A raíz del anuncio de
Barack Obama de visitar Cuba en el mes de marzo, se ha desatado todo tipo de
opiniones en los medios. Específicamente los “cubanólogos”, que amasan grandes
sumas de dinero por calumniar a Cuba, son quienes más han rabiado, porque temen
que la mafia de la extrema derecha de Miami que los amamanta, se extinga.
Ángel Bravo / Especial para Con
Nuestra América
Las
opiniones se reducen a tres elementos: 1) Obama debe pedirle a Raúl Castro una
transición política, 2) debe exigirle respeto a los derechos humanos y 3) el
gobierno cubano se está beneficiando políticamente con esa visita.
Quienes
opinan así, ignoran la realidad y la historia; no han entendido lo que Cuba ha
hecho en estos casi sesenta años de revolución. Para ellos, cambio político, no
es sino la adopción de la democracia liberal. Fue en 1994, en pleno periodo
especial, mientras todos los gobiernos abrazaban el neoliberalismo como su
tabla de salvación, cuando Fidel respondió a la insistencia por cambios
políticos: “¿Habrá país que haya hecho más cambios políticos que nosotros? ¿Qué
es una revolución, sino el más profundo y extraordinario cambio político?” Eso
no es un credo, esa es la naturaleza de la revolución y cada cubano lo lleva en
su corazón. Obama sabe que no puede seguir irrespetando la soberanía de Cuba y
es consciente de que va a sentarse a tratar con Raúl, un hombre revolucionario
y de principios.
La
chusma presiona para que se reclamen derechos humanos. Deberían leer Un grano
de maíz (entrevista de Tomás Borge a Fidel) donde éste argumenta con
estadísticas, solidez y elocuencia el ejemplo de Cuba en el mundo en protección
de derechos humanos. A esa gentuza hay que recordarle el consejo de Jesús:
“¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la
viga que está en tu propio ojo?” Si Washington quiere hablar del tema, entonces
deberá presentar mayores logros que Cuba. ¿No es acaso el bloqueo la mayor
violación de derechos humanos? Imaginémonos que a Raúl se le antoje
preguntarle, ¿por qué tanta brutalidad policial con patrones racista en Estados
Unidos? ¿Por qué las limitaciones al ejercicio de los derechos laborales y a
las libertades sindicales? ¿Por qué practican la tortura y las ejecuciones
extrajudiciales? ¿Por qué hacen espionaje y vigilancia extraterritorial? ¿Por
qué en Guantánamo torturan a los presos? ¿Por qué entregan personas detenidas a
terceros países para que sean torturados y hasta asesinados? ¿Por qué realizan
asesinatos extrajudiciales a través de los llamados drones? Pregunto: ¿querrá
la gusanera que se hable de derechos humanos?
Sobre
el tercer elemento llama la atención que incluso gente de “izquierda”, cree que
el gobierno revolucionario estaría teniendo la bendición imperial. Dicen que
Obama le reporta crédito y capital político a Cuba. Pienso lo contrario, creo
que Obama quiere coronarse como el primer presidente de los Estados Unidos que
visitó la Cuba revolucionaria de Fidel, Raúl, del Che, de Camilo, Haydée, de
Celia, Melba, Vilma y de todos los revolucionarios, que por más de cinco
décadas defendieron su país, resistieron con dignidad el criminal bloqueo y
construyeron una nación socialista en las narices del imperio. Si algo de
decoro tiene Obama, entonces debe llegar avergonzado a La Habana, y expresar
disculpas (Goliat ante David): no pudimos, ustedes nos vencieron. Y para pasar
a la historia (cualquier cosa que eso signifique), entonces, acelerar el fin
del bloqueo.
Que
nadie tenga duda, que querrá visitar al Gigante, tiene que aprovechar la
oportunidad; pedirá varias fotos junto a Fidel, así, cree él, que su carrera
política cobra sentido (podrá mostrárselas a sus nietos, diciendo: yo toqué la
historia).
¿No
será este el espaldarazo que Obama anda buscando en La Habana?
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