La transición a la democracia en Chile
(1990) asumió el postulado de la teoría de la transición que la única forma de
tener una democracia estable era manteniendo intocable los derechos de
propiedad privada de la burguesía.
Juan
Carlos Gómez Leyton[i]
/ Para Con Nuestra América
Desde Santiago de Chile
“Es el propio desarrollo de la democracia el
que cuestiona la propiedad privada de los medios de producción, como obstáculo para una consolidación de la
democracia, para una consolidación tal que no sea, para las masas populares, tan sólo de carácter
formal”.
Vladimir I.
Lenin. Obras Escogidas . Editorial
Progreso, Moscú 1975, t. III, p. 13.
A 100 años de Revolución Rusa.
A la Memoria de Felix Pérez
Democratizar el Derecho Propiedad: la reforma
constitucional de 1967
Cuando en enero de 1967, hace 50 años, el
presidente Frei (1964-1970) firmó el decreto promulgatorio de la Ley N° 16.615
que introdujo en la Constitución Política del Estado de 1925 un nuevo estatuto
para el Derecho de Propiedad; y siete meses más tarde, el 16 de julio,
promulgó la Ley N° 16.640 que dio cauce legal a la Reforma Agraria; abrió una
intensa coyuntura crítica y creo la estructura política de oportunidades para democratizar
no solo la propiedad agraria, sino a la totalidad de la propiedad privada de
los medios de producción (PPdMP). Si bien, ese no era su objetivo político, el
proceso democratización abierto por Frei continuado y profundizado por S.
Allende (1970-1973) provocaron la mayor crisis orgánica experimentada por el
capitalismo nacional.
Modificar el derecho de propiedad
privada implico afectar a la principal fuente de poder de las clases dominantes.
Durante 427 años la PPdMP fue protegida por el Estado Imperial y más tarde por
el Estado Nacional. Este velaba para que la propiedad no fuera vulnerada,
alterada, amenazada, ni transgredida. De acuerdo a la normativa constitucional
de 1833 como de 1925, era inviolable. Nadie
ni siquiera el propio Estado podía intervenirla. Se consideraba que la PPdMP
antecedía al Estado. Constituyéndose en la principal frontera de la democracia.[ii]
La osadía política de Frei con el apoyo
de la izquierda socialista y comunista fue poner fin a esa condición. Pasando
de una concepción jurídica-política excluyente y centrada en el “derecho de propiedad” a otra centrada
en el “derecho a la propiedad”. Imponiéndose
la doctrina de la función social de la propiedad.
Así, entre 1967-1973, la PPdMP en manos
de las oligarquías terratenientes, burguesías industriales, financieras y
mercantiles nacionales y extranjeras, fue expropiada, nacionalizada, estatizada
y socializada por el Estado de Chile. La reforma constitucional hizo posible
que todos los bienes y recursos naturales pasaran a ser propiedad de la
sociedad chilena, o sea, se volvieran bienes comunes. En otras palabras, fueran
de todas y todos los chilenos.
Los iconos históricos y políticos de
ese proceso fueron: (a) la Reforma Agraria, que permitió la expropiación de los
grandes latifundios con el objeto distribuirlos entre los campesinos sin la tierra;
(b) la Nacionalización de la gran minería del Cobre, en junio de 1971, que
recupero para uso y disfrute de la sociedad chilena los recursos naturales mineros;
(c) la estatización de la banca nacional como extranjera, anunciada el 30 de
diciembre de 1970; (d) la expropiación
de la emblemática industria textil: Yarur Santiago, el 28 de abril de 1971,
iniciándose con ella el traspaso de la industria manufacturera nacional al
poder de los trabajadores y, (e) la
estatización de las empresas de telecomunicaciones transnacionales.
Si bien estos iconos fueron actos de
poder realizados por el Estado. La democratización de la propiedad no fue solo
un acto gubernamental, sino, también, fue la expresión del poder los sectores
dominados: trabajadores, pobladores, mineros, campesinos, indígenas, de hombres
y mujeres pobres del campo y de la ciudad.
Estos sectores no tenían derecho ni
acceso a la PPdMP ni tampoco a un lugar donde habitar. Por esa razón, desde fines
de los años 50, se había iniciado la ocupación de la propiedad urbana tanto
fiscal como privada para “encontrar un sitio” donde habitar la ciudad.[iii] A través
de “tomas de terreno”, el movimiento social de pobladores ocupaba terrenos
presionando al Estado a expropiarlos en su beneficio. La “toma” como un acto de
apropiación colectiva de la propiedad privada se transformó entre 1957-1973, en
la principal forma de acceso de los sectores populares y trabajadores a la
propiedad.[iv]
La democratización de la propiedad
impulsada tanto por arriba (gobierno) como por abajo impulsada por el poder
popular conducía a la transformación radical del régimen capitalista.[v]
Dado que la democratización de la propiedad consistía en despojar, arrebatar y
expropiar el poder infraestructural que la propiedad de los medios de
producción confería a la clase capitalista nacional como extranjera. Por tanto,
no solo se democratizaba a la propiedad sino también al Estado y hacía
extensiva la democracia a todos y todas. La PPdMP dejó de ser un patrimonio
individual o familiar, volviéndose colectivo-público-estatal-común. Los “no
propietarios”, por ejemplo, los campesinos que accedieron a la tierra de manera
colectiva adquirieron poder social, económico y político. Y, sobre todo,
dignidad.
La expansión democrática asumió una
clara orientación subversiva pues desafío y discutió frontalmente la
dominación, la hegemonía y la violencia del capitalismo –desde la explotación
de la fuerza de trabajo al uso opresivo del Estado-. La democratización del
Estado, implico la expulsión relativa de las clases propietarias de él y su
ocupamiento parcial, conquista del poder ejecutivo, por parte de los sectores
sociales no propietarios. Esta situación explica la crisis política abierta por
la profundización de la democratización de la PPdMP, durante el gobierno de la
Unidad Popular.
La defensa del derecho de propiedad privada
Esta democratización encontró fuertes
resistencias políticas. Su defensa fue asumida por los sectores propietarios
nacionales como extranjeros como por la derecha política y sus intelectuales
orgánicos los cuales se opusieron y se movilizaron utilizando todos los medios
legales y no legales para impedir que ella se expandiera y al consolidarse en
el tiempo transformara radicalmente al capitalismo.
El conflicto fue intenso y violento. Tuvo
dos momentos álgidos. El primero, durante el gobierno de Frei y se concentra en
el parlamento. Los principales actores políticos y sociales opositores este
momento fueron: la Sociedad Nacional de Agricultura, el diario El Mercurio y
Agustín Edwards E., los partidos Liberal, Conservador y Radical y un joven
abogado de la Universidad Católica de Chile, vinculado, entre 1965-1966, a la
organización filo-fascista FIDUCIA, Jaime Guzmán Errázuriz. Quién durante el
gobierno popular va a pronunciarse abiertamente por la intervención de la
Fuerzas Armadas para restituir el derecho de propiedad.
En el segundo momento, durante el
gobierno socialista de la Unidad Popular, se sumaron a la defensa no solo de la
propiedad sino del capitalismo, la mayoría de gremios empresariales y
patronales, entre ellos: la Sociedad de Fomento Fabril, dirigida por Orlando Sáenz,
la Sociedad Nacional de Minería, la Cámara Central de Comercio, la
Confederación de la Producción y del Comercio, la Compañía Manufacturera de
Papeles y Cartones, los principales grupos de económicos: el grupo Alessandri-Matte,
por ejemplo; el Partido Demócrata Cristiano, el Partido Nacional, las empresas
transnacionales y, por cierto, el gobierno y el departamento de Estado
estadounidense. Pero, también, el poder judicial y sectores de la mediana y
pequeña burguesía. Una de las mayores expresiones de esta oposición lo constituye
el paro patronal de 1972.
La oposición se concentró en evitar la
reforma constitucional al Art. 10 de la CP25 y frenar la Reforma Agraria, fue
derrotada. Sin embargo, el bloque opositor adquirió mayor poder político y
social durante la Unidad Popular, al aliarse los sectores de la derecha con los
sectores democratacristianos en contra de la iniciativa popular de la formación
del Área de la Propiedad Social. Y, solo apelando a la intervención de las
Fuerzas Armadas lograron en 1973 derrotar y frenar el proceso de
democratización de la propiedad.
La Restauración del Derecho Propiedad 1973-2017
La dictadura militar (1973-1990) al
restaurar el derecho propiedad expropio, en favor del capital nacional e
internacional, la propiedad común de los bienes y recursos naturales que la
sociedad chilena había recuperado entre 1967-1973. Los gobiernos
concertacionistas y electos por votación popular (1990-2017) continuaron lo
obrado por la dictadura, o sea, proteger y extender la PPdMP entre el capital.
De allí que la tierra, los recursos mineros, los recursos marítimos, el agua,
los bosques, etcétera, como la vida de hombres, mujeres, niños y niñas pertenecen
a determinados grupos económicos nacionales o grandes corporaciones
transnacionales.
El control de los bienes que debieran
ser comunes, o sea, todos las y los ciudadanos nacionales hoy gracias a la
restauración del derecho de propiedad y su protección en la Constitución
Política de 1980, que a través de diversos candados institucionales volvió a la
propiedad privada, inviolable, está concentrada y apropiada en 9 grupos
económicos de carácter familiar, a saber: Matté, Angelini, Luksic, Solari, Paulmann,
Said, Saieh, Yarur, y Cueto.[vi]
Estos grupos son los dueños del país y
de su gente. Por eso si la sociedad chilena quiere volver a tener una
democracia extensa, profunda, sustantiva como la vivida entre 1967-1973,
deberá, ante cualquier cosa, volver a discutir la validez política, económica y
ética de la propiedad privada de los medios de producción, de lo contrario, la
democracia seguirá siendo una promesa incumplida. Tengamos presente, para
cerrar este artículo, que la transición a la democracia en Chile (1990) asumió
el postulado de la teoría de la transición que la única forma de tener una
democracia estable era manteniendo intocable los derechos de propiedad privada
de la burguesía[vii]. Los
gobiernos concertacionistas no solo practicaron dicho postulado, sino que para
seguir manteniendo el régimen político democrático autoritario extendieron y
enajenaron todos los bienes y recursos al capital. Volver a la democracia
social supone poner fin a la PPdMP, tal como se hizo hace 50 años.
[i] Dr. en Ciencias
Sociales y Política, Historiador.
[ii] Gómez Leyton, J.C.: La
Frontera de la Democracia. LOM Ediciones, 2004.
[iii] Garcés, M.: Tomando
Sitio. LOM Ediciones, 2001
[iv] Salazar, G.: La
Violencia Política Popular en las Grandes Alamedas. SUR Profesionales, 1993.
[v] Gaudichaud, F.: Chile 1970-1973. Mil días que
estremecieron al mundo. LOM Ediciones, 2016
[vi] Ver Ranking de Grupos
Económicos RGE, Facultad de Economía y Negocios, UDD, Julio 2016.
[vii] Gómez Leyton, J.C.:
Política, democracia y ciudadanía en una sociedad neoliberal (Chile,
1990-2010), ARCIS/CLACSO, 2011.
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