
prejuicios. En Francia, en 1960, el Gobierno del Presidente Charles De Gaulle
calificó la homosexualidad de “plaga social” y el Parlamento francés dio al
poder ejecutivo el derecho de legislar por decreto para combatir esta “plaga”
(Ley n°60-773 del 30 de julio de 1960). Conviene recordar también que después
de la Segunda Guerra Mundial, los deportados homosexuales no podían pretender
ningún reconocimiento de su estatus de víctimas de guerra ni ninguna
indemnización. En 1968 Francia adoptó el punto de vista de la Organización
Mundial de la Salud y clasificó la homosexualidad como una enfermedad mental.
La OMS sólo abrogaría esta clasificación en 1991. Francia consideró la homosexualidad
como un delito penal hasta 1981. Hoy día, en Francia, las poblaciones
homosexuales todavía son víctimas de algunas discriminaciones. Por ejemplo, no
puede donar sangre en las mismas condiciones que las categorías heterosexuales.
En
Estados Unidos la homosexualidad se consideraba un trastorno psiquiátrico e
incluso se “trataba” mediante la lobotomía hasta 1951. Bajo el macartismo, los
homosexuales perdían su empleo y a veces terminaban en la cárcel. En los años
1970, la policía intervenía regularmente en los bares de homosexuales. En marzo
de 1970, 167 personas fueron arrestadas en un bar de Greenwich Village, en
Nueva York. Hasta 1990, los servicios de inmigración podían negar la entrada a
Estados Unidos a los extranjeros homosexuales. En los años 1980, la
homosexualidad era un delito penal en la mitad de los 50 Estados de Estados Unidos. Hoy día aún, en el
siglo XXI, en Estados Unidos la homosexualidad es un delito penal en 13 Estados
sobre 50.
-Fidel Castro era un dictador
SL:
Ningún dirigente en el mundo puede quedarse 30 años a la cabeza de un país
–pues conviene recordar que Fidel Castro fue presidente de 1976 a 2006– en un
contexto de guerra larvada con Estados Unidos sin un apoyo mayoritario del
pueblo.
Los
diplomáticos estadounidenses que operan en Cuba son muy lúcidos al respecto. En
un memorándum de 2009 Jonathan Farrar, entonces Jefe de la Sección de Intereses
Norteamericanos en La Habana –no había todavía una embajada en esa época–
subrayó que “sería un error subestimar el apoyo del cual dispone el Gobierno
particularmente entre las comunidades populares y los estudiantes”.
Todos
los observadores serios son unánimes en reconocer que Fidel Castro era amado
por los cubanos, aunque, como en toda sociedad, siempre ha habido sectores insatisfechos.
Por
otra parte, conviene recordar que Fidel Castro fue elegido cada cinco años
desde la adopción de la nueva Constitución en 1976. Antes, bajo la Cuba
revolucionaria, hubo otros dos presidentes: Manuel Urrutia de enero a julio de
1959 y Osvaldo Dorticós de julio de 1959 a diciembre de 1976.
Conviene
saber que hay elecciones directas en Cuba a nivel municipal, provincial y
legislativo. Todas se hacen con escrutinio universal y secreto cada dos años y
medio para las elecciones municipales y cada cinco años para las provinciales y
las legislativas. El Partido Comunista cubano, que es el único partido político
de la isla, no desempeña en absoluto ningún papel electoral. La legislación
cubana prohíbe al PCC designar a los candidatos. Son los electores, en sus
circunscripciones, quienes designan a los candidatos. Para cada elección, hacen
falta al menos dos candidatos y como máximo ocho. Una vez designados los
candidatos, su currículum se pone en la plaza pública. Se prohíben las campañas
electorales. Conviene recordar también que en Cuba los elegidos pueden ser
revocados durante su mandato si lo deciden los electores. Por ejemplo, un
diputado electo con un 57 % de los votos podrá ser revocado por los electores
si el 57 % + 1 expresa su voluntad en ese sentido.
Para
las elecciones presidenciales se trata de un proceso indirecto. Es el
Parlamento quien elige entre sus diputados a los miembros del Consejo de Estado
y del Consejo de Ministros así como a su Presidente. Así, para llegar a la
Presidencia de Cuba, Fidel Castro primero tuvo que ser designado candidato al
Parlamento, luego elegido diputado por sufragio universal y secreto y después
elegido por el Parlamento como Presidente del Consejo de Estado y del Consejo
de Ministros. En Cuba el Presidente es a la vez jefe del Estado y el Jefe del
Gobierno.
*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris
Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La
Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados
Unidos. Su último libro se titula Cuba,
¡palabra a la defensa!, Hondarribia, Editorial Hiru, 2016.
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