Entrevista a Xiomara Castro de Zelaya, candidata presidencial por el
partido Libertad y Refundación (LIBRE) de Honduras, de cara a las próximas
elecciones presidenciales en Noviembre.
Juan Manuel Karg / Marcha
(Argentina)
Xiomara Castro, candidata a la presidencia de Honduras por el partido LIBRE |
- La última encuesta de
CID/Gallup la ubica en primer lugar en intención de voto, a la vez que refleja
una caída porcentual de Juan Hernandez, candidato del oficialista Partido
Nacional. ¿Por qué cree que la intención de voto a LIBRE se encuentra en
ascenso –de 25 a 28%, según Gallup-, y cae el candidato de Porfirio Lobo –de 23
a 18%, según la misma fuente-? ¿Qué factores de la coyuntura política hondureña
pueden ayudar a explicar ambas tendencias?
Existen muchos factores que determinan este fenómeno en las encuestas.
Encontramos en ellas tendencias claras que se marcan cada vez más debido
esencialmente a las políticas impopulares que sigue imponiendo el gobierno de
Honduras desde el Congreso: así como la percepción de que nada de lo que se
legisla tiene más propósito que la campaña electoral del oficialismo. Mientras
nuestro argumento, concreto, apunta de forma clara a la necesidad de cambiar
Honduras desde una visión estructural.
Además, es evidente el vínculo indisoluble entre Juan Orlando
Hernández y Mauricio Villeda (este último del Partido Liberal golpista) con el
golpe de Estado, las violaciones a los derechos humanos y la calamidad
económica, social y de seguridad en que ha entrado el país en los últimos 4
años. Para finalizar este apretado resumen, deberíamos incluir la falta de
transparencia de todos los que se beneficiaron del Golpe de Estado Militar,
algo que podemos afirmar ha minado seriamente la credibilidad en el tradicionalismo
político hondureño.
- Relacionado con lo anterior,
tanto usted como Mel Zelaya [su marido y ex presidente de Honduras antes del
Golpe de Estado de 2009] vienen exigiendo la implementación del sistema de voto
electrónico de cara a las próximas elecciones, algo que ha recibido la negativa
del actual presidente Porfirio Lobo. A su vez, ustedes están exigiendo que
organizaciones y movimientos de todo el continente puedan participar como
veedores de la elección. ¿Teme un enrarecimiento del clima electoral de acá en
más? ¿Cómo se evita un posible fraude contra LIBRE en las elecciones de
noviembre?
En general nosotros no nos detenemos a hablar de fraude; han sido los
propios miembros de los partidos tradicionales, en especial el de Lobo, quienes
han denunciado un “fraude colosal” en las elecciones internas y primarias de
2012. Cierto es que el sistema electoral hondureño es poco confiable, y, en
aras de hacer un proceso creíble para toda nuestra sociedad, hemos pedido y
apoyado iniciativas para implementar mejoras en la manipulación de los
resultados. Pero estamos conscientes de que las posibilidades de que esto
suceda son remotas, ya que todo el andamiaje del Estado opera en la más
absoluta impunidad desde el Golpe de 2009.
Estamos convencidos de que estas elecciones serán las más vigiladas de
nuestra historia; por eso es importante contar con todo el acompañamiento y la
observación internacional posibles; no debemos olvidar que en este proceso se
juegan la estabilidad de la democracia en el continente. Nosotros estamos haciendo
nuestra tarea, y ya hemos organizado más de veinte mil colectivos a nivel
nacional, y posiblemente alcancemos los treinta mil en el proceso de vigilancia
militante y defensa del voto. Será complicadísimo para ellos sustentar un
fraude, a pesar de contar con cientos de millones de dólares para ese fin.
- En el plano interno, ¿Cuáles
son las principales medidas que tiene previsto desplegar de cara a la situación
económica que vive el país, tras una fuerte caída en el ingreso de divisas por
exportaciones? ¿Tiene pensado fortalecer la inversión pública en ámbitos como
la salud, la educación y la vivienda? ¿Cómo se sale de la actual situación
económica que vive Honduras?
Este es un problema central: Honduras, en el aspecto económico, es un
país muy pobre, con problemas de país rico. La aplicación irracional de medidas
de profundización neoliberal en el país ha tenido resultados funestos. Hoy, la
deuda pública tiene postrado al país y ya es una amenaza terrible para el nuevo
gobierno. La deuda interna ha sido contratada a corto plazo y a intereses
comerciales, por lo que muchos acreedores estarán prestos a exigir pago del
nuevo gobierno.
Por otro lado, el deterioro en el aspecto social es dramático; según
sus propias cifras, para finales de 2012 la pobreza había aumentado en 10%. Es
decir, destruyeron todo lo que habíamos avanzado en la administración del
presidente Zelaya. Ahora estamos en la obligación de adoptar medidas claras y
contundentes para echar la economía a andar, enfocarnos en la producción, que
ha de generar muchos empleos, y legislar de tal manera que la aceleración del
proceso productivo genere beneficios
directos a la población, mientras el Estado establece mecanismos de apoyo que
alivien las desventajas que se encuentran en el bajo poder adquisitivo de
nuestro pueblo.
Tenemos, sobre todo, el desafío de que los sectores empresariales
acepten el reto de invertir en Honduras, de trabajar junto a nosotros, el
pueblo, en la resolución de problemas inmediatos como la soberanía alimentaria,
la construcción de un sistema educativo público de primer nivel y un sistema de
salud de alta calidad que dé cobertura a todos los hondureños. Desarrollaremos
sistemas de economía social, que posibiliten la salida paulatina de la pobreza
de millones de personas, que deben incorporarse a la vida económica del país.
Nuestro principal reto radica en la construcción de soluciones realistas y
viables basadas en la nuestra realidad nacional. Ya no debemos copiar modelos,
ni aceptar la imposición desde fuera, eso solo nos sometería al desmembramiento
total de nuestra nación.
- Tras el golpe de Estado de
2009, Honduras salió de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra
América (ALBA). De ese tiempo a esta parte, además, UNASUR y CELAC tomaron gran
dimensión en términos regionales. ¿De llegar a la presidencia de Honduras, cuál
va a ser la política internacional que piensa desplegar?
Nuestro planteamiento en política exterior ha sido muy coherente y
claro para todo el mundo. Nosotros somos un país soberano y así ha de ser nuestra
política exterior, fiel al respeto del principio de autodeterminación de los
pueblos y a las leyes internacionales. Rechazamos con vehemencia la guerra,
pues somos el producto de un proceso revolucionario pacifico, sin manchas, por
eso condenamos la agresión o la injerencia extranjera contra cualquier nación
del mundo.
Nuestra postura a favor de la integración de la América Latina y el
Caribe es inclaudicable e irrenunciable. Planteamos el fortalecimiento del
Sistema de Integración Centroamericano (SICA), y aportaremos toda nuestra
energía y empeño para la consolidación de la CELAC. En el tema del ALBA, es una
decisión acertada para aquel momento que
ya había tomado el presidente Zelaya, y que el gobierno de facto denunció
rompiendo el tratado: ahora Honduras está fuera del ALBA.
Apoyamos todas las formas regionales de integración, siempre que estas
no tengan la intención de aislar a alguno de nosotros del resto de países.
Apoyamos firmemente a UNASUR, al MERCOSUR y a la región económica propuesta por
PETROCARIBE, iniciativa nuestra, que sigue siendo de nuestro pueblo, por mucho
que otros imposten y engañen para aprovecharse cínicamente de la solidaridad de
nuestros hermanos, misma que muchas veces atacaron con furia demencial.
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