La Argentina mileica se supera día a día, semana a semana, por lo tanto, la segunda apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación no podía ser como la primera, ni como la semana anterior, para nada. La agresión al diputado nacional Facundo Manes, quedará en los anales de la Casa de las Leyes o pasará al olvido, cuando otro suceso desquiciado lo desplace.
Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina
Como venimos describiendo semana a semana, la maldición del año bisiesto viene cumpliéndose con la siniestra precisión de un reloj. Será tarea de eruditos del mañana descifrar la perversidad reiterada de los tres mandatarios argentinos cuyos apellidos comienzan con la letra “M” de maldad, de excremento y contienen cinco letras.
Algo que escapa a nuestra pobres cabezas terrenales, debe haber sucedido para que tantas desgracias hayan caído sobre el sufrido pueblo que viene padeciendo el mayor ajuste de la historia de la humanidad, mientras su mentor sigue a la espera del Nobel.
Miles de personas despedidas del sector público y otras decenas de miles del sector privado por cierre de empresas son el saldo no explícito ni comentado por el mandatario en un vacío Congreso y con la cámaras de televisión solo enfocadas en la claque oficial, desde donde llovían las loas y aplausos, porque afuera el repudio popular llenó los alrededores del Congreso, cuyo edificio estuvo blindado por efectivos de la Policía Federal, dispuestos a dar palos como lo hacen todos los miércoles con los jubilados.
El miércoles de miércoles, también hubo un gran apagón en CABA donde más de cien mil personas quedaron sin luz incluida Casa Rosada y el Congreso de la Nación por causa de la falta de inversión de la distribuidora de energía EDESUR, la que previamente multiplicó sus tarifas, como ocurrió en el gobierno de Mauricio Macri y como ocurrió con Mauricio Macri, hubo un apagón en la línea que venía de Yaciretá y dejó a varias provincias sin energía eléctrica sin que hubiera explicaciones ni responsables. La sensación térmica rondaba casi los 45°C y el corte paralizó líneas de subterráneos y semáforos transformando en un caos el microcentro porteño. Las autoridades responsables como siempre, tampoco dieron la cara...
Muchos restan importancia a los sucesos del Congreso, algunos hasta sugieren que el episodio estaba armado. Sin embargo, el hecho hizo salir de las sombras al asesor estrella, Santiago Caputo, el que conforma junto con los hermanos Milei el triángulo de poder que domina al país. El asesor estrella pone las ideas, el “jefe” o la cajera encargada de las entrevistas presidenciales, cobra y embolsa y su subordinado, pone la cara.
Esto desde luego poco tiene que ver con el sistema democrático y el respeto a las instituciones republicanas, muchos se van dando cuenta día a día, y otros siguen engañados como el primer momento y contestan que es cuestión de darle tiempo, dado que bajó la inflación y logró el déficit cero. Son los mismos que hacen oídos sordos a las críticas de los docentes, los jubilados y miran al costado ante la gente que vive en las calles, comiendo los restos de comida de los basureros.
Todo es muy bizarro, grosero, burdo, irracional que faltan adjetivos para definir las horrorosas situaciones que se viven cotidianamente.
El alineamiento o mejor dicho, el vergonzante sometimiento al imperio de Trump, dado el obligado endeudamiento al Fondo Monetario Internacional y el dólar planchado, deja al país expuesto sin reservas en dólares, mientras el trámite sigue sin decidirse por las autoridades del organismo, mientras tanto también, las consecuencias para el mercado interno siguen perjudicando a los que menos tienen, como viene sucediendo con la economía desde que asumió el gobierno Javier Milei.
El presidente en estos días amenaza con arreglar con el FMI con un DNU, pero la vocera del organismo Julie Kozack, insiste que si bien hay un entendimiento sobre la necesidad de continuar con las medidas de crecimiento, debe existir un amplio acuerdo político y social, que por el momento no se da. Es menester aclarar que quien endeudó extraordinariamente al país es el mismo Luis Toto Caputo, cuando era ministro de Economía de Mauricio Macri y hoy le toca la misma función que en aquellos momentos y el destino del préstamo fue la fuga de los dólares obtenidos. Algo que ya había hecho el ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz, con la denominada bicicleta financiera. Esquema archirrepetido que paga el pueblo argentino, mientras los ricos se enriquecen mucho más.
Otro tanto sucede con los impuestos fijados a las importaciones por la administración estadunidense, tendientes a proteger su propia producción en un intento perdido de frenar al gigante asiático, pugna imposible de ganar dado el tamaño del comercio mundial chino y los intereses que vienen manejando desde hace tiempo en la región; pelea perdida por más que la prepotencia del mandatario yanqui intente disfrazar la magnitud de poderes en ciernes.
El puerto de Chancay a 75 km de Lima contruido por China, al que ellos denominan Shangáy, inaugurado en el mes de noviembre pasado es una muestra concreta y palpable de cómo avanzan sus negocios en la parte sur de América, sin los bombos y platillos a los que nos tiene acostumbrados los medios hegemónicos que maneja el imperio.
Los cimbronazos tanto en el desmantelado sector industrial como en el campo, vienen poniendo en estado de alerta a las cámaras empresarias respectivas. El descontento empresario comienza a sumarse a la protesta generalizada de las centrales obreras, puesto que la recesión no parece abandonarnos...
Este viernes seis de marzo una nueva tormenta como la ocurrida el año pasado en Bahía Blanca a puesto en jaque al gobierno nacional, al de la provincia de Buenos Aires, de la Intendencia dada la magnitud del vendaval que hasta el momento se ha cobrado nueve vidas, cuyo operativo ha sido delegado a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Todos recordamos el papelón anterior cuando el presidente viajó en compañía del ministro de Defensa Luis Petri, con uniformes de fajina y les dijeron que se las arreglaran como pudieran, que para eso eran libres.
Los funcionarios estaban invitados a viajar a Mendoza, por el gobernador, Alfredo Cornejo a presenciar la Fiesta Nacional de la Vendimia, pero se les aguó la fiesta y al menos, deberán hacer como que se apiadan de sus conciudadanos si quieren llevar agua a su molino partidario en un año de elecciones, cuando las pretensiones de La Libertad Avanza como partido político es llevar sus propios candidatos en todas las jurisdicciones electorales.
Cada semana se les caen las máscaras y lucen con toda claridad sus perversas ambiciones, su apetito de poder sin límites como también su sumisión desmedida ante los poderosos del planeta. Nada los detiene, ni los escándalos ante la justicia, ni la publicidad de sus actos ilegales. Para ello tienen que nombrar jueces dóciles en la Suprema Corte y ejercer a través de Decretos de Necesidad y Urgencia, cosa de disolver la división de poderes, como en la más retrógrada de las tiranías. Cuando se lee el texto del discurso presidencial expuesto en la apertura de sesiones del Congreso del 1° de marzo, advierte la letra muerta que significa la igualdad de los ciudadanos que pretende defender, como también el sinsentido de eso que define como libertad con la que suele terminar en sus discursos. Una libertad que, como bien dice y repite, se va al Carajo.
La naturaleza obra por sí misma causando sus propios desmanes, más allá de las retorcidas voluntades humanas que nos gobiernan, generando otros desmanes donde la avaricia y la perversidad se destacan como objetivos prioritarios.
Lejos se está de perseguir el bien común y solucionar las vidas de los menos favorecidos. Hemos descendido abruptamente en materia de derechos adquiridos y la regresión abarca todos los resquicios del Estado que no cesa de ser erosionado por personajes siniestros que dejan en manos del mercado todo aquello que era patrimonio de la solidaridad social.
Siglos de luchas y acuerdos internacionales van siendo abolidos sin ningún fundamento científico ni racional, dejando a millones de personas desprotegidas en caso de una pandemia o de crisis climáticas como las que vienen asolando a los países más pobres.
En momentos en que el jefe de la Iglesia Católica, nuestro compatriota el Papa Francisco, atraviesa un difícil trance de salud, pareciera que la Providencia nos deja en la más oscura de las intemperies. Roguemos porque no sea así...
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