El acecho en que se encuentra el país con las diversas formas de
injerencia externa amerita una lucha anticolonial, sólida y orgánica. No solo
debemos alzar la voz contra la injerencia externa, también con el apoyo interno
de los gobiernos de turno, y también, contra la servidumbre de esa burguesía
rentista funcional a esa estructura.
Abdiel Rodríguez Reyes / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá
El proyecto
neocolonialista en Panamá algunos lo ubican a partir de la muerte de Omar
Torrijos en 1981, otros con la Invasión de Estados Unidos a Panamá en 1989. Lo
cierto es qué, hay un desmontaje de todo lo liberal y nacional popular que
fortalecía de alguna u otra forma al Estado nacional, para dejarlo totalmente
indefenso ante los intereses de la política exterior estadounidense, la
burguesía rentista y la clase política opera funcionalmente a esos intereses,
junto a la ínfula de su poderío extraterritorial en sus antiguas colonias laceran
la soberanía nacional.
En la
coyuntura, estamos viendo las consecuencias de ese poderío, por medio de la
inclusión del dueño del Grupo Editorial El Siglo y La Estrella de Panamá (GESE)
en la Lista Clinton, se sienten. El GESE se ha visto afectado por las medidas
de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento de Hacienda de
los Estados Unidos, con: la cancelación de la póliza de los seguro a los
colaboradores, VISA y MasterCard no brindarán sus servicios en
los puestos de venta, y por último, el incremento de las cancelaciones de
pautas publicitarias; todas estas medidas como resultado de una disposición que
no es parte de la legislación panameña, sino estadounidense, es un mini bloqueo
extraterritorial.
La Estrella de
Panamá es el periódico
con mayor peso histórico en el país, tiene una importancia simbólica en nuestro
imaginario colectivo. Por lo que, la tentativa de cerrar sus operaciones ha
reanimado aversión a la política exterior norteamericana. En los últimos años,
en particular con los gobiernos postinvasión, es evidente la
servidumbre ante los intereses norteamericanos, a pesar de que, muchas veces
preferimos ver hacia otro lado como si no existiera. El colonialismo
estadounidense nunca se fue, mutó a otras formas, y ahora se nos presenta como
habitual. Nunca se debió bajar la guardia, ahora que nos golpean en la cara,
solo nos queda reaccionar.
En otro momento
y con otra correlación de fuerzas geopolíticas, Panamá hubiese contado con
apoyo y repudio internacional a esa decisión unilateral de Estados Unidos de
imponer un mini bloqueo al GESE. Esto no sólo afecta a un grupo económico
del país, sino, quebranta la soberanía nacional. Es una clara muestra de
neocolonialismo.
Ahora vemos,
con justa razón, apoyos variopintos al GESE, como también vemos un rotativo más
cerca del pueblo que nunca. Ni una ni la otra debieron bajar la intensidad y
apoyo mutuo. Ahora estamos reaccionando y no actuando planificadamente, fue
ingenuo pensar que Estados Unidos no impondría su agenda sobre nuestra
soberanía. Si tenemos un tigre hay que alimentarlo, y el apetito del Imperio es
insaciable. Con la Lista Clinton se está aplicando la política del Gran
Garrote de Teddy Roosevelt en las repúblicas bananeras. Mientras los gobiernos
de turno y la burguesía rentista se conforman con la zanahoria.
El acecho en
que se encuentra el país con las diversas formas de injerencia externa amerita
una lucha anticolonial, sólida y orgánica. No solo debemos alzar la voz contra
la injerencia externa, también con el apoyo interno de los gobiernos de turno,
y también, contra la servidumbre de esa burguesía rentista funcional a esa
estructura. Ya nos advertía Ricaurte Soler sobre la necesidad de “identificar
las fuerzas, clases y grupos que subjetiva y objetivamente conspiran contra la
afirmación del Estado nacional panameño” esto lo señaló Soler en 1991 en el
marco del “neocolonialismo en la posguerra fría,” en esa línea, debemos estar
alertas ante cualquier forma de injerencia externa, en donde debemos enfocar
con quien y contra quien luchamos, en donde no faltará quienes quieran pescar
en río revuelto.
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