sábado, 1 de agosto de 2015

Este 26 de julio

Cuba ha sido un faro para el imaginario libertario en el mundo. Esperemos que continúe así.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México

El domingo 26 de julio de 2015, se cumplieron 62 años desde aquel día en que un grupo de revolucionarios cubanos intentó tomar el Cuartel Moncada en la ciudad de Santiago de Cuba. Desde 1959, cuando triunfó la revolución cubana esta fecha se convirtió en efemérides de la revolución cubana.  Cincuenta y seis años después de haber triunfado dicha revolución, el mundo ha cambiado de manera sustancial y buena parte de las premisas que sustentaron al sueño revolucionario han dejado de existir. Las piezas fundamentales de la correlación de fuerzas existentes a mediados del siglo XX no existen: la presencia de la Unión Soviética y el campo socialista, los movimientos de liberación nacional en Asia, África y América latina, y el movimiento obrero internacional. En este contexto,  desde 1989 Cuba ha defendido su proyecto socialista en las condiciones más adversas.

Este 26 de julio la gesta del Moncada se conmemora seis días después de que se han reabierto las sedes diplomáticas en Washington y en La Habana. Muchas cosas seguirán cambiando en la isla a partir del anuncio de la reapertura de las relaciones diplomáticas. En tan solo tres meses después de dicho anuncio, 50 mil estadounidenses ya habían visitado a Cuba y el turismo proveniente de los Estados Unidos de América seguirá incrementándose de manera significativa. Ambos países han concordado que la representación diplomática estadounidense en Cuba no otorgará asilo a personas que dentro de la isla lo soliciten. Congresistas republicanos están solicitando que 35 mil residentes que han tenido problemas con la ley sean deportados a Cuba. Es muy probable que se derogará la llamada “Ley de Ajuste Cubano”  que ha permitido un estatuto migratorio privilegiado a todos los cubanos que han emigrado  hacia dicho país. Dentro de un tiempo recibirán un trato parecido al que reciben todos los demás migrantes de la periferia capitalista. Y desde mayo del presente año se ha venido diciendo que una visita del residente Obama a Cuba no está descartada. Veinte y seis años después de la caída del muro de Berlín, se avizora el fin de la guerra fría en lo que a Cuba se refiere.

Las reformas económicas que se han ido introduciendo desde que Raúl Castro ocupó el lugar que tenía antes Fidel, paulatinamente han ido introduciendo una economía de mercado aun cuando la postura oficial es que el socialismo como proyecto se seguirá manteniendo. Pero las reformas económicas, entre ellas la futura apertura de una zona franca en el Puerto de Mariel, han empezado y empezarán  a generar diferenciaciones sociales. En el último congreso de la Latin American Studies Association en San Juan, Puerto Rico, pude escuchar a una socióloga cubana hablando de que se estaba gestando en Cuba “un socialismo de clases medias”. Probablemente la colega cubana estaba refiriéndose al nacimiento de nuevos grupos sociales que por ejemplo tienen capacidad para hospedarse en hoteles de lujo y comer en restaurantes antes reservados a turistas.

Cuba ha sido un faro para el imaginario libertario en el mundo. Esperemos que continúe así.

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