Una amplia coalición de 64
organizaciones suizas lanzó este martes 21 de abril la Iniciativa Popular a
favor de Multinacionales Responsables. Se propone recolectar en 18 meses las
100 mil firmas necesarias para imponer un artículo constitucional que exija a
las multinacionales helvéticas el respeto de los derechos humanos y normas
ambientales en el conjunto de sus actividades, inclusive en el extranjero.
Sergio Ferrari* / Especial para
Con Nuestra América
Desde Suiza
Lanzamiento en Berna de la iniciativa Multinacionales Responsable. |
Complementariamente, un reciente estudio de la Universidad de
Maastricht, Holanda, que analizó 1800 casos concretos, concluyó que Suiza ocupa
el noveno puesto entre los países más corrientemente involucrados en la
violación de derechos humanos de las empresas.
A pesar que muchas de esas violaciones, desde años, ocupan los
principales titulares en los medios de información nacionales, el Gobierno y el
parlamento, ambos mayoritariamente de derecha, rechazan tomar medidas
concretas. Y continúan aceptando las
iniciativas voluntarias de las multinacionales helvéticas, entre las que se
cuentan Nestlé, Roche, Novartis, Syngenta, Holcin, Glencore, Triunph, entre las
más conocidas.
El 14 de marzo pasado, en su primera sesión del 2015, el parlamento
rechazó por escasa diferencia de votos una moción que intentaba acentuar la
responsabilidad de las empresas de cara a sus actividades en el extranjero.
Movilización
ciudadana
“Solo una fuerte presión de parte de la sociedad civil podrá imponer
reglas obligatorias”, subrayan los promotores de la Iniciativa que se inspira
en los Principios Directores de las
Naciones Unidas relativos a las empresas y a los derechos humanos, adoptados en
el 2011.
La Iniciativa promovida por las principales organizaciones suizas de
derechos humanos, cooperación, sindicatos, iglesias, protección del medio
ambiente, feministas, inversionistas responsables etc. busca someter a las
empresas domiciliadas en Suiza al deber de “diligencia debida” en materia de
derechos humanos y normas ambientales. Es decir, obligarlas a evaluar los
riesgos potenciales del conjunto de sus relaciones y negocios para identificar
los problemas potenciales y tomar, así,
las medidas necesarias para remediarlos. Dichas empresas deberán hacer
público esos análisis y sus actos. “La iniciativa tendrá por consecuencia un
fuerte efecto preventivo”, enfatizan los promotores.
Esta Iniciativa da continuidad a la Petición Popular “Derechos sin Fronteras” lanzada por los
mismos actores la que en 2012, como resultado de una amplia movilización
ciudadana durante varios meses, reunió
135 mil firmas exigiendo que las multinacionales suizas respeten en el
extranjero el mismo marco jurídico que se les impone en Suiza.
En el Comité de la Iniciativa a favor de Multinacionales Responsables se
encuentran una veintena de personalidades sociales, económicas y políticas.
Entre ellas Peter Niggli y Marc Herkenrath responsables de Alianza Sur (la
plataforma de las seis principales ONG de cooperación); Manon Schick, directora
de Amnistía Internacional Suiza; Andreas Rieger, del sindicato UNIA, el más
fuerte del país; Cécile Bühlmann, directora de Greenpeace, Suiza. Así como
personajes helvéticos de renombre internacional como Cornelio Sommaruga,
presidente honorario de la Cruz Roja Internacional; Micheline Calmy-Rey, ex
presidenta de la Confederación y el
ex–senador Dick Marty, de destacada participación en el Consejo de Europa.
*Sergio Ferrari, E-CHANGER/COMUNDO, organización que
sostiene la Iniciativa
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“Reglas obligatorias para las
multinacionales”
Los argumentos esgrimidos por
numerosas organizaciones suizas nacen de los principios mismos adoptados en
2011 por las Naciones Unidas. Entrevista con Rahel Ruch, militante social y
coordinadora de la campaña que promueve la Iniciativa Popular a favor de las
Multinacionales Responsables.
P: ¿Cuál es la
relación entre esta Iniciativa Popular y otras propuestas previas de la
sociedad civil suiza para limitar el poder de las transnacionales helvéticas?
Rahel Ruch. |
P: ¿Cuál es la clave de esta propuesta ciudadana?
R: El deber
de diligencia debida constituye el corazón de la misma. Se alimenta en los
Principios directores para las empresas en cuanto a los derechos humanos, que
fueron adoptados en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por
unanimidad en el 2011. Se trata de un instrumento de prevención: las empresas
deben examinar el impacto de sus actividades y en caso de violaciones probables
o efectivas de los derechos humanos o ambientales, deben tomar medidas
adecuadas. Además deben informar de manera transparente sobre los derechos que
han sido violados y las medidas adoptadas. Nuestra Iniciativa tiene por
objetivo de traspasar la norma de derecho internacional, de forma obligatoria,
a la legislación suiza.
¿Puede darnos un ejemplo concreto para ilustrar el sentido de esta
Iniciativa que intentan llevar a votación popular?
R: En Zambia,
la multinacional Glencore retomó en el 2000 la mina de cobre de Mopani, antes
de aumentar fuertemente su explotación. Desde entonces, la explotación implica
la emisión de grandes cantidades de dióxido de azufre, una sustancia tóxica
para los seres humanos y el medio ambiente. Según el prestigioso programa Rundschau de la televisión suiza
alemana, la media diaria más alta de emisión que pudo ser cuantificada fue 282 veces superior al límite máximo
establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si se aceptara el
contenido de nuestra Iniciativa y se incorporara en la legislación suiza, la
Glencore hubiera tenido que realizar un análisis de riesgo cuando compró dicha
mina y aplicar las técnicas disponibles de depuración de las emisiones de gas
antes de aumentar su producción.
*Sergio
Ferrari, colaboración de prensa E-CHANGER/COMUNDO
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