sábado, 30 de junio de 2012

Reimpulso (neo)liberal en América Latina

La conformación de la Alianza del Pacífico (re)incorpora a México, aliado incondicional de los EE.UU., al debate latinoamericano. Este espacio tiene la envergadura económica, demográfica y política para contrapesar el liderazgo brasilero (y del MERCOSUR) y ensayar una estrategia de aislamiento/hostigamiento hacia el ALBA que seguramente se pondrá en marcha más temprano que tarde.

Ignacio Kostzer / Marcha (Argentina)

Los presidentes Juan Manuel Santos, Sebastián Piñera, Felipe Calderón y Ollanta Humala
en la cumbre de creación de la Alianza del Pacífico, en la región de Atacama, Chile.
En estos días se ha conocido la constitución de la “Alianza del Pacífico”, espacio de integración conformado por Chile, Perú, Colombia y México. Si quedaba alguna duda sobre el giro de 180 grados que ha dado el Presidente peruano Ollanta Humala desde que asumiera el año pasado, el apoyo a esta iniciativa nacida del gobierno de Alan García termina de eliminar la incertidumbre. A esto hay que sumarle las 12 muertes en conflictos sociales como resultado de la represión en tan solo 10 meses y un rumbo general del gobierno que ha puesto a la derecha conservadora peruana como su principal sustento en el poder (ver “La encrucijada peruana” de RaulZibechi).

La aparición de esta Alianza viene a terminar con un período de “repliegue táctico” de la política exterior de los gobiernos liberales en el continente. Tras la caída del ALCA en la Cumbre de las Américas del año 2005, asistimos a un contexto regional donde la iniciativa política ha estado fundamentalmente del lado de los gobiernos del MERCOSUR (sobre todo Brasil y Argentina) y del ALBA (especialmente Venezuela y Ecuador).

Este contexto llevó a los gobiernos afines a Washington a poco más de un lustro de ostracismo a nivel subcontinental. Espacios relativamente amplios comola UNASURyla CELAClos encontró en minoría ante debates estratégicos para América Latina y relativamente desarticulados entre sí. De hecho, el propio surgimiento de estas instituciones que excluyeron a América del Norte de la toma de decisiones, está vinculado con ese declive de la hegemonía neoliberal en nuestra América.

Estos gobiernos han atravesado la etapa con una estrategia de boicots, a través de oposiciones abiertas o dilaciones sutiles, frente a proyectos de avanzada como el Banco del Sur, el SUCRE (proyecto de moneda regional) o la creación de un Fondo de Reservas para el Desarrollo dela UNASUR.Estasiniciativas han surgido desde el bloque del ALBA, que supo dinamizar estos espacios internacionales e intentó traccionar a los países del MERCOSUR hacia una política de transformaciones radicales a nivel latinoamericano.

Un equilibrio inestable en América del Sur

El ALBA y el “bloque liberal” (Colombia, Chile y tendencialmente Perú) representan proyectos ideológica, cultural y económicamente antagónicos. Por otro lado, la política exterior brasilera, muchas veces acompañada por la argentina, intenta articular un espacio sudamericano que contenga a ambos bloques enla UNASUR.Lasaspiraciones brasileras están guiadas por el objetivo de consolidar y proyectar su liderazgo a nivel global desde esta plataforma regional. Esta compleja estrategia de mediaciones y arbitrajes, lleva a los brasileros a tensiones con los EE.UU. y acercamientos con el ALBA en algunas ocasiones, y a acuerdos con los socios de los norteamericanos en otras. El objetivo de fondo es consolidarse como el principal líder regional, el único capaz de dialogar con todos los gobiernos (y moderarlos…). A grandes rasgos, este es el mapa con tres grandes bloques y orientaciones que venimos observando los últimos años en el sur del continente.

La conformación dela Alianzadel Pacífico (re)incorpora a México, aliado incondicional de los EE.UU., al debate latinoamericano. Este espacio tiene la envergadura económica, demográfica y política para contrapesar el liderazgo brasilero (y del MERCOSUR) y ensayar una estrategia de aislamiento/hostigamiento hacia el ALBA que seguramente se pondrá en marcha más temprano que tarde.

Detrás de esta Alianza están los intereses estadounidenses y canadienses, de las grandes trasnacionales y financieras globalizadas. A través de Perú podrán impulsar presiones económicas a Brasil que necesita de esas rutas para salir al pacífico y comerciar con China.

Para los países del ALBA esta Alianza es una mala noticia. La política que han ensayado estos gobiernos, en muchos casos a través de articulaciones con el bloque del MERCOSUR, ahora encontrará nuevos obstáculos. La correlación de fuerzas políticas y sociales a nivel regional parece imponer un techo más bajo para determinados avances.

Si en estos años, experiencias como la revolución bolivariana había tenido un contexto regional favorable para su desarrollo, este reagrupamiento encarna un polo hostil para los procesos populares y de cambio.

Si bien la Alianzadel Pacífico ha sido tomada con cautela y hasta cierto escepticismo, incluso por lobbystas afines a la CasaBlanca (ver “Los países del pacífico se unen”de Andrés Oppenheimer), su incipiente existencia es síntoma de un intento por parte de estos gobiernos de romper el letargo y retomar una agenda de alcance continental.

El éxito de este reimpulso liberal dependerá de la voluntad y la capacidad que tengan pueblos y gobiernos del continente para contrarrestarlo. El panorama está abierto, lo que es seguro es que no se podrá subestimar ningún movimiento de estos poderosos enemigos, que tienen detrás al más poderoso, digitando cuidadosamente cada paso de este nuevo avance…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero no se supone que están "por la unidad de nuestra América"?
Veo intelectualmente flojo dividir a la América Morena "en eje del bien y eje del mal", y embanderarse con uno u otro bloque según las caripelas de turno que lo encabezan, lejos de hacerlo por las ideas propias y/o metas de cada uno de ellos.

El Mercosur (que en este momento puntual cae dentro del eje del bien) nació con el exacto mismo propósito que la Alianza del Pacífico. El ingreso (por la ventana, y a espaldas del Paraguay) de la gloriosa y próspera Venezuela capaz lo termine politizando y sacando de su curso. Pero el objetivo del Mercosur es el LIBRE MERCADO. El hecho de que haya fracasado por las trabas entre Argentina y Brasil, y el abuso de estos dos sobre los paises menores, es otra historia. Una historia que justamente llevó a los países del Pacífico a unirse entre ellos a hacer un proyecto IGUAL, a la espera que la América oriental cambie un poco. Realmente Brasil no juega muy limpio. Ni hablar Argentina. Y va a tomar varios años cambiar eso.

Respecto al "ALBA", no sé de qué hostigamientos hablan. El ALBA prácticamente no existe, y lo que es más, nunca existió. Aunque si quieren meramente alianzas políticas y no integración económica, lo más sensato sí es defender -solamente- a este bloque.

El Mercosur, la Alianza del Pacífico, el NAFTA, UE y cualquier otra unión que implique libre comercio NO SON COMPATIBLES con países que no están preparados para el mismo, porque implican un esfuerzo de TODOS sus integrantes.

Por ejemplo, Venezuela hizo una apuesta fuerte y con fines políticos al entrar al Mercosur, pero le va a costar caro, siendo que no producen NADA más que petróleo. Lamentablemente lo van a terminar sufriendo aún más de lo que sufren con su situación actual.

Sería fantástico poder integrar todo el continente bajo la UNASUR, pero la unión económica no es posible mientras haya países que quieren -NECESITAN- seguir caminos individuales como Venezuela, Cuba, Argentina, etc..

Por último, no les parece un poco irónico defender una fallida Free Trade Area como el Mercosur, o una Currency Union como el SUCRE, etc. medidas copiadas de la Europa liberal? O neoliberal? O usamos ambos términos como si significaran lo mismo?

Espero no tomen a mal mis palabras. Pero creo que muchos toman esto como un partido de futbol sin ver la realidad subyacente (las economías, las reglas de los bloques).

Creo que por esas mañas, ayer de la derecha y hoy de la izquierda, hace 2 siglos años estamos repartidos en 20 banderitas distintas, peleando entre nosotros.

Chile se va a integrar con Cuba y Argentina con México el día que dejemos las diferencias políticas de lado, y pensemos una unión económica de acá a 50 años, y no hasta la próxima elección. La necesidad económica va a obligar entonces a nuestros políticos a actuar en forma acorde.

Saludos,
Francisco

Anónimo dijo...

Bien por los paises del pacífico.
Viva América Unida.