El 21 de febrero de 2016 en Bolivia se desarrollará un referéndum sobre la modificación parcial de
la Constitución, la cual fue alentada por organizaciones sociales miembros de
la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam).
Adalberto Santana / Especial
para Con Nuestra América
Desde Ciudad de México
La reforma al la cual habilitará o no la reelección consecutiva de los
cargos de a la presidencia y a la
vicepresidencia del país andino en las elecciones generales de 2019. De ahí que
en los momentos actuales, el presidente Evo Morales se encuentra en gran media
inserto en un proceso que trata de hacer viable dicho referendo a su favor. En
esa misma medida a final de 2015 el
mandatario boliviano señalaba el avance
que había logrado su país al ponerse
como una de las economías con mayor impulso en un contexto donde la mayoría de los países de la
región latinoamericana y caribeña y el mundo viven graves crisis económicas.
En ese sentido el pasado 29 de diciembre de 2015, Evo Morales
anunciaba las proyecciones que se econtemplaban en su plan quinquenal de
desarrollo (2016-2020). Destacando dentro de ellas la reducción de la pobreza
extrema de un 17,3% a 9,5% y la pobreza moderada de 39,3% a 24% en 2020. Así
como un crecimiento económico promedio
de la economía de 5,8%. Situación que sin duda será acompañada por otra serie de
indicadores que generaran una Bolivia mucho más dinámica y menos excluyente en
los más diversos ámbitos de la vida social, económica y cultural del país
boliviano.
En ese sentido el plan busca mejorar los indicadores sociales al proponerse disminuir las
desigualdades entre los más ricos y los más pobres, rubro en el que en 2014
llegó a 39 veces y para el 2020 será de 25 veces. A la par la cobertura del
agua potable urbana pasará en esas mismas mediaciones de 92% a 95% y la
cobertura en el medio rural será del 66% al 80%. En los indicadores económicos,
también se mostrará un incremento como es el crecimiento del PIB del 5,8%. Las
exportaciones se tienen contempladas en 16 mil millones de dólares y la
inversión pública en 48.574 millones de
dólares. De la misma manera en los indicadores de salud se contempla reducir la
mortalidad infantil de 50 mil nacidos a 35 mil nacidos, así como la
desnutrición crónica pasará de 18,1% a
9,0%. A todo esto se sumará la inversión en equipamiento y hospitales, la construcción de distintos hospitales
especializados en oncológía, cardiológía,
gastroentereológía y neurología, así como distintos hospitales generales
en diversas entidades del país como Montero, Potosí, La Paz, El Alto, Gran
Chaco, Tarija, Sucre y otras ciudades más. A todo ello se sumará la creación de
180 centros de salud.
Pero estas proyecciones del crecimento social y económico del país
andino, se da con base en el mismo desarrollo
que diversos sectores sociales, económicos y políticos de Bolivia lo reconocen.
Así, en ese sentido, el “presidente de la Confederación de Empresarios Privados
de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, afirmó que su sector acompañará al Gobierno
para cumplir las metas establecidas en
el Plan de Desarrollo Económico y Social 2016-2020, entre ellas la reducción de
la pobreza extrema a 9,5%” (Página Siete,
La Paz 30/12/15, p. 6).
En otras palabras, las proyecciones del plan quinquenal de desarrollo
(2016-2020), están apoyadas en una realidad objetiva que muestra los grandes
avances en la gestión del presidente Morales Ayma, tal como lo apunta Teresa
Morales Olivera en su ensayo “Razones para un Sí”, al apuntar:
“La buena conducción de la economía del Presidente Evo ha sido
ampliamente demostrada. Su realismo y responsabilidad en cuanto a la economía
se puede demostrar en que se ha logrado el mejor crecimiento económico de
América Latina llegando en promedio a 5,1% de crecimiento anual entre 2006 y
2014, consiguiendo aumentar el PIB per capita de 1.037 a 3.116 dólares,
logrando acumular unas nuevas reservas internacionales netas que en 2014
llegaron a 15.123 millones de dólares; y todo esto combinado con medidas de
redistribución económica que han sacado más de un millón de personas de la
pobreza extrema” (La época, núm. 73,
La Paz, 20-26/12/15, p. 19).
Esta situación de hecho ha sido ratificada por la CEPAL al confirmar
que la economía boliviana como líder regional
con un crecimiento de un 4.5%, tal como lo apunta W. Abrahan Péez
Alandia en “La economía boliviana durante 2015” (Observatorio económico de La
época, núm. 73, La Paz, 20-26/12/15, p. 1). Para el mismo analista la
explicación del liderazgo de la economía boliviana en un contexto
“caracterizado por una débil recuperación de las economías avanzadas y una
mayor debilididad de las economías emergentes” se debe al hecho de que, según
el mismo analista: “es el cambio de modelo el que permitió los resultados
positivos de la economía regional”.
De esa manera, diversos sectores de opinión se han manifestado en la
sociedad boliviana por la modificación de la Constitución para hacer viable la
reelección presidencial. Tal como lo manifestó el mismo Colegio de Abogados de
La Paz, quien en voz de su presidente, Raúl Jiménez, expresó: “Presidente (Evo
Morales), tiene usted todo nuestro apoyo, el brazo intelectual de los abogados está con usted. Con el
esfuerzo, inclusive, de poner el pecho contra los reaccionarios” (Página Siete, La Paz 30/12/15, p. 4).
También se puede apuntar que algunas encuestas como el de la empresa
IPSOS, que realizó en cuatro ciudades
bolivianas (La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y El Alto) apuntan que el 50% de los encuestados se manifestó en contra de la reforma y un 45% de acuerdo, quedando un 5% que no
respondió. En la ciudad de El Alto, considerada
como la mayor concentración de población en Bolivia (más de un millón de
habitantes donde radican gran parte de los sectores populares urbanos), al
contrario de las otras tres ciudades,
mostró una tendencia favorable a la reelección (55%). Incluso cuando uno recorre esa ciudad,
se visualiza el gran crecimiento de las
construcciones de vivienda y comercio de la misma, su intenso tráfico y
registro vehicular, así como las simpatías políticas por el Movimiento al
Socialismo (MAS), organización política en la que milita el presidente Evo
Morales Ayma.
Con todo el mismo mandatario boliviano ha manifestado que no le
preocupa un resultado adverso. “El 21 de febrero yo también quiero saber si me
quiere o no me quiere el pueblo boliviano, es lo más democrático, acompañaré a
los movimientos sociales en esta campaña por el SÍ, respetando su decisión”.
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