sábado, 22 de julio de 2023

III Cumbre CELAC – UE: ¿Sirve?

 Sabemos que nuestra única herramienta es el diálogo, la integración y cooperación regional para poder fortalecernos como bloque y hacer frente a la rapiña internacional y poder satisfacer nuestras cuantiosas demandas propias. 

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

Se reunieron en Bruselas el 17 y 18 de julio pasados los 33 países de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe y los 27 miembros de la Unión Europea, en un momento convulso, presionados por las consecuencias de la guerra de Ucrania y las disputas de poder del gigante asiático y el imperio agónico, en pleno verano europeo donde las altas temperaturas gritan al mundo lo hecho por el hombre en su ciega ambición. 
 
Como enanos miedosos a que despierten los ogros malos, las discusiones presidenciales, ministeriales y la extensa declaración firmada, forman parte de las complicadas negociaciones diplomáticas que la mayoría de las veces, van a parar al cesto de la basura. 
 
Sin embargo, seríamos necios en no reconocer algunos hitos logrados y el diálogo cara a cara que tienen estas reuniones, cuyos protagonistas líderes indiscutidos en el escenario internacional, deben compulsar con advenedizos del poder que responden a intereses demasiado evidentes. Y aunque, el temario se reducía a cinco grandes puntos consensuados: Situación de los Derechos Humanos en Venezuela; Aislamiento de Cuba; Guerra de Ucrania; Acuerdo con el Mercosur y Resarcimiento sobre la esclavitud y el cambio climático, se pusieron sobre la mesa de discusión otras cuestiones, no menos relevantes.
 
No estuvieron presentes los presidentes de El Salvador, México, Perú y Venezuela, aunque sí estuvieron presentes sus cancilleres y miembros de las comitivas oficiales. Tampoco fue convocado el primer mandatario ucraniano Volodímir Zelenzki, quien – como lo hemos vistos desde que comenzó el desdichado conflicto – no cesa en sus giras procurando apoyo en su lucha contra Rusia; siendo América Latina una región de paz y sus principales líderes, Andrés Manuel López Obrador, Alberto Fernández, Inácio Lula Da Silva o Gustavo Petro, por nombrar algunos,  se han opuesto a esa guerra fratricida que acumula más de 100 mil muertos, la inmensa mayoría civiles, exhortando al diálogo pacifista entre ambas comunidades, que sería un contrasentido, intentar conversar con el miembro del partido de la extrema derecha ucraniana, Svoboda, que en castellano significa Libertad. Razón por la que aconsejamos evitar cualquier coincidencia con Libertad Avanza de Milei u otros libertarios planetarios, como Santiago Abascal que, en su debate por las presidenciales españolas del próximo domingo, empleó palabras que recordaban a Franco, terminando su pedido a los votantes con un “Arriba España”, como lo hacía el caudillo al finalizar sus actos extendiendo el brazo. 
 
Incluso también, cuando algunos mandatarios vecinos, como Lacalle Pou, quieren excluir cuestiones ideológicas en las reuniones regionales como si la ideología política no marcara la cancha desde siempre.
 
Volviendo al cónclave interregional, resulta útil ver las cifras que describen la relación; los países convocados concentran: más de mil millones de personas, el 14% de la población mundial y el 21% del PBI del planeta. América Latina y el Caribe concentran el 60% de energías renovables, más del 50% de la biodiversidad del planeta, el 14% de la producción de alimentos y el 45% del comercio alimentario internacional. El comercio total entre ambas comunidades asciende a 369 mil millones de euros en bienes (2022) y servicios (2021), un 39% más que en 2013. La UE es el principal inversor en la región: 693 mil millones de euros en 2021, más del 45% desde 2013; datos que conviene desagregar por países y región: México: comercio, 26.000 millones de euros, inversión, 199 mil millones; América Central: comercio, 26 mil millones, inversión, 39 mil millones; CARIFORUM, comercio, 26 mil millones, inversión, 129 mil millones; Comunidad Andina, comercio, 45 mil millones, inversión, 54 mil millones; Chile, comercio, 24.500 millones, inversión, 59 mil millones; Mercosur, comercio, 144.500 millones, inversión, 344 mil millones.[1]
 
Al contrario de las otras Cumbres, en esta se estableció que se celebre dentro de ocho años la IV cumbre UE – CELAC con una fuerte participación de los Jefes de Estado y de gobierno demostrando el fuerte compromiso de ambas regiones para fortalecer profundamente las relaciones bilaterales.
 
Reiteraron, además, la importancia de celebrar regularmente Cumbres UE – CELAC de Jefes de Estado y de Gobierno para fortalecer la Asociación Estratégica Birregional sobre temas y prioridades que permitan mejorar la vida de los ciudadanos. En este sentido, saludaron el acuerdo de realizar cumbres cada 2 años, donde la próxima Cumbre tendrá lugar en la región CELAC en 2025, así como el establecimiento de un mecanismo de coordinación permanente entre la UE y la CELAC para asegurar la continuidad y el seguimiento entre reuniones. 
 
Insistieron en su apoyo a los diversos procesos de integración regional en América Latina y Europa como fundamento básico de la Asociación Estratégica Birregional, a saber, el Acuerdo de la Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica, los Acuerdos de Asociación con México y con chile y el Acuerdo de Asociación entre la UE y el Mercosur. 
 
Subrayaron la importancia de revitalizar un multilateralismo basado en normas que promueva los valores y principios universales como medio para garantizar la paz y la seguridad internacional, el respeto a la soberanía y la integridad territorial de las naciones y evitar el recurso de la amenaza o el uso de la fuerza contra cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas, así como el pleno respeto al derecho internacional. 
 
Reiteraron su inquebrantable compromiso en favor del multilateralismo, la paz, el diálogo y la cooperación para abordar los grandes retos globales del concierto internacional de naciones. Rechazaron enérgicamente cualquier acción que viole la soberanía de los Estados, su integridad territorial, y el capítulo 2 de la Carta de las Naciones Unidas, especialmente aquellas en las que se emplea contra la población civil.
 
Reclamaron el cumplimiento estricto del derecho internacional y el respeto a las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Hacer un llamamiento a la comunidad internacional a reforzar la cooperación, el diálogo y la búsqueda de una paz y seguridad compartidas. 
 
Reiteraron su solidaridad con el pueblo ucraniano tras la agresión injustificada ilegal y no provocada por parte de la Federación Rusa y apoyar la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente a más de un año del comienzo de este hecho. 
 
Subrayaron que las recientes crisis de inflación, alimentaria, sanitaria, migratoria y energética han agudizado los problemas de pobreza y extrema pobreza y obstaculizado el desarrollo económico y social sostenible a largo plazo y han creado mayores desigualdades. Tenemos – corearon – que intensificar los esfuerzos de los gobiernos para trabajar en la recuperación de estas crisis que permita avanzar en la generación de condiciones para una transición social verde y digital justas e inclusivas que genere sociedades más sostenibles y equitativas. 
 
Apoyaron a las iniciativas de la ONU sobre una reestructuración de la deuda con el fin de mitigar las dificultades sociales causadas por el reembolso de la misma que, a causa de las recientes crisis, provoca serios problemas de para por parte de algunos Estados con efectos devastadores sobre su población. Estas iniciativas podrían incluir estrategias de cancelación, condonación, canje y reestructuración de la deuda que estén condicionadas a la inversión de estos recursos en políticas de educación, salud, reactivación productiva, cohesión social, conservación ambiental y fortalecimiento del tejido empresarial, entre otras. Pidieron a los gobiernos del área UE – CELAC que actúen rápidamente y tomen las medidas concretas a corte, medio y largo plazo para contrarrestar el cambio climático, la contaminación, la degradación medioambiental y la pérdida de la biodiversidad que afectan al planeta. 
 
Solicitaron a los gobiernos de los países del área UE _ CELAC que promuevan el establecimiento de un mecanismo de financiamiento específico en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) para afrontar las pérdidas y daños inmediatos y no adaptables por el aumento de la temperatura media del planeta.[2]
 
Una utopía a la que debemos aferrarnos los habitantes de esta región que, mientras están reunidos los mandatarios del área, nuestras poblaciones padecen las mayores desgracias y violaciones a nuestros derechos, porque nuestros recursos son aberrantemente saqueados. 
 
No alcanzaba a venirse la delegación argentina y el canciller británico se sintió ofendido porque se había utilizado la palabra Malvinas para nombrar nuestras islas usurpadas, diciendo que el término afectaba a los kelper en sus derechos de autodeterminación. El viejo pirata reclamando por quién le sacó el ojo.
 
Pero bueno… sabemos que nuestra única herramienta es el diálogo, la integración y cooperación regional para poder fortalecernos como bloque y hacer frente a la rapiña internacional y poder satisfacer nuestras cuantiosas demandas propias. 


[1] Infografía – Relaciones UE CELAC: Hechos y cifras, Consejo Europeo – Consejo de la Unión Europea.

[2] Puntos principales de la Declaración de la Cumbre. 

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