sábado, 1 de julio de 2023

Argentina: La oposición, entre el desconcierto y el fracaso

 Todas las fuerzas políticas de las diversas ideologías deberán seducir a los millones de votantes que sobreviven como pueden, muchos a tarjetazo limpio, intentando ganarle a la desbocada inflación con los pagos virtuales, mientras son explotados con los teletrabajos que los esclavizan las 24 horas de los siete días de la semana.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América

Desde Mendoza, Argentina


El cierre de listas para presidente, vice y senadores y diputados el pasado sábado 24 de junio, dejó en camino a postulantes oficialistas, desconcertando a propios y ajenos, como también la votación realizada en la provincia de Córdoba, se llevó por delante a un tal Luis Juez que, desconsolado por los resultados, lloraba por los pasillos a moco tendido. No era para menos, la fórmula Massa – Rossi, del frente Unión por la Patria fue un massazo al que debió sumarse la fórmula propuesta previamente con el joven pre candidato a presidente, Eduardo Wado De Pedro, quien encarnaba la esperanza de la generación diezmada por la dictadura.

 

El cierre de listas, como trámite necesario de la contienda democrática, puso de manifiesto una cantidad inusitada de pre candidatos a ocupar la primera magistratura, hecho que demuestra que, por más dura que resulte la situación económica y las condiciones de endeudamiento o la incertidumbre del frágil orden internacional, tomar la conducción del frondoso aparato estatal, es una tentación irresistible para quienes advierten la potencialidad de poder que ello representa. Poder que también saca de las profundidades del inconsciente ese monstruo dormido llamado ambición que, finalmente, termina corrompiendo y dominando el alma humana desde el fondo de los tiempos. Cuestión que todo el mundo trata de enmascarar y ocultar, intentando poner cara de bueno, pero que en definitiva, todos sabemos que es una máscara a la que está condenada a llevar la criatura humana.

 

En ese abanico variopinto de extremos, Unión por la Patria UxP, formalizó el binomio: Sergio Massa, actual ministro de Economía y Agustín Rossi, jefe de Gabinete; mientras que por Patria Frente Grande – espacio que competirá con la dupla anterior –, lleva a Juan Grabois, como candidato a presidente y de vice, a la docente e investigadora, Paula Abal Medina.

 

En Juntos por el Cambio JxC formalizaron sus precandidaturas los binomios de Horacio Rodríguez Larreta – Gerardo Morales y Patricia Bullrich – Luis Petri.

 

Negociando entre esos dos espacios opuestos, se presentó la fórmula integrada por el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti y el diputado nacional, Florencio Randazzo, ambos peronistas, dentro de un partido denominado Hacemos por Nuestro País.

 

En el extremo de la derecha, La Libertad Avanza LLA, formalizó su fórmula integrada por los actuales diputados, Javier Milei y Victoria Villarruel, quien oficia como defensora de los genocidas que actuaron en la dictadura militar.

 

En las antípodas, Myriam Bregman, Gabriel Solano, Manuela Castiñeira y Marcelo Ramal, son precandidatos a presidente por distintas propuestas de los partidos de izquierda, previendo que sólo habrá una competencia interna en el Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad FIT – U; por un lado, el PTS y la IS acordaron presentar Unir y Fortalecer la Izquierda, una lista común encabezada por Bregman y Del Caño, como presidenta y vice, mientras que el Partido Obrero PO y el Movimiento Socialista de los Trabajadores MST, acordaron llevar a Gabriel Solano y Vilma Ripoll, dentro del espacio denominado Unidad de luchadores y la Izquierda. 

 

Esto ocurrió el sábado luego de largas negociaciones, idas y venidas y desde luego, renunciamientos personales, postergaciones y promesas escritas en servilletas con tinta invisible. Siempre ha sido así y será. Pero mientras esto ocurría, Córdoba, la Docta, la provincia mediterránea que tercia en los resultados nacionales, se preparaba para la elección de gobernador y vice que, finalmente, ganó el candidato de Hacemos por Nuestro País, dejando desconsolado a Luis Juez, el candidato de Juntos por el Cambio, apoyado tanto por Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, como por Mauricio Macri. Aunque sabemos que este último, famoso por yetatore o mufa – al que basta recordar lo sucedido en Qatar y la suerte de los partidos disputados en los que él estaba presente – su expreso aliento a su ex embajador en Ecuador, fue un salvavidas de plomo del que el dicharachero candidato no pudo desprenderse y finalmente lo ha sumido en la desesperación y la desesperanza. Comportamiento que han tenido otros referentes de derecha extranjeros ante el fracaso electoral, como le ha pasado a Donald Trump, ahora en manos de la justicia o al brasileño Jair Bolsonaro, también en la cuerda floja, ya condenado por el Tribunal Superior.  

 

Es de esperar que los spot de campaña vayan en consonancia de todo lo que vienen pregonando los candidatos cada vez que les ponen un micrófono o los enfoca una cámara. Pero que, dada la siniestra atmósfera que dejó la pandemia, el aliento fétido de la extrema extrema libertaria, lejos de exponer soluciones, insistirá en exacerbar el odio acumulado de tantas frustraciones en las diversas capas de la población que lejos de solucionar en algo su bienestar, se contentarán con ver sufrir a los demás, felices de rotular con nuevos adjetivos a quienes envidian por disfrutar lo que ellos no tienen. 

 

En ese aquelarre, volveremos como en el inmortal tango Cambalache: Vivimos revolca’os en un merengue/ y en el mismo lodo todos manosea’os. Nada nuevo bajo el sol a pesar que la melena parlanchina se asemeje al león de la Metro.

 

Satisfechos con la represión al pueblo jujeño, Rodríguez Larreta y el tal Morales, instalado ya como vice y, como gobernador en ejercicio, salió nuevamente a dar palo y palo. Envalentonado por el cargo nacional, allanó la casa de Milagro Sala, sin importarle el delicado estado de salud de su compañero, el periodista Raúl Noro; con la misma furia empleada en los mejores años de aplicación de la Ley de Residencia cuando deportaban a los dirigentes anarquistas por incitar a la huelga en la primera década del siglo pasado, la policía jujeña atacó con saña a sus coterráneos, siendo que conviven desde siempre y en muchos casos, están emparentados. Hechos que ponen de manifiesto un comportamiento mafioso oligárquico tan viejo como el oscurantismo inquisitorio colonial.

 

La otra pre candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich se tomó un respiro mientras su candidato a vice, el mendocino Luis Petri, adelantó las políticas de shock que se implementarían en un eventual gobierno de la presidenta del PRO, ellas incluyen una reforma del Estado, una reforma laboral y una reforma tributaria. El joven abogado se expresó entusiasmado en Radio Con Vos: “Tenemos que entrar con un paquete de leyes en 30 o 45 días, sabiendo los tiempos de la cámara y que hay que sacarle el pie a los millones de argentinos que quieren producir, que quieren trabajar y no pueden hacerlo o lo hacen en condiciones precarias”.[1]

 

Ninguno de los dirigentes de este espacio se refieren a la deuda contraída por ellos mismos con el FMI ni a sus consecuencias, mucho menos al ajuste fiscal al que directamente conlleva la grave situación financiera. Tampoco les importa que salarios y jubilaciones vayan al sumidero. 

 

Al proyecto implícito y promocionalmente explicito no hay que darle muchas vueltas, intentando con trazos groseros elaborar un boceto vendible, es el de una colonia coqueta con una capital paquetísima para pocos, una matriz productiva extractivista y agroexportadora, con un sector turístico desarrollado y exótico – algo que ya se palpa en el enoturismo regional y en algunos sectores de la Patagonia – con grandes sectores de población marginales en los márgenes de las grandes urbes, sumidos en la tiranía del delito y las drogas, cuestión que justifique la represión con mano dura.

 

De todos modos intentan diferenciarse, cuestiones de maquillaje y estrategia propias de quienes conducen sus campañas, Larreta acusa a Bullrich de seguir el mismo modelo de Macri e implora que termine con sus bravuconadas, mientras ella lo trata de “ventajero”, “oportunista”, “de hacer cualquier cosa por un voto”. Expresiones coreadas por los candidatos que participan de ambas listas y que harán cualquier cosa también para conseguir votos. Nihil novum sub sole. 

 

Nada nuevo bajo el sol. Los medios lacayos y sus nóveles esbirros celebraron hace unos meses el centenario de Henry Kissinger, haciendo loas a su capacidad diplomática, sus destacados méritos académicos que hicieron posible – según la versión oficial ampliamente difundida en el patio trasero – los cuarenta años de paz que trajo su gestión. 

 

Con su versión edulcorada para las nuevas generaciones para las cuales la memoria ha sido manipulada a piacherepor los medios y las redes, el horroroso experimento ocurrido en Chile y que luego de medio siglo despertó en la población o el Plan Cóndor que este Señor impuso junto con Milton Fiedman y sus Chicago Boys, inaugurando el neoliberalismo por estos lares, haciendo descender a los infierno a nuestras poblaciones.

 

La mayoría de los candidatos a ejercer la primera magistratura argentina a fin de año está en la franja etaria que va de los cuarenta a sesenta años, comparando su edad con las cuatro décadas de nuestra recuperada democracia, muchos han nacido en ese espacio, mientras que los mayores eran adolescentes o jóvenes durante los años negros. 

 

Alguno con seguridad, estuvo en la Plaza de Mayo en el último discurso del General Perón y se alejó con bronca de la misma cuando escuchó al viejo caudillo criticar a los jóvenes imberbes reclamando la patria socialista. 

 

Pocos recuerdan el discurso del mismo líder dado en la CGT de Azopardo en 1973, defendiendo frente a un empresario el famoso fifty fifty en la distribución de la riqueza; un apogeo del Estado de Bienestar que jamás volvería a disfrutarse.

 

Todas las fuerzas políticas de las diversas ideologías deberán seducir a los millones de votantes que sobreviven como pueden, muchos a tarjetazo limpio, intentando ganarle a la desbocada inflación con los pagos virtuales, mientras son explotados con los teletrabajos que los esclavizan las 24 horas de los siete días de la semana.

 

Pocos candidatos tendrán presente devolverle la dignidad y la esperanza a un pueblo sufrido, altamente empobrecido y despojado de sus derechos largamente adquiridos, justamente desde la horrorosa dictadura que algunos irresponsables – también candidatos y libertarios – intentan reivindicar.  



[1] Perfil, 25 de junio de 2023.

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