El próximo 6 de diciembre, el pueblo venezolano realizará
nuevamente un proceso electoral democrático, participativo y protagónico para
renovar el conjunto de los diputados y diputadas que conforman la Asamblea
Nacional, la cual representa uno de los cinco poderes del Estado en nuestro
país.
Christian Farías /
Especial para Con Nuestra América
Desde Valencia, Carabobo. Venezuela.
Es necesario advertir
que para llegar a este nuevo proceso (recordemos que es la elección democrática
número 20 desde que se inició la revolución bolivariana), hemos tenido que
vencer varios intentos de golpe de Estado, muchas guarimbas, fuertes estímulos
a la violencia política-criminal, una inédita y agresiva guerra económica, una
permanente guerra mediática, una desquiciadora y disociadora guerra
psicológica, una intensa e inusual guerra diplomática internacional y todo tipo
de maniobras de parte del enemigo imperialista del Norte y sus lacayos de la
oligarquía interna y la oposición política apátrida-fascista, con el único y
obsesivo propósito de destruirnos. Pero, como siempre respondía Chávez y ahora
Maduro: ¡NO HAN PODIDO, NI PODRÁN!
Reafirmamos que ese
imperio, ya en decadencia política, cultural, moral y ética, es el verdadero y
eterno enemigo de nuestra patria. Nuestros pueblos ya no tienen ninguna duda de
que Estados Unidos es una potencia empeñada en plagarnos de hambre, miseria y
atraso bajo el ropaje de una libertad falsa y, además, degradada en su
libertinaje consumista y perverso. El capitalismo norteamericano siempre ha
sido contrario a nuestra verdadera libertad, desde los tiempos en que nuestro
Libertador Simón Bolívar anduvo empeñado en su sueño del Congreso Anfictiónico
de Panamá para la integración y unidad de toda la América Latina y el Caribe en
una sola gran patria libre, independiente y soberana. Hoy, ese sueño de El hombre de las dificultades, se ha
hecho realidad en la nueva geo-política de nuestro continente. El comandante
Hugo Chávez retomó y le dio impulso a ese sueño de Bolívar, a través de la
creación de instituciones legítimas, independientes y soberanas como
PETROCARIBE, ALBA, UNASUR y CELAC; y además, incorporándonos al MERCOSUR. Todas
estas instituciones respetan, aprecian y se solidarizan con Venezuela, igual
como nosotros respetamos, apreciamos y nos solidarizamos con los pueblos y sus
gobiernos legítimos de todo el continente, con base en la unión y la verdadera
integración económica, política y cultural para el desarrollo de nuestras
naciones, sin dominación o imposiciones hegemónicas imperialistas. Y es eso,
precisamente lo que el poder financiero-tecnocrático-militar de Estados Unidos
quiere destruir. Pero nosotros respondemos siempre con el grito libertario de
¡ALERTA! ¡ALERTA, QUE CAMINA LA ESPADA DE BOLÍVAR POR AMÉRICA LATINA!
Es necesario insistir
en que la revolución bolivariana ha alcanzado éxitos importantes, tales como:
el rescate de la independencia y soberanía de la patria para el control y
administración de sus riquezas y el despliegue de su propia política
internacional; el ejercicio de los derechos políticos del ciudadano y la
ciudadana, a través de la democracia participativa y protagónica; la
disminución de la pobreza y el mejoramiento del Índice de Desarrollo Humano, a
través de la estabilidad del empleo y el ingreso familiar: la actualización
permanente del salario mínimo nacional y las pensiones para todas las personas
mayores de 55 (mujeres) y 60 (hombres) años de edad, las Misiones Madres del
barrio y Niños de Venezuela, el Programa de Alimentación Escolar, las
Canaimitas, los libros de la Colección Bicentenario y el bulto escolar, la Gran
Misión Vivienda Venezuela que ya llegará al millón de casas dignas para el
pueblo y la Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor; la garantía del derecho a la
educación gratuita y de calidad desde la inicial hasta la universitaria; el
Sistema Nacional de Salud y la Misión Barrio Adentro; el desarrollo masivo de
la actividad cultural en todas sus manifestaciones y las comunicaciones de
prensa, radio , televisión, telefonía e internet; el despliegue de la
masificación del deporte y la recreación con resultados que hablan solos; el
impulso del desarrollo de los servicios públicos de agua, electricidad y la
seguridad, así como el desarrollo de la infraestructura rural y urbana para la
actividad económica-productiva agrícola, pecuaria, industrial y comercial,
entre muchas otras cosas. Debemos tener conciencia clara y firme de que si la
oposición apátrida-fascista, avanza o toma control de alguna institución del
Estado venezolano, iniciaría la destrucción de este nuevo estado de bienestar
del pueblo, por mandato del Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien ya
los burgueses capitalistas apátridas Lorenzo Mendoza y Ricardo Haussman, como
máximos jefes económicos de la oposición, han adelantado negociaciones de
entrega de la soberanía y el bienestar de la patria a cambio de un puñado de
dólares para ellos. POR ESA RAZÓN DECIMOS: ¡NO VOLVERÁN!
Sabemos que después del
fallecimiento de nuestro presidente Hugo Chávez, el imperialismo puso en marcha
una estrategia criminal de guerra económica y guerra mediática para confundir,
desmoralizar, dividir y derrotar a nuestro pueblo. La guerra económica consiste
en el ataque despiadado al valor de nuestra moneda a través de la activación
del mercado negro del dólar; el contrabando de extracción, el acaparamiento y
desaparición de alimentos y otros bienes de consumo masivo para crear escasez
artificial; aumentar ilegalmente los precios en la cadena de distribución y
generar inflación artificial incontrolada; estimular las compras nerviosas y la
re-venta de productos con el nefasto y perverso procedimiento del
bachaquerismo, es decir, todo un arsenal de “pequeños misiles” capitalistas
lanzados contra la economía venezolana para afectar la tranquilidad y la paz
del pueblo trabajador. Pero, afortunadamente, el objetivo central de crear una
crisis de hambruna que desemboque en el estallido de la guerra civil, ¡NO LO
HAN LOGRADO, NI LO LOGRARÁN!
Ellos hablan de la
crisis y el fracaso del modelo bolivariano. Pero, lo que realmente estamos
viendo en nuestro país es lo siguiente: por un lado, unos capitalistas privados
y otros infiltrados en el gobierno revolucionario, que actúan como bandidos
delincuentes que acaparan, esconden y escasean los productos durante un tiempo
determinado, bajo falsas escusas, y luego los sacan a precios altísimos, en un
macabro juego de espiral que busca el estallido violento hacia una guerra civil
que solo le conviene a ellos y al imperialismo. Del otro lado, estamos los
ciudadanos y las ciudadanas del pueblo, que sí vivimos del trabajo decente con
un ingreso estable para comprar los bienes necesarios a precios justos; pero,
ellos nos obligan muy sutilmente a desesperarnos en la búsqueda de los
productos, hacer grandes colas y pagar precios altamente especulativos. Todo
esto demuestra que existe una cadena de distribución capitalista neoliberal
que, siguiendo el más viejo procedimiento del libre mercado, hace lo que le da
la gana con la famosa ley de la oferta y la demanda. Ése es el principio en el
que se fundamenta la guerra económica actual. Por eso es una guerra fundamentalista
del capitalismo neoliberal-fascista contra el pueblo para desgastar y derrotar
la revolución bolivariana que sí ha demostrado ser un nuevo modelo de bienestar
social, desarrollo y paz para todos. Por esa razón, el objetivo criminal de la
guerra económica ha sido derrotado y el pueblo reclama justicia para defender
el bienestar colectivo y fortalecer la paz de la República. Le pedimos al
gobierno revolucionario que endurezca más su mano justiciera contra esos
criminales que contrabandean, acaparan y especulan; y fortalezca la eficiencia
y la eficacia en el control de los precios justos y el desarrollo económico
productivo socialista. ¡EL PUEBLO PIDE CASTIGO EJEMPLAR PARA LOS AGENTES
PRINCIPALES DE LA GUERRA ECONÓMICA!
Sabemos que la
contrarrevolución no se da por vencida porque tiene el apoyo financiero de los gringos. Por esa razón,
insisten en desconocer y destruir todos los logros y éxitos alcanzados en
apenas quince (16) años de gobierno bolivariano. Para ello, han iniciado una
doble táctica en esta campaña electoral. Por un lado, hablan de una supuesta
crisis humanitaria que justifique el “auxilio internacional” bajo la hegemonía
intervencionista de los yankys, tal como
se lo ha ordenado el General Kely del Comando Sur de Estados Unidos. Por el
otro, hablan de la necesidad de un cambio y el peligro de un supuesto fraude
electoral por parte del gobierno
bolivariano. La verdad es que pretenden sembrar el caos y la incertidumbre con
la supuesta crisis humanitaria; e imponernos un falso cambio para retrotraernos
al pasado de la democracia burguesa,
donde reinaba el hambre, la miseria y la represión. Ese cambio hacia el viejo
sistema del pacto de Punto Fijo, sí es el verdadero fraude electoral que
pretende imponer la oposición apátrida-fascista. Ellos siempre han odiado y
despreciado al pueblo, nuestra identidad cultural, nuestra mejor tradición
heroica y patriótica, de unidad y solidaridad colectiva. Se presentan con la
máscara y el slogan del cambio, cuando en verdad son solo eso: slogans, poses y
mentiras del viejo capitalismo anti-popular y pro-imperisalista. Nuestro pueblo
sí está claro: ni crisis humanitaria pro yanky, ni cambio fraudulento hacia
atrás. ¡LA PATRIA VA PA´LANTE CON BOLÍVAR, CHÁVEZ Y MADURO. NADA NI NADIE LA
HARÁ RETROCEDER, LA PATRIA ES EL PUEBLO!
Por último, es necesario insistir en que la democracia
participativa y protagónica, consagrada en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y ejercida
soberanamente por nuestro pueblo digno y noble, está bajo la amenaza de la
contrarrevolución. Pero, como siempre, el soberano sabrá dar la batalla en esta
lucha permanente por la libertad, la justicia y la paz, bajo las banderas de la
unidad de la patria, tal como lo practicó y nos lo enseño el comandante eterno
e invicto, a quien debemos rendir siempre y de manera irreductible, el justo
reconocimiento que se merece, los honores correspondientes y la indispensable
lealtad para seguir fortaleciendo la refundación de nuestra patria, junto a la
construcción de nuestro socialismo bolivariano del siglo XXI, ahora bajo el
liderazgo obrero, valiente y auténticamente chavista del actual presidente
Nicolás Maduro. Por eso y por mucho más, vamos todos a votar por los candidatos
y candidatas de la revolución y del Gran Polo Patriótico porque ¡TODOS Y TODAS
SOMOS CHÁVEZ Y CHÁVEZ VIVE Y LA PATRIA SIGUE!
¡NO A LA OPOSICIÓN APÁTRIDA-FASCISTA!
¡NO A LA INJERENCIA Y LA HEGEMONÍA DEL IMPERIO!
¡VIVA LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA!
¡VIVA LA UNIDAD CÍVICO-MILITAR!
¡POR LA INDEPENDENCIA, LA SOBERANÍA Y EL SOCIALISMO!
Desde Carabobo: tierra
de batalla, de lucha, de victorias, de independencia y socialismo
Valencia, noviembre de
2015
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