sábado, 15 de marzo de 2025

Argentina: La Libertad ¿Avanza?... las aguas sí

Mientras el año electoral comienza a movilizar a las fuerzas políticas, el partido de gobierno: La Libertad Avanza, pretende extender su presencia a todas las jurisdicciones del país, gestión que está a cargo de la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, sobre la que están cayendo precisamente denuncias sobre corrupción, delito que comparte con su hermano. 

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

Sin embargo, estas noticias han sido desplazadas luego que un devastador temporal arrasara con la localidad de Bahía Blanca, dejando bajo el agua decenas de miles de viviendas y se cobrara la vida de más de veinte personas. Un hecho como el sucedido el año pasado, pero mucho más intenso y arrasador en el que el recién electo presidente Javier Milei concurrió con el ministro de Defensa, Luis Petri y, como la consigna gubernamental era y es “No hay plata”, los instó a solucionar el problema por sus propios medios, conforme el ambiguo concepto de libertad que maneja su espacio político.
 
Como es bien conocido, el término “libertad” es uno de los más controvertidos del lenguaje político de todos los tiempos, siendo usado desde distintos ángulos e intereses que pueden hasta llegar a significar lo opuesto. En este sentido, según los principios fundantes del partido fundado el 13 de diciembre de 2022, La libertad avanza, que aparece en Wikipedia, “se centra en la protección y bienestar de la sociedad, priorizando la lucha contra la inflación y la reforma del Estado para garantizar la vida, la libertad y la propiedad de todos los ciudadanos. El espacio también cree en un Estado de Derecho fuerte que proteja los derechos fundamentales, en la represión del delito y en el diálogo constructivo como medio para alcanzar un país libre y próspero.” Conforme esta información librada a todo el público, dos objetivos prioritarios anteceden a los derechos fundamentales que pretende defender y estos son: la lucha contra la inflación y la reforma del Estado. En el logro de estos dos postulados fundantes no se describen principios éticos ni morales y conforme la praxis llevada a cabo en los quince meses de gobierno, el fin justifica los medios. Frase ésta, aunque adjudicada a Maquiavelo, el florentino jamás la expuso en El príncipe, salvo algunos tiranos se arriesgaron a ponerla en práctica y la reacción que despertaron fue proporcional al daño cometido. Todos terminaron en el cadalso. 
 
Así, sin anestesia ni tener en cuenta las consecuencias sociales de las medidas aplicadas, el presidente libertario, mientras se anunciaba al mundo como el nuevo mesías, aplicaba orgullosamente “el mayor ajuste de la historia de la humanidad”, favoreciendo a la alta burguesía que representa y aniquilando al 99 por ciento de la población argentina. 
 
Cumplió con bajar la inflación y destruir el Estado o lo que va quedando de él, por eso los medios empleados han estado acordes con la devastadora acción emprendida. Ausente de principios éticos, introducir la cripto estafa funciona con bloquear al Congreso de la Nación y reprimir cualquier reacción popular, sacando a miles de agentes de la Policía Federal, de la Gendarmería Nacional, de la Prefectura o cualquier fuerza que, como en las mejores épocas de la dictadura, imponga la prepotencia de un poder que cree respaldarse en el mandato democrático de las urnas, que de democrático no tiene absolutamente nada. 
 
Lo ocurrido ayer frente al Congreso Nacional con el empleo de camiones hidrantes de Gendarmería, el uso de gas lacrimógeno, uno de cuyos lanzamientos hirió mortalmente al fotógrafo Pablo Grillo apostado con su cámara a ras del piso; la agresión de una anciana mayor de ochenta años por parte de un efectivo de la Policía Federal que le arrojó un bastonazo y luego intentó desaparecer entre los suyos, un patrullero incendiado dudosamente, como la dudosa arma plantada para vincularla con los manifestantes y los hechos de violencia, son incidentes registrados por las cámaras y tienen de testigos a miles de manifestantes que iban en son de paz. Las justificaciones de la ministra Bullrich a cargo del operativo y su cantinela “quien las hace las paga” ponen de manifiesto su inoperancia y su odio visceral a la población que representa, no olvidemos que ella participó en la represión de las manifestaciones de la crisis del 2001.  
 
Su respuesta y la elaborada por el elenco gobernante fue que lo del miércoles fue un intento de “golpe de Estado” y que todo se hizo conforme a la ley, restándole importancia a las víctimas y justificando el arresto de las decenas de personas que perdieron su libertad. 
 
Al no existir ninguna idea que fundamente la persecución del bien común en La libertad avanza, el desmantelamiento de la inversión pública, inversión que, en los manuales de Administración Pública significa dejar de lado la obligada inversión de reposición de los bienes de capital en uso, como también desconocer el crecimiento de la población que impone porcentajes de inversión acorde con los valores de crecimiento vegetativo poblacional, sobre todo, en nuestras poblaciones en permanente expansión. Responder sólo a la Economía o a los economistas, como impone y manifiesta el presidente, es mirar apenas una arista de las políticas a llevar a cabo por un gobierno con pretensiones de conducir un país.
 
Sin inversión se han caído las políticas preventivas sobre tragedias climáticas como las ocurridas en Bahía Blanca, el Gran Buenos Aires o Córdoba, como hace unos meses fue el combate de los incendios forestales en el Bolsón. 
 
La irresponsabilidad y la inexperiencia del Poder Ejecutivo es total y absolutamente punitiva por parte de los otros dos Poderes del Estado. Aunque éstos, erosionados o cercados, cuando no intervenidos por Decretos de Necesidad y Urgencia procuran construir instituciones dóciles que hagan la vista gorda a los delitos gubernamentales, sobre todo en el Poder Judicial que en lo civil debe garantizar las libertades fundamentales de los bienes y las personas en el marco del Estado de Derecho, ahora en peligro por la acción del topo Milei. 
 
Lo vimos y vivimos con Carlos Menem y Mauricio Macri, en ambos casos sucedieron hechos que comprometieron internacionalmente al país, incluso hubo atentados que costaron muchas vidas como los ocurridos en la década de los noventa del siglo pasado. Lo que está en verdadero riesgo, desde estas ideologías que sólo reconocen al mercado y tienden a transformar en mercancía a las personas, son las prestaciones sociales que vienen declinando en su extensión y alcance por las dificultades técnicas de reorganizar la solidaridad social en su conjunto, dado el cambio y complejidad que ha adoptado el trabajo humano frente al avance tecnológico y la incertidumbre que plantea el costo de los sistemas. Hecho que aprovechan los partidos de derecha para recortar prestaciones, eliminar institutos prestadores de salud y, desde luego, echar mano al rubro de los medicamentos que es uno de los grandes negocios de los laboratorios a nivel internacional. 
 
En ese río revuelto, la ganancia de los aprovechados pescadores concentrados y organizados, celebran las medidas represoras sobre los jubilados que salen a manifestarse semanalmente, puesto que para ellos, no dejan ser episodios aislados que pueden justificar con la moralina del mantenimiento del orden y la garantía de la libre circulación propuesta por el gobierno a través de Patricia Bullrich. Cuestión compartida con el jefe de la CABA, Jorge Macri, primo del ex presidente.
 
El avance de las aguas y la crítica situación de la población de Bahía Blanca como lo ha expresado su intendente, Federico Susbielles desde el primer momento, debe ser motivo de políticas urgentes de rescate, donde el gobierno nacional sea el primero en aportar recursos humanos y materiales, seguido por los de la provincia de Buenos Aires, cuyo gobernador está exigiendo que una parte del préstamo obtenido del FMI, vaya a cubrir los recursos necesarios para la reconstrucción de la infraestructura bahiense afectada por las aguas. 
 
Sin embargo, cabe mencionar que la solidaridad nacional, como siempre, se puso en marcha y desde distintas instituciones de la sociedad civil se ha organizado un operativo sin precedente totalmente espontáneo que pone de manifiesto una vez más, que el pueblo a pesar de ser apaleado y empobrecido por un gobierno inhumano, saca fuerzas de su inmensa reserva moral y pone a circular la ayuda desde toda la inmensa geografía del país; país que el paupérrimo e inútil equipo de gobierno desconoce, como desconoce la realidad que vive en cada momento. En esto, mal que les pese a los mentimedios que intentan buscar conspiraciones bajo las piedras, no reconocen que no hay intenciones políticas deliberadas. 
La ayuda espontánea abarca desde instituciones privadas, asociaciones civiles, clubes de fútbol, parroquias, escuelas, universidades, barriadas humildes se han volcado a colaborar con su granito de arena, a sabiendas que sólo los pobres se ayudan entre sí. La codicia y avaricia no ocupan sus días, como su ocio se opone al negocio de los poderosos.
 
Un párrafo aparte merece el comportamiento del presidente Javier Milei ante el dolor de una población damnificada bajo su mando; mando que no significa un manto de protección ni mucho menos porque entre sus atributos, no está la caridad ni ninguna otra de las virtudes reconocidas en todos los tiempos de la humanidad y su inmanente conducta gregaria o social. ¡Tardó cinco días en viajar a Bahía Blanca! cuando su sola presencia podría haber significado su acompañamiento ante el dolor y desconsuelo de las familias afectadas. Su patológica insensibilidad es imposible de ocultar. Ninguno de sus gestos en público delatan empatía, generosidad, mucho menos la bondad natural de las personas frente al sufrimiento del otro. 
 
Tal vez estemos equivocados y sus dotes de actor ya demostrada en los teatros de la calle Corrientes, ocultan un alma sensible y piadosa; entonces estaríamos ante una figura digna de un Oscar o un Oso de plata. Tampoco sus manifestaciones pueden confundirse con timidez, porque la sorna, la burla y los gestos ofensivos celebran todos sus discursos, tanto en el país como en el exterior.
 
De cualquier ángulo que se analicesin ser especialistas en salud mental, siempre llegamos al mismo punto de partida, la maldad y perversidad como la burla y el desprecio lo exponen y destacan por sobre todos los gobernantes actuales, al menos de la región. Características que cuando deje la función pública y lo transformen en un hombre común y corriente, puede darle muchos dolores de cabeza. Seguramente, puede que recuerde el actual eslogan de la ministra Bullrich, “el que las hace las paga.” Pero no nos adelantemos, nos quedan días de esta semana y como dice la celebrada canción de Rubén Blades: “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.”
 
Y la sorpresa es que a pesar de todo lo ocurrido y descrito precedentemente, Javier Milei ha salido de campaña política por el interior de Buenos Aires, acompañado por el diputado José Luis Espert, de la ministra Patricia Bullrich y el vocero presidencial, Manuel Adorni.
 
Como vemos semana a semana, La Libertad Avanza, avanza al libertinaje, poniendo de manifiesto sus pésimos principios y la lacra que reúne y se enriquece continuamente; situación límite que obliga a que la ciudadanía recupere su verdadera Libertad y marche hacia la liberación, para que se despoje de este lastre terrorífico que por una maldición pandémica, la manipulación tecnológica y las redes se impuso. Entonces, sólo entonces, las palabras volverán a adquirir su prístino y original significado. Seguramente entonces... las aguas descenderán de nivel.

No hay comentarios: