sábado, 27 de mayo de 2017

Ecuador: 2007-2017, la década histórica

No hay duda de que en la última década se consolidó la nueva y moderna institucionalidad del Estado y sus aparatos. Y el presidente Rafael Correa termina su mandato con un 62% de aceptación y reconocimiento.

Juan J. Paz y Miño Cepeda / El Telégrafo

En 1979 se inició la época de gobiernos constitucionales más larga en la historia ecuatoriana. Hasta enero de 2007 se sucedieron 12 gobiernos: 5 entre 1979-1996 y 7 entre 1996-2006, década en la que hubo una dictadura nocturna y los 3 presidentes surgidos de elecciones fueron derrocados. En cambio, entre 2007-2017, por 3 elecciones ciudadanas, se mantuvo como presidente Rafael Correa.

En 1979 comenzó a regir una Constitución progresista, aprobada por referéndum; en 1998 otra Constitución, aprobada por una Asamblea que consagró los intereses privados en economía; y desde 2008 rige una nueva Constitución, aprobada por consulta popular, pionera en combinar una economía basada en los principios del buen vivir con un Estado de derechos y garantías.

La crisis del Ejecutivo y de la gobernabilidad se hizo evidente a partir de 1996; el sistemático desprestigio y deterioro del Legislativo, desde 1979; la esclerosis de la Función Judicial es más antigua. A partir de 2007 se fortaleció el Ejecutivo, se estabilizó la institucionalidad del Legislativo, la Función Judicial fue modernizada, la Función Electoral afirmada, aunque no resultó provechosa la Función de Transparencia y Control Social. No hay duda de que en la última década se consolidó la nueva y moderna institucionalidad del Estado y sus aparatos. Y el presidente Rafael Correa termina su mandato con un 62% de aceptación y reconocimiento.

Si bien entre 1979-1982 la economía todavía se orientó por el enfoque desarrollista, a partir de 1983 se inició la construcción del modelo empresarial/neoliberal, que se consolidó con los sucesivos gobiernos, sin importar sus diferentes orientaciones o ideologías políticas. Acompañó a ese proceso la consolidación de un Estado-de-partidos, basado en la hegemonía de una clase política que se reprodujo en las distintas funciones o poderes estatales. Entre 2007-2017 ha regido una economía social con mercado, que repotenció las capacidades estatales para la extensión de obras y la provisión de servicios públicos.

Bajo el modelo empresarial/neoliberal fue sistemático el deterioro de las condiciones de vida y de trabajo entre capas medias y populares, en tanto se beneficiaban los negocios privados y se concentraba la riqueza en una élite, como puede comprobarse en todos los datos económicos y sociales de aquella época. Desde 2007, la reorientación del poder y las políticas de Estado, levantaron inéditas condiciones en la redistribución de la riqueza, la equidad y los servicios públicos en educación, salud, seguridad social, que son logros resaltados por organismos internacionales.

Acompañó al modelo empresarial/neoliberal no solo la ruina de las capacidades estatales, sino la crisis de la identidad nacional, la soberanía y la dignidad del país, que en nada servían, como se decía por entonces, a los negocios ni a la “competitividad”. Desde 2007 se recuperaron los valores de identidad, soberanía, dignidad y un firme latinoamericanismo.

Los límites, errores y fracasos no minimizan el camino de la década que marcó un nuevo ciclo histórico en la vida del Ecuador republicano.

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