sábado, 22 de febrero de 2025

Argentina: El pastor mentiroso

 Todos conocemos la fábula adjudicada a Esopo, donde un aburrido pastorcito abusa de la confianza del pueblo clamando ayuda porque un lobo amenaza su rebaño. Todos conocemos el final y la moraleja: “en boca de un mentiroso, lo cierto se hace dudoso”.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

Hasta ahí la fábula y, como nuestro presidente no tiene límites y en su mesiánica tarea - de allí lo de pastor de las fuerzas del cielo -  sigue superándose semana a semana. La anterior se ganó el repudio generalizado de quienes son discriminados por sus diferencias, no sólo en el país sino en el mundo; el viernes le tocó el turno a las cripto monedas, terreno que según su archiproclamada profesión de economista frente a los econochantas que ejercen en otras líneas del pensamiento económico, él, el autoproclamado candidato al Nobel, se ha considerado engañado. 
 
Humm... no vamos a entrar en detalles, cuya estafa ya ha recorrido el mundo entero el fin de semana, dado que su consejo a los futuros inversionistas de $Libra, terminó con la estafa de más de 70 mil probables inversores, lo que obligó al señor presidente a realizar una desmentida o mentida entrevista, el lunes pasado a las 20 horas, hora local que más que aclarar, oscurece: oscurece una figura oscura que ya siendo diputado había incurrido en la misma treta, claro que ahora, ha olvidado que es presidente y como tal, su condición de simple ciudadano, aunque a tiempo completo, es ocupada por la de la máxima magistratura de la nación, mal que le pese y nos pese a todos. Aunque él, precisamente él, parece ignorarlo.
 
Sin embargo, pese a que en Estados Unidos ya ha sido denunciado ante el FBI, vuelve a partir este miércoles al imperio a una reunión de la extrema derecha.
 
No es ocioso insistir en los negros tiempos que vivimos. Tiempos mentirosos de degradación continua que significa una revolución ultraconservadora. Si a Menem le llevó cuatro años, Macri no pudo en sus cuatro años tampoco, a Milei, el último presidente con apellido de letra M, también de cinco letras como los otros dos, pero con M de maldición, le llevó escasamente un año. Un año de miseria en que todos fuimos reducidos a seres miserables. 
 
Una maldición de año bisiesto como el año de la pandemia. Y, como pandemia, fuimos contagiados con un virus que nos redujo a larvas, a seres rastreros, mientras los empresarios fueron elevados al rango de héroes. Jamás hubo un disparate mayor. Jamás un pueblo fue sometido a los desastres de una guerra sin disparar un solo tiro. Miley lo hizo. Pero insisto ha sido una revolución. Una revolución en sentido inverso a las de los siglos precedentes. Un uno por ciento se enriqueció a tope y el noventa y nueve se arrastra como los gusanos, reduciendo sus gastos, reacomodando sus magros presupuestos, caminando por las calles, andando en bicicletas, abandonando vehículos, volviendo al carbón y la leña como combustibles. Un retorno a las condiciones de vida del siglo XIX, dónde el discurso conservador operaba dentro del modelo agroexportador regido por la reina Victoria: modelo al que recurre Milei como la Argentina potencia de aquel tiempo.
 
De allí que se hace necesario reescribir la historia, imponer un cambio cultural que hunda sus pies en el barro de la historia, replegar a los márgenes a los marginados del sistema como lo fueron los indios y los gauchos en su momento, o los obreros perseguidos por la Ley de Residencia de 1902. Desplegar un relato oficial en el que haya vencedores y vencidos como en 1955, 1976 o ahora, donde la perversidad y la mofa son moneda corriente, como corriente es la mentira oficial, las estadísticas, las giras oficiales de los oficiales funcionarios que salen a proclamar el éxito del modelo de déficit cero. Funcionarios que son un cero a la izquierda porque su formación es nula, comenzando por la Secretaria General de la Presidencia, “el jefe”. Nomenclatura que no resiste el mínimo análisis político ni administrativo, en contra de todo precepto constitucional.
 
El laureado escritor cubano, Leonardo Padura, nacido en la Habana en 1955, relata en su último libro publicado en 2024, “Ir a la Habana” sus setenta años en esa ciudad atravesada por los cambios revolucionarios en las antípodas de lo propuesto por el presidente libertario Javier Milei: “La denominación oficial que se le dio a aquellos años tremebundos fue el del eufemismo ‘Período Especial en Tiempos de Paz’ (se refiere a los años que siguieron a 1990, cuando caído el Muro de Berlín, la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas URSS, se disuelve y con ella, su asistencia hacia la isla). Veinte años después, cuando a un dirigente político entusiasta y despistado se le ocurrió decir que el país había superado ese estado crítico, Alguien tronó desde las alturas y advirtió que no, aún vivíamos un ‘Período Especial en Tiempos de Paz’, aunque la situación del país y sus gentes ya no fuese tan agónica.” pág. 97.
 
Debe hacerse un borrón en la memoria, como la reducción de los otrora grandes ministerios a simples oficinas dentro de ese macabro engendro denominado Ministerio de Capital Humano, que no es capital y mucho menos humano, cuya actual titular, Sandra Pettovello anda de gira por Medio Oriente, mientras se regodea con la reforma laboral libertaria. Un ejercicio orwelliano de la “neolengua libertaria” donde un Winston Smith remozado en un Santiago Caputo, entre otras mentes de las huestes del cielo, reduce todo lo existente a mercancia.
 
El pastor más mentiroso que el “lobo de Wall Street”, viene siendo rebatido desde todos los ángulos y rincones de la tierra, mucho más en las pampas chatas. El devenido Jordan Belfort local, sufrió la misma zancadilla que su ambicioso mentor...
 
Dentro de la avalancha de críticas por el denominado “criptogate” tanto al presidente como al ejercicio del periodismo por la participación del “ensobrado” Johnny Viale, la actual presidenta del Partido Justicialista en un extenso mensaje publicado en redes sociales afirmó: “¡Mirá a donde nos trajiste con tu locura!” ...”Esta vez el ‘Che milei’ no va, porque, la verdad, nunca en la historia se vio algo semejante. Desde tu cuenta oficial de X promocionaste una criptomoneda privada, creada vaya a saber por quién. Inflaste su valor aprovechándote de tu investidura presidencial” ...”Miles confiaron en vos, compraron caro y en cuestión de horas perdieron millones, mientras unos pocos (me juego la cabeza que todos libertarios) hicieron fortunas con información privilegiada.”
 
Dentro del burdo y patético rol desempeñado o, mejor dicho, en el que se ha empeñado el cuzquito austral - luego del horroroso criptogate promovido y luego desmentido - fue partir en su noveno viaje a EEUU, donde lo primero que hizo en su periplo particular para participar de la reunión de ultraderecha, fue saludar a Elon Musk y llevarle de regalo una motosierra con la leyenda Viva La Libertad Carajo, donde también estuvieron Luis Toto Caputo y Karina, su inseparable hermana.
 
De más está decir que esta semana fue objeto de críticas y burlas por parte de la presidenta de México, Claudia Scheimbaun y Gustavo Petro de Colombia, quien le sugirió que invierta en café colombiano; además fue objeto de burla por parte de un cómico español.
 
Dado su rol de bufón y de payaso, muchos periodistas aconsejaron que lleve consigo la pelotita roja para la nariz que usan aquellos artistas del espectáculo.
 
El gran enemigo para él - como lo fue para Macri en su momento - es el kirchnerismo, versión del nuevo siglo del movimiento nacional justicialista, creado por el tres veces presidente, el General Juan Domingo Perón, quien cerró el Primer Congreso Nacional de Filosofía realizado en Mendoza en 1949, con la lectura de La Comunidad Organizada. Escaso de papeles y acusado de plagio en sus libros, el pseudo doctor en Economía, pretende elevarse a la altura del viejo líder y desde allí lanzar su pensamiento ultraderechista, tan floja de papeles como su propia formación y conducta.
 
En su gran confusión mezcla socialismo, comunismo y peronismo como si se sustentaran en las mismas ideas. Confusión que lo lleva a no reconocer lo lícito de lo ilícito, llevado de la mano por ese ejército de trolls que distorsionan y maquillan a su antojo la realidad manipulando algoritmos. Las únicas personas con las que prefiere hablar son las de su estrecho círculo, que más que círculo es un triángulo, cuyos vértices son: Santiago Caputo, su hermana siamesa y desde luego, él. El resto del tiempo lo hace a través de su teléfono. Un caso muy especial... como especialistas deben ser los abogados consultados para eludir los flagrantes delitos en que ha incurrido, poniendo en duda la división de poderes de la República, dado que el Poder Legislativo mira para un costado y el Judicial en donde la causa cayó en las manos de la Jueza María Romilda Servini de Cubría, terminó delegándola en el Fiscal Eduardo Taiano, quien evaluará si impulsa el proceso. Cabe recordar que la octogenaria funcionaria del Ministerio Público, fue promovida en los años noventa del siglo pasado e intervino en el renombrado caso de corrupción, conocido como el Yomagate.
 
Altamente capacitada, puede asegurarle desde ya al presidente que la causa dormirá el sueño de los injustos...
 
Mientras todo esto sucede, la miserable situación de los argentinos ha sido revelada estos días por los últimos datos del coeficiente Gini correspondiente al año 2024, cuyo valor es de 0,436, mientras que en 2023 fue de 0,417. Vale recordar que el coeficiente de Gini toma valores entre 0 y 1, de modo que el valor 0 significa igualdad absoluta de todos los ingresos y el valor 1, el caso extremo contrario. Esa diferencia de 0,019 pone de manifiesto el éxito del mayor ajuste en la historia de la humanidad. Algo infame en extremo, porque desagregando la lectura por ciudades y regiones, la cosa es indignante. Además, lo que todos sabemos es que esas cifras abarcan a millones de personas de todas las edades que padecen las acciones de este perverso pastor mentiroso. Pero... como todo lo que va, vuelve obligadamente, sus días no van a ser un jardín de rosas...

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