El desafío del 7 de
octubre –y no le cabe dudas ni a los chavistas ni a la oposición– es
determinante para el futuro del país. Hay analistas que consideran que estos
últimos están más claros que el chavismo en el carácter dilemático, en lo que
se juegan en esa fecha y que por eso están dispuestos a echar el resto… Con los
episodios de la salud del presidente Chávez, la palabra más escuchada en los
últimos meses, es “incertidumbre”.
Aram Aharonian /
ALAI
Marcha de trabajadores en Caracas, el pasado 1 de mayo |
A pesar de la grave
enfermedad del presidente Hugo Chávez, de su recaída luego del tratamiento con
quimioterapia en Cuba, se sigue insistiendo en que se presentará a la contienda
electoral del 7 de octubre, aun cuando sus apariciones públicas han disminuido
al igual que su permanencia en el país.
Una de las primeras
menciones de una posible ausencia electoral del Presidente la deslizó
sutilmente el exministro y hoy encuestador Jesse Chacón, a finales de abril.
Luego, el propio mandatario señaló a finales de mes, en cadena nacional, que
“cuando de verdad este cuerpo se acabe, Chávez no se acabará, Chávez ya no soy
yo, Chávez está en las calles, en los pueblos; se hizo alma nacional,
sentimiento para seguir dando la batalla por Venezuela”.
Las enormes
movilizaciones de masa de los seguidores del Presidente (sobre todo la del 1 de
mayo) han servido de respuesta a los permanentes ataques mediáticos de la
oposición.
El desafío del 7 de
octubre –y no le cabe dudas ni a los chavistas ni a la oposición– es
determinante para el futuro del país. Hay analistas que consideran que estos
últimos están más claros que el chavismo en el carácter dilemático, en lo que
se juegan en esa fecha y que por eso están dispuestos a echar el resto… Con los
episodios de la salud del presidente Chávez, la palabra más escuchada en los
últimos meses, es “incertidumbre”.
Desde el espacio de la
oposición y la derecha, es usada como una herramienta para llevar desmoralización
a los seguidores chavistas.
De todas formas, y
mientras todos esperan a Chávez, el último estudio de Hinterlaces refleja que
74% de los encuestados piensa que Chávez logrará curarse y se medirá con el
candidato opositor, Henrique Capriles Radonsky, el 7 de octubre
"Chávez somos todos", la consigna del chavismo y el PSUV. |
El coordinador de la
comisión de planificación y evaluación del comando, Wilmar Castro Soteldo,
expuso ante los 23 jefes regionales de diputados y directores estadales del
partido las 3 virtuales situaciones que puedan enfrentar en los próximos 5
meses, debido, entre otras, a la enfermedad de Hugo Chávez.
“El Presidente tiene
cáncer. No es cualquier cosa y cualquier conflicto se puede desatar”, advirtió
Castro Soteldo . “Hay que prepararse para que no haya elecciones porque la
oposición está perdida y no querrá elecciones “, añadió.
Aunque el chavismo busca
minimizar el caso del exmagistrado Eladio Aponte Aponte, Castro Soteldo señaló
que la oposición tiene una estrategia de muertes selectivas como la del
exgobernador de Apure Jesús Aguilarte y del exdirector de la DIM, general Wilme
Moreno. “Es capaz que se plantee el asesinato de Aponte para hacer ver que
somos un narcoEstado. Ese delincuente sabe algunas cosas y las podría decir”,
señaló.
Lo extraño es que desde
Miraflores se ha insistido en que Chávez está bien, se “recupera
satisfactoriamente y que confían en ganar en octubre. Castro Soteldo
informó que hay tres unidades estratégicas en el comando Carabobo:
medición y planificación; inteligencia y contrainteligencia y, por supuesto, la
unidad antigolpe.
“La tarea nuestra es
garantizar el menor costo (esfuerzo) al líder. Hasta ahora la respuesta nuestra
ha sido reactiva, sin armas estratégicas para enfrentar la campaña mediática de
que estamos en presencia de un `Estado fallido’ y de un narco Estado”.
¿Y, entonces, qué, quién?
Esa incertidumbre alentó
al grupo Marea Socialista, que propuso una conducción colectiva para el
proceso, la lucha por una nueva forma de gobierno, “desmantelando las
camarillas burocráticas, la participación directa en la elaboración,
planificación y ejecución de las medidas revolucionarias en ese gobierno de un
Consejo Nacional de Movimientos Sociales y Populares con voceros electos y
revocables en cualquier momento desde las bases, que este Consejo sea el
encargado de gobernar con Chávez”.
Adán Chávez (izq.) y Nicolás Maduro (der.) acompañaron al presidente venezolano en su tratamiento médico en Cuba |
La posibilidad de que
Chávez nombre nuevo vicepresidente puede dar señales nuevas al interno del
chavismo, donde la corporación militar sigue siendo fuerte y generalmente
determinante en momentos de decisiones. Y los nombres siguen dando vueltas: que
si Jaua o Cabello, que si el canciller Nicolás Maduro o el ministro de Energía
Rafael Ramírez, que si el hermano del presidente Adán Chávez, que si el alcalde
capitalino Jorge Rodríguez, que… Sólo especulaciones, por ahora.
Mientras hay quienes,
desde el papel o el micrófono, planean otros escenarios, donde reaparece el
nombre del ex vicepresidente José Vicente Rangel como “hombre para la
transición”, aunque no se especifica hacia dónde se transitaría.
Enlodar la cancha
Las visitas del presidente Chávez a Cuba, como parte de su tratamiento médico, alientan la guerra sucia de los medios de comunicación de la derecha internacional. |
En esa estrategia
desestabilizadora los días 19 y 20 de abril del 2012, montaron una información
sobre la muerte en Cuba del presidente Chávez, por la vía de mensajes de texto,
donde se decía “que médicos cubanos del equipo que lo atienden en La Habana decían
que no resistió el tratamiento de radio terapia y falleció”.
La mentira también fue
legalizada por los medios de prensa privada, CNN y Globovisión, y por algunas
agencias de noticias. La noticia, supuestamente originada en Venezuela, es
publicada primero por medios extranjeros y, luego, de rebote, vuelve como
“verdad”.
También en ese fin semana
se habló de un golpe de estado realizado por la Marina, mientras por otro lado
se informaba que el Presidente de la Asamblea Nacional (AN) Diosdado Cabello
encabezaba un golpe de estado con un sector de militares, ante el falso deceso
de Chávez.
Mientras los medios
comerciales venezolanos y los formadores de opinión de la prensa panamericana
cartelizada insistían en las denuncias del ex juez Aponte Aponte, cooptado por
la DEA, el ministro del Interior, Tarek el Aissami, denunciaba una red
comprometida para lavar millones de dólares, dirigida por líderes de la
oposición, lo que fue prácticamente invisibilizado por los medios comerciales.
Como siempre.
Según “Marciano”,
seudónimo con el que (se dice) firma el exvicepresidente José Vicente Rangel,
“Si es necesario que corra sangre, no vacilarán en provocar la violencia. Si es
necesario solicitar la intervención extranjera, no vacilarán a la hora de
recurrir a ella. Si es necesario aliarse con el demonio, lo harán sin
escrúpulos. Su objetivo es impedir que Chávez gane las elecciones de octubre,
lo cual significa para ellos la consolidación, por la vía legal, constitucional
y democrática, de la revolución y la profundización de los cambios sociales y
económicos”
Para muchos analistas,
sectores de oposición van a extremar su estrategia de violencia, su actividad
conspirativa, la guerra mediática, con el propósito de lograr la
descalificación total de las comicios y poder reivindicar nacional e
internacionalmente el carácter fraudulento de las elecciones.
En ese sentido, se
multiplican y multiplicarán los ataques y las descalificaciones contra el
Consejo Nacional Electoral. Cual Lázaro, el 24 de abril, reapareció la organización
Súmate, comprobadamente financiada por el gobierno de Estados Unidos,
cuestionando la transparencia del registro electoral, mientras se sigue
preparando el escenario virtual internacional de “fraude”.
Mario Villegas, desde las
filas opositoras señala que no descarta que en el país existan mentes
enfebrecidas que acaricien el sueño y hasta se masturben con la sola idea de
que marines norteamericanos desembarquen en costas venezolanas para deponer, a
sangre y fuego, al gobierno de Hugo Chávez Frías.
Para esas mentes, que de
venezolanas tal vez no tengan más que una partida de nacimiento –agrega- el
mayor orgasmo de su vida sería ver a Chávez cual Manuel Noriega, apresado por
gigantones gringos y luego reseñado en Washington con un cartelito al pecho, bien
sea de la DEA, la CIA o el FBI. Las siglas no les importan, siempre que
sean “Made in USA”. Ese sueño parece haberse renovado con las escandalosas
confesiones-acusaciones del ex magistrado Eladio Aponte Aponte.
Chávez, a fines de abril,
sorprendió al disponer la constitución de un Consejo de Estado, cuya primera
tarea será la de estudiar la salida de Venezuela de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA. Este organismo paraestatal
panamericano recurrentemente ha señalado que no hay garantías de debido proceso
ni separación de poderes instalando un “imaginario” que permita respaldar una
denuncia de fraude electoral por parte de la oposición.
Es más, el diputado
derechista Américo De Grazia, informó que en los próximos días acudirá a la
Embajada de Estados Unidos en Venezuela, con el fin de solicitar a su
representante una audiencia con carácter de urgencia para requerir que
interceda ante la DEA, para que otorgue las declaraciones suscritas por el ex
magistrado Eladio Aponte Aponte.
La candidatura de Capriles ¿no cuaja?
Henrique Capriles, candidato de la oposición |
Para Ochoa, desde el
punto de vista del discurso político y del mensaje electoral, la bandera debe
ser es el Gobierno de Unidad Nacional, “que incluya aún a aquéllos que
desde el chavismo popular y democrático quieran ayudarnos a sacar al país del
inmenso atolladero histórico en que se encuentra. Tanto fue así, que es tal vez
la propuesta principal y articuladora de los lineamientos programáticos
aprobados por la MUD”.
La prensa divulgó lo
tratado “a puertas cerradas” por el Comando (electoral) Carabobo, donde el
chavismo manejó tres escenarios electorales. Elecciones con Chávez débil, sin
él o que no haya comicios.
La respuesta fue del
diputado Juan Carlos Caldera, quien rechazó cualquier escenario distinto a unas
elecciones presidenciales pacíficas, previstas el próximo 7 de octubre, y
advirtió que cualquier otro sería colocarse al margen de la Constitución.
“(…)No podemos depender
de la circunstancia de que el Presidente de la República sea o no candidato,
para seguir el camino de la Constitución. Las elecciones se llevarán a cabo el
próximo 7 de octubre con o sin Hugo Chávez como candidato”, destacó.
Dijo que la oposición aspira
a que el Presidente se recupere pronto y se incorpore a la contienda electoral.
“Confiamos que el presidente será el candidato y de esta manera podremos
derrotarlo por la vía electoral, para poder cerrar un ciclo de 14 años e
iniciar al nuevo ciclo en Venezuela, pero eso es una decisión del partido de
gobierno y no de nosotros, que sí tenemos nuestro candidato”.
Los escenarios
Chávez es favorito indiscutible para triunfar en las elecciones del próximo 7 de octubre. |
En su análisis, Eleazar
Díaz Rangel, director del diario Últimas
Noticias, señala que en este escenario se devaluarían los bonos venezolanos
en el mercado internacional a la vez que se deterioraría la inversión
extranjera. En el plano político, la reforma de las estructuras buscaría
acelerar la recentralización administrativa restándole competencias y recursos
a las instituciones locales y regionales (sobre todo aquellas afectas a la
oposición -muchas de las cuales correrían el riesgo de volver a manos del
oficialismo como producto del momentum chavista tras el 7 de octubre). No
debería descartarse la posibilidad de un nuevo intento de modificación de la
Constitución.
Sin dudas, una victoria
de Capriles significaría un cambio de rumbo y un retorno a épocas pasadas poco
inclusivas, equitativas. Y, quizá sea un renacer de las expectativas de los
inversionistas trasnacionales sobre el país, aun cuando se espera que el
principio rector de un nuevo gobierno sea la moderación (y no el ajuste de
cuentas), como forma de consolidar su gobernabilidad en un país donde el
chavismo mantendría el control de las instituciones, recursos y armas
Un eventual gobierno de
oposición deberá mantener controles y hasta intensificar muchos de los
programas sociales. Díaz Rangel señala que la alteración en las relaciones de
poder probablemente provoque más de un reacomodo ideológico (o salto de
talanquera) pero todo eso requiere tiempo.
Entre estos escenarios
tampoco se descarta la posibilidad del conflicto, ante la posibilidad de una
derrota cantada y en función de la evolución de la salud de Chávez, las
distintas facciones oficialistas podrían patear la mesa y postergar las
elecciones o inclusive tratar de desconocer resultados.
El debate sería
entre la lealtad a un proyecto y la lealtad a las instituciones. Claro,
siempre queda la incógnita: ¿a quién responderán los altos mandos castrenses?
- Aram Aharonian
es
periodista y docente uruguayo-venezolano, director de la revista Question,
fundador de Telesur, director del Observatorio Latinoamericano en Comunicación
y Democracia (ULAC).
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