Estos gobiernos
neoliberales que han ido asumiendo el poder descreen de la integración de sus
pueblos ya que reniegan de la historia común, puesto que su bonanza y
prosperidad individual proviene de la explotación como lacayos vernáculos de
las potencias de turno y las transnacionales.
Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza,
Argentina
No es un chiste, es
otro síntoma de la lamentable realidad en la que hemos caído o nos han hecho
caer. Fue en 2012, haace varios años, tal vez un siglo porque no lo podemos
medir en el tiempo, se hizo en esta tierra la Cumbre del Mercosur, allí
estuvieron Cristina Fernández de Kirchner como anfitriona, también vino Dilma
Rousseff (Brasil), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), Sebastián
Piñera (Chile), Ollanta Humala (Perú), Pepe Mujica (Uruguay) y, como invitado
Nicolás Maduro de Venezuela. Paraguay no estuvo presente, porque justamente su
presidente, Fernando Lugo había sido destituido por un golpe de Estado una
semana antes y todo el grupo de mandatarios en conjunto, rechazaron a las
autoridades emergentes de aquella conspiración. Incluso, el entonces canciller argentino,
Héctor Timerman advirtió al inaugurar el 27 de junio de 2012 la Cumbre Social
en Las Heras, “no van a golpear a Cristina como golpearon a Lugo y Zelaya, en
Honduras”, mientras los asistentes coreaban “Lugo, querido, el pueblo está
contigo”.
Luego ocurrió como en
ese artilugio lúdico en donde las piezas de dominó van cayendo una tras otras
hasta quedar toda la formidable formación en el piso. Uno a uno los gobiernos
comenzaron a rodar por golpes blandos, la nueva manera que asumieron las
derechas de derrocar gobiernos electos de la mano del imperio, en un momento de
repliegue de las Fuerzas Armadas.
No teníamos conciencia
de lo que vendría después, de esa pesadilla insomne del cambio que nos redujo
nuevamente o, nos volvió a de vuelta a la colonia, así, con minúscula, por
elección y designio de las autoridades cipayas y cortesanas. El mismo Paraguay
marcó el rumbo en 2013, cuando instaló en el gobierno a Horacio Manuel Cartes,
un joven empresario ligado al fútbol, algo premonitorio. Luego vendría la
destitución de Dilma Rousseff, cuya inconsistencia deliberada ha sido
comprobada, al punto que el presidente Temer no cuenta con el mínimo apoyo y su
delicada situación remite a una caída inminente. No obstante ello, en la
reunión de jefes de Estado prevista para el 21 del corriente y ya confirmada
oficialmente, deberá asumir la presidencia pro témpore del organismo.
Otro tanto sucede con
Venezuela asediada como nunca, también se debate presionada por los cuatro
costados, por dentro y por fuera para desalojar el gobierno del presidente
Maduro y, su ingrata presencia para sus colegas también está en duda.
Estos gobiernos
neoliberales que han ido asumiendo el poder descreen de la integración de sus
pueblos ya que reniegan de la historia común, puesto que su bonanza y
prosperidad individual proviene de la explotación como lacayos vernáculos de
las potencias de turno y las transnacionales, al punto que es mucho más
importante viajar a la reunión del G20 para ver qué se cocina por allá o qué
migaja les puede quedar, descontando que Merkel tiene que frenar al muchacho
del jopo por el cambio climático, que participar del aburrido y burocrático
Mercosur.
También es el primer
acto importante para el nuevo Canciller argentino, Jorge Faurie, quien acaba de
reemplazar a Susana Malcorra que, de Embajador de Francia pasará a encabezar el
suntuoso Palacio San Martín, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Hombre del riñón del presidente, intentará un acercamiento con los países
integrantes de la Alianza del Pacífico, denostada por Donald Trump, pero que,
ante el resultado electoral de las primarias de Chile y el triunfo del
empresario Sebastián Piñera, quien iría en las próximas elecciones del país
trasandino por su segundo mandato, ofrecería un espacio apto para los ansiados
negocios que parecen desvelar a toda esta camada.
Dentro de las
ridiculeces realizadas en la capital de la provincia por la restricción del
evento, la Policía Federal se ha dedicado a identificar a todos y cada uno de
los vecinos cercanos al hotel Sheraton en donde se alojarán los invitados para
que no ingresen en el radio cercado de cuatro cuadras personas que no estén
previamente identificadas con fotografías y número de documento debidamente
registrados. Los comerciantes se han quejado porque, en esa situación tendrán
días muertos, a lo que el gobierno les ha dicho que, con lo que consume el
personal afectado a las tareas cubrirán las pérdidas. Todo es así de burdo,
aunque lo disfracen dentro de la encriptación de seguridad diplomática.
Lo único divulgado por
el gobernador local, orgulloso adalid de Cambiemos, es que vendrán las
comisiones de los distintos países para realizar las reuniones programadas
cuyos resultados, caerán en el olvido, estimulados por los excelentes vinos de
la que se enorgullece la Octava Capital de esta bebida.
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