sábado, 27 de abril de 2019

La OEA en su laberinto

Por más que busque salir del  laberinto que  fue formando a través de los años, se le hace cada  vez más difícil a la OEA encontrar la salida. Una organización que se dijo nació para “el diálogo y la integración”, ha terminado siendo el instrumento para intentar derrocar gobiernos que no son del agrado de algunos de sus miembros.

Juan Félix Montero Aguilar / Especial para Con Nuestra América

“No aceptes lo habitual como cosa natural. Porque en tiempos de desorden, de confusión organizada, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer natural. Nada debe parecer imposible de cambiar”. Bertolt Brecht

“La Organización de los Estados Americanos (OEA) es una organización internacional panamericanista de ámbito regional y continental creada el 30 de abril de 1948, con el objetivo de ser un foro político para la toma de decisiones, el diálogo multilateral y la integración de América”. Así reza una definición oficial de esta organización fundada en la Conferencia de Bogotá en momentos que en ese país se daban dos acontecimientos históricos: La visita del joven estudiante Fidel Castro y el asesinato del candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán, el primer magnicidio presidencial de una cadena de cinco, el cual fue el inicio de una guerra civil de más de cincuenta años en Colombia  y que aún perdura pese a diferentes esfuerzos por lograr la paz.

Lo que no dice esa definición es que su creación significó un viraje de 360* en la política de la post guerra mundial,  ni más ni menos que el advenimiento de la guerra fría al continente Americano, el final de los Frentes populares, el fin de la colaboración entre Estados Unidos y la Unión Soviética contra los nazis, la llegada del nuevo enemigo prefabricado: “la lucha contra el comunismo”.

Aunque algunos no lo quieran reconocer así, este hecho tuvo repercusiones en  el desenlace de la guerra civil en Costa Rica, polémico tema que sería para otro artículo y tarea para los historiadores.

La OEA, creada por iniciativa de EEUU con esa cobertura que se dice en la definición inicial, pero en realidad con el objetivo de poner un dogal a todos los países de América Latina y el Caribe, atándolos a la  política y  hegemonía de ese país. No en vano el canciller cubano en los años sesentas del siglo pasado, Raúl Roa, conocido como el canciller de la dignidad, se refirió a la OEA como el Ministerio de Colonias de los EEUU.

En los años posteriores a la fundación de la OEA, cuando cundieron las dictaduras militares, nunca la vimos  asumir una actitud beligerante ante las invasiones y golpes de Estado para instaurarlas, ni mucho menos condenar sus masacres, ruptura del orden constitucional  y atropellos a los derechos humanos, todo lo contrario, poco tiempo después eran recibidas y legitimadas las nuevas autoridades golpistas en las asambleas de la organización. En varios casos inclusive fue patrocinadora de ellos. Todo era asumido con  gran normalidad bajo la justificación de que eran, como ahora dicen “daños colaterales” en la lucha contra el comunismo.

Actitud muy diferente asumió la OEA en las conferencias de San José y en Punta del Este con el gobierno que asumió el poder en Cuba después de derrotar la dictadura de Fulgencio Batista, expulsando esa nación de la organización con una ajustada votación y el honroso voto en contra de México, “porque la mayoría de los miembros la consideraban incompatible con el sistema interamericano debido a sus fuertes vínculos con los países del bloque chino-soviético de tendencia marxista-comunista”.

Cuba se pasó cincuenta años aislada de Latinoamérica, bloqueada por USA, hasta que lograron abrirse campo en la ONU, organización esta que en el transcurso de 20 Asambleas Generales condenó dicho bloqueo. Progresivamente los países, después del triunfo de la revolución sandinista, la revolución bolivariana y el surgimiento de una diversidad de gobiernos progresistas, fueron restableciendo las relaciones diplomáticas y como siempre Costa Rica fue prácticamente el último en hacerlo. Al final de esta historia, la OEA aprobó una moción para solicitar a Cuba su reingreso, pero Cuba dijo:
- NO! JAMÁS!!...NUNCA!!

Ya son dos países, muy importantes en la región (Cuba y Venezuela) que han hecho efectiva su decisión de no pertenecer al denominado Ministerio de Colonias de los Estados Unidos. Latinoamérica dejó pasar la oportunidad de asestar un duro golpe a este resabio del colonialismo, cuando  pudieron hacer una deserción casi masiva. Todo lo contrario, se abocaron a fortalecer la tesis de que la OEA seguía siendo un foro importante para el diálogo entre Latinoamérica y el Caribe vs  Estados Unidos y Canadá. Paralelamente crear una nueva institucionalidad latinoamericanista y caribeña bolivariana, independiente: CELAC, ALBA, UNASUR, PETROCARIBE, BANCO DEL SUR, MERCOSUR.

Hoy día, con el advenimiento de regímenes de derecha en muy importantes países de la región, fieles a los Estados Unidos, que lograron desplazar a  gobiernos   progresistas y latinoamericanistas, han venido destruyendo el andamio que construyeron mentes brillantes como Kirchner, Lula, Hugo Chávez y Fidel Castro.

Así es que la OEA, como proyecto de integración, lo ha sido no como unidad de las naciones integrantes, sino como subordinación a las iniciativas surgidas de los  intereses  de Estados Unidos, tal fue el caso del ALCA, proyecto de TLC continental  lanzado por la presidencia de George W Bush y que fuera derrotado en la Asamblea realizada en Chile de manera magistral por Lula, Kirchner y Hugo Chávez.

ESTADO DE EXCEPCIÓN: donde la legalidad no vale.

La agonía de la OEA se ha venido manifestando en los momentos en que  se han “visto a palitos” para rejuntar los votos necesarios para aplicar la llamada “carta democrática” a Venezuela y a Nicaragua. Venezuela solicitó en el año 2017 su retiro de la OEA, trámite que debe respetar una espera de dos años para hacerse efectiva, la cual se cumple el 27 de abril de 2019. Por su parte, mediante un cuestionado trámite, el Consejo Permanente de la OEA decidió nombrar en lugar del representante del gobierno que ganó las elecciones en mayo de 2018,  a un representante  de una persona que se autonombró presidente interino de Venezuela. Será un representante de Guaidó y sus seguidores pero nunca un representante del legítimo gobierno de la República bolivariana de Venezuela.

All options are on the table.

En fin, por más que la OEA trate de reinventarse promoviendo iniciativas como la Alianza Pacífico y el grupo de Lima, más conocido como el “Cártel de Lima”, su declive es notorio e inevitable. Este “Cártel de Lima”( en el cual, para vergüenza histórica metieron a Costa Rica), en su último comunicado muestra su desesperación ante la resistencia del gobierno y pueblo venezolanos, se debaten entre su deseo que de que EEUU acabe con Venezuela mediante bombardeos sangrientos como lo hicieron con Yugoslavia, Irak, Libia, Siria, convirtiéndolos en Estados fallidos, pero muy conscientes que tal extremo incendiaría toda la región recientemente declarada por la CELAC como ZONA DE PAZ, lo cual podría ser para ellos  un búmerang. “Todas las opciones están sobre la mesa, repiten de manera incesante Trump, Bolton y Pompeo, pero los aliados de Venezuela, particularmente China y Rusia ya le han advertido: no permitiremos tal desenlace  por lo brutal y criminal.

Por más que busque salir del  laberinto que  fue formando a través de los años, se le hace cada  vez más difícil a la OEA encontrar la salida. Una organización que se dijo nació para “el diálogo y la integración”, ha terminado siendo el instrumento para intentar derrocar gobiernos que no son del agrado de algunos de sus miembros. Pero si es cierto que han sabido aplicar religiosamente el precepto “divide y vencerás”, afectando seriamente el avance que se venía dando en los últimos  veinte años en la construcción de una política unitaria latinoamericanista y caribeña independiente.


Analista político.

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