En este contexto de
marea reaccionaria en el que los medios de comunicación siguen la divisa de Goebbels de que una mentira
repetida mil veces se vuelve verdad, Con Nuestra América se alza fiel
a la divisa martiana que acompaña a sus diversas ediciones: “Trincheras
de ideas valen más que trincheras de piedras”.
Carlos Figueroa Ibarra
Desde Puebla, México
Contra la tiranía mediática, se hace necesario estimular el pensamiento crítico en nuestra América. |
En estos días la
revista electrónica Con Nuestra América,
en la cual son grandes impulsores entre otros Rafael Cuevas Molina y Andrés
Mora, está cumpliendo un aniversario más en su existencia. Son varios lustros ya de la lucha que ha mantenido esta revista contra la marea reaccionaria que
inunda a los grandes medios de comunicación y este es uno de los méritos de la misma. Es un hecho
que en el contexto de las democracias neoliberales que sucedieron a las
dictaduras militares en América Latina,
siguen incólumes dos dictaduras que ahora son enmascaradas por la democracia
liberal y representativa: la dictadura del capital y la dictadura mediática.
Nunca me había parecido tan diáfana esta sustitución como en mi reciente visita
a Uruguay. Visitando los lugares que Mario Benedetti menciona en sus libros y
también los que frecuentaba antes y después de sus largos años de exilio, mi
familia y yo terminamos visitando el lugar en donde antaño se encontraba la
cárcel de Punta Carretas. El tenebroso edificio, albergue de las ergástulas de la dictadura militar, del
cual hace muchos años se escaparon unos
anarquistas y que volvió a ser famosa
cuando se fugó un grupo numeroso de
combatientes tupamaros, ha sido remodelada y es ahora un lujoso centro
comercial en donde impera la glorificación
a la mercancía y al consumismo neoliberal.
La dictadura militar ha
sido sustituida por el orden político que el neoliberalismo ha impuesto en el
mundo entero. Parte de esa imposición y elemento central de la reproducción ampliada de dicho orden,
lo constituye la manipulación informativa
que efectúan los grandes medios de comunicación. En las páginas de Con Nuestra América se ha consignado
muchas veces esa manipulación informativa que se expresa en nuestra región en
la satanización de Chávez, en la reiteración
de la absurda idea del fin de la historia, en la glorificación de la
democracia schumpeteriana. Los grandes medios
a través de la televisión y la radio, también de los principales
rotativos, se han erigido en juez y parte del acontecer mundial. Se han
constituido en jurados calificadores que
deciden qué régimen o gobierno en el mundo es dictadura o democracia. Se han
convertido en actores que incluso han
propiciado y publicitado golpes de estado como sucedió con la televisión
venezolana en el contexto del golpe de
estado contra Chávez en 2002 y como sucedió con el diario ABC en ocasión del
derrocamiento de Fernando Lugo en Paraguay en 2012. Han impulsado campañas
negras como las que ha sufrido Andrés Manuel López Obrador el dirigente del
principal movimiento anti neoliberal en México principalmente durante las
campañas presidenciales de 2006 y 2012. El periódico El País en España, se ha convertido en un conspicuo ejemplo de la prostitución neoliberal de la
información, como lo revela la difusión
inescrupulosa el 24 de enero de 2013 de una falsa foto de un Chávez entubado y
moribundo.
En este contexto de
marea reaccionaria en el que los medios de comunicación siguen la divisa de Goebbels de que una mentira
repetida mil veces se vuelve verdad, Con
Nuestra América se alza fiel a la divisa martiana que acompaña a sus
diversas ediciones: “Trincheras de ideas valen más que trincheras de
piedras”. A lo largo de los casi dos
años en que me he constituido en un asiduo colaborador y lector de la revista
he podido gozar del placer de la
coincidencia con su línea editorial y también con el de la discrepancia en
aspectos no sustanciales con algunos de sus artículos. La línea editorial de Con Nuestra América se adscribe al
pensamiento crítico que combate al
pensamiento único que pregona la dictadura mediática. Los procesos políticos
latinoamericanos y en especial los que se observan en los países en donde han emergido gobiernos
de izquierda o centro izquierda, son analizados
valorando su enorme significado histórico pero también atendiendo a los
aspectos criticables que observan. El imperialismo estadounidense ha sido
criticado en sus diversas manifestaciones hoy en el mundo y por supuesto la
globalización neoliberal ha sido vista en
la más justa de sus perspectivas.
Por todo esto y más,
celebro con los editores de Con Nuestra
América el arribo a un aniversario más de lucha. Deseo para la revista
muchos años más de vida y mi voluntad de continuar siendo un colaborador suyo.
¡Felicidades!
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