Las trece horas de
secuestro sufrido por el presidente Morales y la tripulación de su aeronave, deben señalar la
línea histórica en donde la opción a seguir no sea entre la pobreza o la
riqueza basada en el saqueo, sino entre el sometimiento a la aberración
neocolonial o la lucha por la dignidad y soberanía.
José Toledo / Especial para Con Nuestra América
Desde Lima, Perú
Ilustración de Eneko. |
Ayer por mar, ahora
pretenden por los aires. El rapto, la retención, la incautación de bienes
humanos o no, ha sido y persiste en ser perpetuado
como lógica de empoderamiento a través del vejamen y la violencia. Perplejos
asistimos al infame atentado cometido por España, Portugal, Francia e Italia en
contra del primer mandatario del Estado Plurinacional de Bolivia, Presidente
Juan Evo Morales Ayma (1959).
No es coincidencia, es pura lógica hegemónica. No hay casualidad en
que los cuatro países, otrora ejes del mundo imperial, Francia, España,
Portugal e Italia, hayan confabulado contra uno de los países suramericanos que
más sufrió la violencia invasora hace 500 años, Bolivia. Por si no lo saben el
mandatario español Mariano Rajoy (1955) y sus “amigos”, la deuda sobre los
hombros de los países agresores, aún no ha sido saldada. Sus embarcaciones y
carabelas transoceánicas nunca fueron detenidas para fiscalizarles el saqueo
perpetrado en contra de los pueblos originarios como el Mapuche, Quechua,
Aymara, Guaraní, Maya o Azteca. Estos países invasores no asilaron piratas,
menos aún los detuvieron o apresaron.
Eran piratas aquellos que comandaban e
ideaban sus expediciones. La reparación histórica aún no comienza y aún
persisten en violentar la dignidad de los pueblos ¿Hasta cuándo?
Del oro y petróleo hasta los recursos informativos. No importa si fue el
oro, la plata o el estaño del Cuzco, Potosí o Yucatán o si el petróleo iraquí,
iraní, libanes, sirio o venezolano la
lógica es secuestrar, incautar, robar, confiscar para empoderar y perpetuar. La
razón de la acumulación persiste como base inmoral e inicua de las otrora
potencias coloniales, hoy agónicamente post- neocoloniales. En nuestros días,
no solo minerales, hidrocarburos o reservas acuíferas, la información es el capital simbólico que concentra, sino el más, uno
de los más importantes y deseados recursos de poder del siglo XXI.
Raptar al informante. De Julian Assange (1971) a Edward
Snowden (1983), portadores de capital informativo que delata la macabra y
siniestra ideología de espionaje del imperio, secuestrar, acallar, violentar,
es la orden suprema a obedecer, caiga quien caiga, cueste lo que cueste. No
importa intentar bombardear la embajada ecuatoriana en Londres, donde goza de
asilo Assange, o secuestrar al mandatario Morales so pretexto de asilar en el
interior de la nave a Snowden. La idea es secuestrar, saquear, acumular para imperar.
La información
acumulada por estos dos personajes se convierte en el arma de doble filo que se
verterá en contra de los acumuladores de poder. Conspiraciones, espionajes,
chantajes y demás recursos informáticos, ¿pueden estar valiendo más que las 41 toneladas de oro equivalente a $
1,247’712,000 (millones de dólares
americanos) más las 82 toneladas de plata equivalente a $ 38’048,000 (millones
de dólares americanos) lo cual hace un total de $1,285’760,000 (mil doscientos
ochenta y cinco millones y setecientos sesenta mil dólares) todo esto saqueado
de las entrañas del Potosí? [1]
El ladrón juzga por su
condición. Vergüenza extrema de Rajoy al haber prohibido proseguir a su destino
al presidente Morales solicitándole la “fiscalización” de la nave presidencial.
Fiel y leal a su ancestral lógica mercenariamente corsaria Rajoy ¿no recuerda
cuando un 06 de abril 2011 el diario catalán El Publico divulgó su presencia en el yate “Moropa” propiedad del
clan los Caneos del traficante Daniel Baúlo condenado a 17 años de prisión?[2]
Evidentemente, desde la inmoralidad de Rajoy y sus “amigos”, asumida como método de gobernabilidad, juzga
que todos se maniobran - en el mundo - con el mismo estilo.
Riqueza del saqueo o de la dignidad soberana. Fueron los 13 “amigos”
del pirata castellano Francisco Pizarro (1478-1541) quienes optaron, en la Isla
del Gallo, acompañar a Pizarro en búsqueda de riqueza por medio del saqueo y la
destrucción. [3]
Las trece horas de secuestro, sufrido por el presidente Morales y la tripulación de su aeronave,
deben señalar la línea histórica en donde la opción a seguir no sea entre la
pobreza o la riqueza basada en el saqueo, sino entre el sometimiento a la
aberración neocolonial o la lucha por la dignidad y soberanía. Lo señalaron los
mandatarios en Cochabamba, la afrenta no es contra el presidente Morales o
Bolivia, es contra toda Latinoamérica, el Caribe y todo ser humano y pueblo que
se haga respetar. En palabras de Morales: “Bolivia no ha saqueado a nadie, no
ha invadido a nadie, no ha espiado a nadie. No entendemos la doble Moral”.[4]
NOTAS:
[1] Fuente: Pacarina del
Sur - http://www.pacarinadelsur.com/home/mar-del-sur/160-oro-del-peru-del-cuarto-del-rescate-al-mito-de-el-dorado
[3] “Por este lado se va a
Panamá, a ser pobres, por este otro al Perú, a ser ricos; escoja el que fuere
buen castellano lo que más bien le estuviere”http://phpwebquest.org/newphp/webquest/soporte_tablon_w.php?id_actividad=14140&id_pagina=1
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