La magnitud de la convocatoria del martes 23, llevó a muchos a declararlo Día de la Defensa de la Educación Pública…
Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina
Que vivan los estudiantes Jardín de las alegrías / Son aves que no se asustan /De ánimas, ni policía / Y no le asustan las balas / Ni el ladrar de la jauría / Caramba y zamba la cosa / Que viva la astronomía.
Violeta Parra
Como en el tradicional juego de quiniela, fuimos a la cabeza, con el todo por el todo, en defensa de nuestras universidades.
En un país donde su tradición educativa se remonta a 1610, cuando los Jesuitas crearon el Collegium Maximum en Córdoba, y once años después, el papa Gregorio XV le otorgó a esa primera “universidad” de esta región del mundo, la potestad de otorgar títulos en Teología y Filosofía.
De allí que esa provincia mediterránea sea conocida como “La Docta”, desde la época de la Colonia. La expulsión de la orden en 1767, por la Corona española, lo puso a disposición del gobernador de Buenos Aires y el virrey. Una larga disputa entre el clero secular y los franciscanos por el control de la universidad, culminó con su refundación en 1808, pasando a funcionar con el nombre de Real Universidad de San Carlos y Monserrat. En 1854 dada la escasez de recursos, fue transferida a la nación.
Me gustan los estudiantes
Que rugen como los vientos
Cuando le meten al oído
Sotanas o regimientos
Pajarillos libertarios
Igual que los elementos
Caramba y zamba la cosa
Vivan los experimentos
La Universidad de Buenos Aires se crea en 1821, lejos del modelo del modelo colonial, enraizada en la realidad social y económica de la región. Sufre los avatares de las guerras intestinas entre unitarios y federales, hasta que en 1861, José María Gutiérrez se hace cargo e impulsa serias modificaciones. Luego la Generación del 80, impulsa seriamente la educación no sólo de nivel superior, sino la educación en general, con hitos fundamentales en nuestra historia.
La Ley 1420, la Reforma universitaria de 1918 y la apertura universitaria a los obreros de 1949, muestran una tradición de más de un siglo que caracteriza a la Argentina como el país donde la educación fue y es una herramienta de ascendencia social fundamental, simplificada en la célebre frase: “mi hijo el dotor”.
Me gustan los estudiantes
Porque son la levadura
Del pan que saldrá del horno
Con toda su sabrosura
Para la boca del pobre
Que come con amargura
Caramba y zamba la cosa
Viva la literatura
No se puede tapar el sol con la mano. No se puede ignorar el tamaño y la trascendencia de la multitudinaria manifestación nacional en defensa de la Educación Pública, aunque los mentimedios y las redes aliadas y pagas, dibujen una realidad engañosa y estrecha que sólo tiene eco en las mentes estrechas y resentidas que conforman su espacio y el de sus amos.
La magnitud de la convocatoria del martes 23, llevó a muchos a declararlo Día de la Defensa de la Educación Pública, porque allí se expresaron estudiantes, docentes, investigadores, directivos, no docentes, egresados de varias generaciones a través de las agrupaciones y gremios que los nuclean, como también las centrales obreras, la CGT y las dos CTA, funcionarios de los gobiernos provinciales y municipales, legisladores de todos los partidos políticos, incluso aliados al gobierno de Milei, como también otros sectores de la población que sentían la obligación de estar presentes. Más de un millón en todo el territorio nacional, cuyas capitales de provincia estuvieron en sus plazas centrales y con epicentro en la CABA, en la Plaza de Mayo, donde se calcula que fueron 400 mil personas.
Me gustan los estudiantes
Porque levantan el pecho
Cuando les dicen harina
Sabiéndose que es afrecho
Y no hacen el sordomudo
Cuando se presenta el hecho
Caramba y zamba la cosa
El código del derecho
El presidente Javier Milei, luego de congraciarse con los empresarios en el Foro del Hotel Llao Llao e instarles a fugar dinero, se tomó el lunes a la noche para dar un mensaje por cadena nacional con el objeto de provocar y amedrentar a los participantes de la convocatoria. Lo hizo con su ministro de Economía y Finanzas, Toto Caputo, fugador serial y el presidente del Banco Central, donde volvió a arengar a la población con la remanida cantinela de haber hecho el mayor ajuste fiscal de la historia, como también que ya había solucionado la solución financiera universitaria, girando a fines de abril el 70% del presupuesto de 2023, cuando la inflación desde comienzos de 2023, asciende al 270% y el 90% de los gastos de las universidades corresponden a los sueldos del personal en general; sueldos de miseria arrasados desde el comienzo de su gestión. Además, el gasto de los servicios se ha multiplicado varias veces, debiendo funcionar sin luz varias facultades e institutos.
Me gustan los estudiantes
Que marchan sobre las ruinas
Con las banderas en alto
Va toda la estudiantina
Son químicos y doctores
Cirujanos y dentistas
Caramba y zamba la cosa
Vivan los especialistas
No contento con esto, el miércoles a la noche concurrió a la cena de la Fundación Libertad y volvió a mostrarse como la estrella del momento. Llegó tarde con su hermana y desde el atril, minimizó la marcha y se burló de los participantes, entre ellos el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof a quien identificó como el “soviético” y también de su ex aliado, el economista Carlos Melconian de quién usó su muletilla “con fideos y con tuco”. Saludó a Don Corlene, quién lo abrazó como el empleado del mes, siendo el ingeniero más alto que el gordito economista, podía adivinarse porqué lo felicitaba. Ambos saben que juegan cartas marcadas. Macri se entrevista con la vice, cosa que sabe el presidente; Bullrich la ministra estrella de Milei, felicitada desde el atril por el mandatario, se sentó lejos del dueño del PRO. Lejos de estas cotillas de viejas, todos están de acuerdo en destripar al pueblo argentino y alzarse con todos los recursos.
Me gustan los estudiantes
Que con muy clara elocuencia
A la bolsa negra sacra
Le bajó las indulgencias
Porque ¿Hasta cuándo nos dura
Señores, la penitencia?
Caramba y zamba la cosa
Que viva toda la ciencia.
Confrontativo, canchero, provocador sin límites, JM es sobre todo, obsceno, grosero, guarango; más que nada, perverso e indolente con las víctimas de sus políticas procapitalistas con que respalda los intereses de los grandes capitales. Se burla de las mayorías y halaga sumiso a los poderosos.
Sin embargo, este martes marcó un antes y un después. Una bisagra en la actitud y percepción de la gente que incluso lo apoyaba y apoya. Miles de estudiantes convocados lo votaron, pero no dudaron en salir a la calle cuando advirtieron lo que estaba sucediendo en sus facultades, en sus aulas y salas de estudio, en la precarización de las becas; cómo el ajuste y la motosierra era palpable desde el primer día del gobierno libertario, cuando aún estaban ocupados con las mesas de diciembre y, mucho más aún, cuando dudaban del comienzo de clases y las dificultades que día a día los fueron sorprendiendo. Salir del aturdimiento en mentes acostumbradas al estudio, permitió esta reacción y, seguramente, estarán pendientes de las convocatorias de las centrales sindicales de para el paro del 9 de mayo, como también sobre este 1° de mayo, Día del Trabajador.
Porque ¿Hasta cuándo nos dura
Señores, la penitencia?
Caramba y zamba la cosa
Que viva
Toda la ciencia.
Wooh
Ellos más que otros sectores, deben tener referencia de los movimientos de los años sesenta y setenta contra las dictaduras. Aquellos soñadores que tomaron ejemplo de la revolución cubana, de la campaña del Che Guevara, de su muerte en Bolivia, de la protesta de los estudiantes de Tatlelolco, del Mayo francés, del Cordobazo. Sueños de cambio que fueron abatidos por las balas de la derecha, primero la Triple A y luego, en 1976, las FFAA.
Por ello, como una profecía macabra, vuelve de nuevo con un ropaje democrático, pero esconde las mismas viejas mañas y resentimientos contra el pueblo. No los esconde, los pone de manifiesto con toda violencia y orgullo.
Se ha dado un paso trascendente con esta marcha que, de algún modo, aunque lo nieguen, los ha hecho trastrabillar, pelearse entre ellos. A tal punto que cualquiera, en su sano juicio diría que nos gobierna una banda de locos e irresponsables: en la Casa Rosada y en el ministerio de Capital Humano, en la avenida 9 de Julio a escasas cuadras, se tiran de los pelos los titulares y todos los empleados sufren los arrebatos de sus titulares, mientras millones de argentinos padecen sus locuras.
No hay que perder la consigna. Vamos por todo, en defensa de nuestros derechos inalienables.
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