sábado, 21 de marzo de 2015

Estados Unidos contra Venezuela: petróleo y mucho más

¿Entonces estamos derrotados, hagamos lo que hagamos, o triunfaremos porque sí, por ser los herederos de Bolívar? Depende de nosotras y nosotros: gobierno, Fuerza Armada y pueblo organizado. De si asumimos con honestidad y entereza la advertencia a los imperialistas que hiciera el comandante Chávez: “Aquí se estrellarán una y mil veces contra la estirpe de Bolívar, contra los herederos de los libertadores de América…”

Albis Mayora  y Gregorio J. Pérez Almeida / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela

I. Todo tiene que ver con el Petróleo

La frase no es nuestra, es de David Harvey, quien la escribió como título del primer capítulo de su libro “El nuevo imperialismo” (Edit. Akal. 2003). Tampoco es una novedad para las y los venezolanos conscientes de nuestra historia y que escuchamos y compartimos las ideas del Comandante Chávez. Gracias a él, es común escuchar en conversaciones entre venezolanos y venezolanas, que el poder político y económico mundial marcha al ritmo del flujo petrolero, por lo que quien controle el grifo de ese hidrocarburo, necesario para generar la energía que mueve la industria y sus circuitos comerciales, militares, culturales, etc., controla al mundo.

Harvey, uno de los padres de la “geografía crítica” que fundamenta la idea de una “nueva geometría del poder”, al analizar, en el libro citado, las características del imperialismo capitalista estadounidense, nos advirtió, hace 12 años, que:

“Si Estados Unidos consiguiera derrotar a Sadam y a Chávez y estabilizar o reformar un régimen saudí armado hasta los dientes, actualmente asentado sobre las arenas movedizas de un dominio autoritario, y si pudiera pasar de Iraq a Irán y consolidar su posición en Turkía y Uzbekistán con una presencia estratégica que le permitiera controlar las reservas de petróleo de la cuenca del Caspio (a las que los chinos están intentando desesperadamente aproximarse), dispondría de tal autoridad sobre el grifo del petróleo que podría imponer sus intereses en la economía global y prolongar su propio dominio durante otros cincuenta años […]¿Qué mejor medio podría emplear Estados Unidos para eludir la competencia de Europa, Japón y China que controlar el precio, la producción y la distribución del recurso económico clave del que dependen sus competidores? Y ¿qué mejor medio para conseguirlo que aquel en el que Estados Unidos sigue siendo todavía topoderoso, el poderío militar? En esta argumentación hay también un aspecto logístico: los ejércitos se mueven con petróleo” (p.37)

Luego de leer a Harvey nadie puede negar que las llamadas eufemísticamente “tensiones” o “impasse” entre Washington y Caracas”, que contemplan una agresión política y económica multifacética e incluyen la embestida militar de Estados Unidos (EU) sobre Venezuela, tienen origen en el control del petróleo. Es un episodio más de la guerra por el petróleo que hemos visto desde lejos, en el Medio Oriente, pero que ahora nos tocó a nosotros, porque tenemos las más grandes reservas probadas de petróleo y porque estamos a “tiro de mingo” del vampiro petrolero Washington.

La cita nos dice también mucho sobre las causas de los conflictos bélicos que se desarrollan alrededor del Mar Caspio en los últimos años, así que ubiquémonos ante un mapa de la zona para tener una idea más fiel del argumento de Harvey:



Este mapa nos permite visualizar la geopolítica del petróleo y el gas en torno al Mar Caspio, entre el Medio Oriente y Eurasia, al mostrarnos los territorios en los que se han desarrollado las últimas invasiones de EU y sus secuaces en la OTAN en busca de esas fuentes de energía. ¿Ven por qué el empeño contra Irán y cuál es el fondo de la “preocupación” de Europa y EU dizque por su “energía nuclear”? Porque tiene costa y extrae petróleo y gas en el Caspio y está entre Iraq y Afganistán que no tienen costas y son “aliados” yankees. ¿Se comprende por qué EU necesita consolidar su presencia militar en Turkía y Uzbekistán? Es la necesidad de formar y fortalecer una “media luna” con esos dos países más Afganistán, Turkmenistán, Irán e Iraq en la costa sur del Mar Caspio que le permita, en primer lugar, competir con Rusia que tiene una costa amplísima en dicho Mar y, en segundo lugar, cercarla e impedir que avance en el Medio Oriente.

Ahora bien, esta es parte de la realidad geopolítica del Medio Oriente que comprueba la tesis de Harvey: todo tiene que ver con el petróleo, pero ¿qué ocurre con Venezuela? Ya derrocaron a Sadam, se cogieron el petróleo de Iraq, entonces ¿ahora vienen por Chávez? ¿Después de muerto? Sí, así es, porque ellos saben que Chávez murió físicamente (¿lo mataron ellos?), pero se multiplicó social y políticamente. Y, sobre todo, saben que les frustró sus planes de controlar las más grandes reservas de petróleo del mundo que están en su “patio trasero” y su sucesor en Miraflores, Nicolás Maduro Moros, continuó la política antiimperialista.

Pero no pensemos sólo en Venezuela, tengamos presente que Ecuador también produce petróleo y que Bolivia tiene mucho gas y muchísimo Coltán (un mineral estratégico) y que ambas naciones también implementaron leyes y políticas públicas para recuperar el control y el usufructo de sus recursos naturales. De manera que Venezuela no está sola en Suramérica, es uno más de los rebeldes del “patio trasero”, pero no uno cualquiera, sino el precursor de la “segunda independencia” de América del Sur y faro para el resto de naciones del Sur Global que se resisten a perder su soberanía y se niegan a seguir siendo víctimas de la acumulación de capital por desposesión, es decir, por el saqueo en sus distintas manifestaciones (maquilas, tratados de libre comercio, ajustes estructurales, privatizaciones de bienes comunales y públicos, etc.) de sus recursos naturales, su fuerza de trabajo, sus conocimientos ancestrales, su biodiversidad, que va a parar en los bancos y mercados financieros de los países centrales y en los emporios de placer de la burocracia trasnacional. De manera que no sólo es petróleo, sino la dinámica del poder político, social y cultural mundial que se yergue desde, sobre y alrededor del petróleo que había estado hegemonizado, casi autárquicamente, por Estados Unidos desde 1945 y que comienza a resquebrajarse con el envión económico de China y el relanzamiento de Rusia como potencia económica y militar. 

Podríamos continuar con el análisis de la geopolítica del petróleo en el mundo del siglo XXI, pero nos alejaríamos de nuestro objetivo que es analizar la calificación de Venezuela como peligro para la seguridad nacional y la política internacional de EU, presentada por el presidente Obama ante el Congreso de su país. Para realizar un análisis que nos deje algún aprendizaje político, tenemos que ampliar nuestra visión e incorporar otros aspectos que no se limiten a la geopolítica del petróleo.

II. La guerra política

La calificación de Venezuela como una “…seria e inusual amenaza a la seguridad nacional y a la política exterior,” de Estados Unidos, hecha por el Presidente Barack Obama, obedece, en nuestro análisis, entre varias razones a tres elementos políticos primordiales, uno de carácter interno y dos de carácter externo.

El primero, de carácter interno, se refiere al reposicionamiento del enemigo. Una vez terminada la llamada Segunda Guerra Mundial, EU aplicó una doble política de dominación: hacia afuera “de contención” y hacia adentro de “peligro inminente”. Para resumir, existe una permanente amenaza al “estilo de vida americano” que se manifiesta permanentemente y ante el cual el “público” o “contribuyente” estadounidense (así lo califican las élites dominantes) debe estar alerta y dispuesto a enfrentarla fuera de sus fronteras, nunca adentro, porque a lo interno lo hacen los cuerpos de inteligencia y seguridad que trabajan en códigos y procedimientos tan secretos, que pocos ciudadanos estadounidenses tienen conocimiento de su existencia y de sus actividades.

Históricamente, esta amenaza ha tenido tres caras: 1) El enemigo Potencia, que compite directamente en terrenos estratégicos económicos y militares y que ha basculado entre la Rusia comunista de la URSS, hasta 1992 y la Rusia post Guerra Fría. 2) El enemigo contracultural, esto es, un enemigo por razones culturales casi siempre identificadas con el extremismo religioso, como el Islam “radical” de Al-Qaeda y hoy el “Estado islámico” (la materialización del choque de civilizaciones), ubicado en territorios específicos: Afganistán, Irak, Libia, Siria, etc., y desde la última década del siglo XX hasta hoy, ubicado en Irán (recordar el mapa). Y, tercero, el enemigo cercano, materializado por más de cinco décadas, en la Cuba revolucionaria de Fidel y que tuvo como competidores, pocas veces y con menos proyección interna, a otros países de Latinoamérica y el Caribe como la Nicaragua sandinista, la Grenada de Bishop, etc.

El giro que ha dado la administración Obama con respecto a Cuba, la deja sin “enemigo cercano” y les resta, a los demócratas, un núcleo importante del electorado norteamericano que considera este gesto como un signo de debilidad de la nación. Aunque no haya mayores diferencias con los republicanos porque el enemigo común sigue siendo el “comunismo”, sin embargo, electoralmente tiene importancia para los lobis de ambos bloques políticos. En un marco como este se desplaza la amenaza del “enemigo cercano” hacia Venezuela como estrategia interna para recuperar electores.

Un segundo elemento, de carácter externo, está centrado en la estrategia de guerra que se viene aplicando contra nuestro país desde hace bastante tiempo y que el imperio estadounidense siempre “dosifica” en varias fases pero con una constante que ellos llaman militarmente “base de fuego”, que es parte elemental de su doctrina militar y diplomática, y consiste en avasallar al enemigo abrumándolo sin descanso. En términos militares, implica que no importa cuánta munición se gaste (pues disponen de mucha), lo que importa es que aunque no se le pegue ni un tiro ese enemigo no pueda responder al fuego y vaya quedando atrapado. En términos diplomáticos es más o menos lo mismo, pero las municiones son las sanciones económicas, campañas mediáticas, deslegitimación política y social, etc. Recientemente Obama utilizó la expresión “Torcer el Brazo” que no se escuchaba desde que Nixon autorizara a Kissinger a “Torcer el Brazo” de Allende y a la Unidad Popular chilena. 

¿Por qué esta arremetida supuestamente “inusitada y extraordinaria” contra Venezuela? Son varias las “razones”, entre ellas están: 1ª) la receta golpista que surtió efecto en Chile no ha dado el mismo resultado; 2ª) la exagerada presión política y social de balcanización, aplicada con éxito en Yugoslavia, no funcionó en Bolivia y mucho menos funcionará en Venezuela; 3ª) sus agentes (la oposición) han sido incapaces de desplazar al gobierno bolivariano inclusive utilizando cualquier medio o, como señala el Presidente Nicolás, jugando a las dos bandas, y, 4ª) nuestro pueblo organizado y su gobierno han resistido en paz el desabastecimiento selectivo y ficticio, descabezando el acaparamiento y denudando al bachaqueo, además de neutralizar oportunamente los planes golpistas. Estas muestras de resistencia que revelan una capacidad de respuesta imponderable en sus análisis estratégicos, les advierten que no pueden permitirnos tomar un segundo aire.

El último elemento tiene una doble vertiente interna y externa, y está relacionado al “golpe de timón” en las relaciones bilaterales EU-Venezuela, que maltrata el orgullo del imperio. Nos referimos a las medidas tomadas por el Presidente Nicolás Maduro Moros, basadas en el principio de reciprocidad que exigen igualdad de condiciones para las relaciones bilaterales en dos áreas sensibles: cantidad de funcionarios diplomáticos destacados y tratamiento de los ciudadanos. La medida por la cual, desde el  9 de Marzo, se obliga a los ciudadanos estadounidenses que quieran ingresar a nuestro territorio a solicitar y cancelar una visa, como tenemos que hacer las y los venezolanos para ingresar a su territorio, colocó a los “superiores del norte” al mismo nivel de los “inferiores del sur”. Esto exasperó el orgullo imperial por ser un “mal ejemplo” que no puede permitirse porque ¿Cómo se verá un ciudadano estadounidense haciendo cola en un consulado o una embajada venezolana para solicitar una visa? OH, My God! This is an abuse! Esta osadía de una ex colonia yankee permite, que a nivel interno de EU, se acuse de debilidad a la administración Obama.

Esta son las dos “gotas” que derramaron el vaso, por eso ahora somos una amenaza “seria e inusual”, pero no por nuestro potencial militar, o porque interrumpamos el flujo de petróleo hacia EU, sino porque somos un ejemplo de dignidad y resistencia en el que a pesar de nuestras debilidades, nuestra organización social aún en desarrollo y de nuestras contradicciones, hemos logrado, contra todo pronóstico, un aumento sostenido de participación política y social convocando al socialismo. En fin, porque pese a haber sido sometidos a cuanta receta infame se sabe el imperialismo, no hemos caído en la desesperación ni la anarquía destructiva ni hemos renunciado a la construcción del socialismo como única alternativa al capitalismo.

Pero alerta, que van a seguir intentándolo y con más fuerza. Quizá la invasión no esté cerca ni ocurra este fin de semana, lo que quiere decir que van a seguir arremetiendo contra nuestra patria antes de decidir una acción militar directa. Este análisis nos lleva a formular la siguiente hipótesis: No sabemos con exactitud si el resultado final de la amenaza de Obama es la invasión militar, pero podemos prever lo que ocurriría si no logramos derrotar definitivamente la guerra económica teniendo esa amenaza como telón de fondo en el imaginario colectivo tanto de las bases chavistas como las de la oposición. En síntesis: imaginemos que la agresión militar no se da en los próximos meses pero no desaparece como posibilidad real, es decir, nadie en EU la niega y mientras transcurren los meses nos imponen un bloqueo financiero y comercial, entonces preguntémonos: ¿Cómo nos afectaría este panorama de un presente difícil y agotador y un futuro incierto, o peor aún, de aniquilamiento y destrucción posibles? ¿Cómo influiría en la voluntad de participación en el proceso electoral, es decir, cómo sería la abstención? Esto nos pone en una situación muy delicada, porque hoy, 2015, el más peligroso enemigo político del imperialismo estadounidense lo representa el proyecto bolivariano y chavista de Venezuela, que cabalga sobre dos caballos que corren hacia la izquierda: uno es la participación masiva política, social y electoral del pueblo, y el otro la certeza de que es posible construir en democracia y en paz otro mundo más justo.

De manera que sin descuidar las amenazas de agresión militar y de un bloqueo como el de Cuba, para lo que invocamos los mecanismos de integración ideados por Chávez (ALBA, UNASUR, PETROCARIBE, CELAC), tenemos que atender nuestra dinámica política interna, mantener el cronograma electoral y movilizar al pueblo en las calles, sabiendo que la oposición trabajará para la abstención o, inclusive, se retirará de la contienda electoral con la excusa de la persecución política y la parcialidad del Poder Electoral. Descuidar estos aspectos, significaría la derrota anunciada y abonar el terreno para los planes belicistas yankees.

III. ¿Viviremos y venceremos?

 ¿Entonces estamos derrotados, hagamos lo que hagamos, o triunfaremos porque sí, por ser los herederos de Bolívar? Depende de nosotras y nosotros: gobierno, Fuerza Armada y pueblo organizado. De si asumimos con honestidad y entereza la advertencia a los imperialistas que hiciera el comandante Chávez: “Aquí se estrellarán una y mil veces contra la estirpe de Bolívar, contra los herederos de los libertadores de América…” Pero no es fácil, requiere del esfuerzo más grande que hayamos hecho hasta ahora, porque este es el intento más grave y mortífero del imperialismo capitalista estadounidense de acabar con el proyecto bolivariano después de la partida física del Comandante Chávez.

 La muerte de Chávez tiene así dos lecturas, la de ellos y la nuestra: para ellos fue la estocada final y ahora vienen a rematarnos. Para nosotros es la oportunidad de probar que nuestro esfuerzo como pueblo insumiso liderizado por Chávez y ahora por Nicolás, no ha sido en vano, que no hemos arado en el mar.

Sólo así, nuestros enemigos en el gobierno estadounidense, tendrán que admitir su frustración definitiva, como lo hizo el imperio español en las palabras del Mariscal Pablo Morillo, al afirmar con rabia e impotencia que “…aquellos indios de Margarita, pese a estar desnudos y hambrientos eran incansables y luchaban como gigante […] no he visto yo un pueblo en el genio humano que haga más desdén al orden que los venezolanos, parecen incapacitados para toda forma de disciplina pero por ello precisamente es que son tan tozudos en el combate, allí donde encontramos resistencia siempre hay al menos un grupo de soldados venezolanos, son insumisos, e indomables”, para concluir: “Dadme Majestad a un Páez y cien mil llaneros venezolanos y pondré a vuestros pies la Europa entera”.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nos referimos a las medidas tomadas por el Presidente Nicolás Maduro Moros, basadas en el principio de reciprocidad que exigen igualdad de condiciones para las relaciones bilaterales en dos áreas sensibles: cantidad de funcionarios diplomáticos destacados y tratamiento de los ciudadanos. La medida por la cual, desde el 9 de Marzo, se obliga a los ciudadanos estadounidenses que quieran ingresar a nuestro territorio a solicitar y cancelar una visa, como tenemos que hacer las y los venezolanos para ingresar a su territorio, colocó a los “superiores del norte” al mismo nivel de los “inferiores del sur”. Esto exasperó el orgullo imperial por ser un “mal ejemplo” que no puede permitirse porque ¿Cómo se verá un ciudadano estadounidense haciendo cola en un consulado o una embajada venezolana para solicitar una visa? OH, My God! This is an abuse! Esta osadía de una ex colonia yankee permite, que a nivel interno de EU, se acuse de debilidad a la administración Obama.(Comentario de las propias filas del artículo: "Lo que es igual no es trampa", Prof. Celestino Flores, UDO-FORJA-GUAYACAN

Anónimo dijo...

Sólo así, nuestros enemigos en el gobierno estadounidense, tendrán que admitir su frustración definitiva, como lo hizo el imperio español en las palabras del Mariscal Pablo Morillo, al afirmar con rabia e impotencia que “…aquellos indios de Margarita, pese a estar desnudos y hambrientos eran incansables y luchaban como gigante […] no he visto yo un pueblo en el genio humano que haga más desdén al orden que los venezolanos, parecen incapacitados para toda forma de disciplina pero por ello precisamente es que son tan tozudos en el combate, allí donde encontramos resistencia siempre hay al menos un grupo de soldados venezolanos, son insumisos, e indomables”, para concluir: “Dadme Majestad a un Páez y cien mil llaneros venezolanos y pondré a vuestros pies la Europa entera”.