sábado, 1 de febrero de 2025

China a Estados Unidos: un golpe premeditado y demoledor

 Desde China llega la noticia de un nuevo modelo de inteligencia artificial que no trae consigo muchas de las consecuencias nefastas del modelo occidental, y que es muchísimo más barata que la anunciada con prepotencia imperial por Donald Trump desde la Casa Blanca, rodeado de los magnates agrupados en el proyecto pomposamente llamado Stargate.

Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica 

El presidente Donald Trump se rodeó en la toma de posesión del cargo de presidente de Estados Unidos de los principales magnates de la tecnología de la información. Ahí estaban, entre el público selecto que lo rodeó ese día, Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, sonrientes todos, dejando ver que forman parte del plan imperial que busca retomar le hegemonía norteamericana que ha venido perdiendo fuelle merced a las consecuencias negativas e inesperadas de la globalización neoliberal en su economía.

DeepSeek: tumultos en la web

La historia de la tecnología esconde el misterio de que cambios apenas perceptibles pueden propiciar las circunstancias para la emergencia de imperios enteros.

Ilán Semo / LA JORNADA

China acaba de lanzar al mundo digital un nuevo sistema de inteligencia artificial (IA) que Lu Chan, uno de los creadores de ChatGPT, definió intempestivamente como una auténtica “arma nuclear” (por sus efectos en la ciberesfera): DeepSeek. No por casualidad, el lanzamiento tuvo lugar el pasado 20 de enero, el mismo día en que Donald Trump pronunció su discurso inaugural.

¿El fin del progreso?

 Los avances tecnológicos nos han dado los medios para destruirnos a nosotros mismos, y la mejor manera de evitarlo es a través del derecho internacional. Además de las amenazas que plantean el cambio climático y las pandemias, ahora también tenemos que preocuparnos por la IA no regulada.

Joseph Stiglitz / LA JORNADA

Hace 35 años, el mundo experimentó un cambio de época con el colapso del comunismo europeo. Se sabe que Francis Fukuyama (https://bit.ly/4gjFyUW) llamó a este momento el fin de la historia(https://bit.ly/4hvCeHf ),prediciendo que todas las sociedades terminarían convergiendo hacia la democracia liberal y las economías de mercado. Hoy en día, es casi un cliché observar lo equivocada que estaba esa predicción. Con el regreso de Donald Trump y su movimiento MAGA [Make America great again], tal vez deberíamos llamar a la era actual el fin del progreso.

La Dialéctica de la Naturaleza, de John Bellamy Foster

 Foster nos presenta un planteamiento de especial interés en lo que hace a las posibilidades de convergencia (y divergencia) de las relaciones entre las sociedades y su entorno en distintas vertientes culturales.

Guillermo Castro H. / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá

“Se han de estudiar a la vez, si se quiere saber de sociedades humanas, las influencias extrahumanas, los motivos generales de agencia humana, y las causas precipitantes o dilatorias que han obrado para alterar el ajuste natural entre estas dos fuerzas paralelas.”

José Martí[1]                                                  


El año 2024 vio la publicación, en inglés, de un libro de John Bellamy Foster que ojalá circule pronto en nuestra América con el título de La Dialéctica de la Naturaleza.[2] La traducción al español de su Introducción, que ya está disponible en la red, sintetiza de manera clara y sencilla lo fundamental de su contenido.[3] Allí nos recuerda Foster que “la estructura de la historia, incluida la historia natural”

¿Fuerzas productivas o destructivas?

Hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero abordaje ecológico siempre se convierte en un abordaje social, que debe integrar la justicia en los debates sobre el medioambiente, para oír tanto el clamor de la Tierra como el clamor de los pobres.

Frei Betto / Cubadebate

En 1974, Hans Magnus Enzensberger publicó un artículo titulado “Para una crítica de la ecología política” en el que cuestionaba el paradigma marxista de que el desarrollo de las fuerzas productivas erradicaría la miseria. Aliado a Marcuse, el intelectual alemán enfatizó que “las fuerzas productivas se revelan como fuerzas destructivas y amenazan toda la base natural de la vida humana”.

José Martí y los movimientos sociales de su tiempo

Me ceñiré en estas notas al interés de Martí por las huestes independentistas del continente, aunque vale señalar, siquiera de pasada, que también dedicó reflexiones y análisis a los movimientos obreros de su tiempo en cada uno de los países que visitó, sobre todo en México y los Estados Unidos.

Marlene Vázquez Pérez / Cubadebate


Martí fue, a la vez, hombre de pensamiento y acción, y poeta en versos y en actos. Quien declaró que había echado su suerte con los pobres de la tierra, en estrofas que nos sabemos de memoria todos los cubanos, dijo también, en magistral ensayo devenido el epítome del género en lengua española: “Con los oprimidos había que hacer causa común, para afianzar el sistema opuesto a los intereses y hábitos de mando de los opresores”.¹

"Ideología woke": el cáncer por extirpar

 Los “wokis” no son el cáncer contemporáneo, sino las ideas del neoliberalismo revestido como libertarianismo.

Juan J. Paz-y-Miño Cepeda / www.historiaypresente.com

Las ideas que expone el presidente argentino Javier Milei han despertado el interés mediático mundial y en forma creciente se difunden e inspiran a las derechas de América Latina. Volvió a recalcar sus puntos centrales en el reciente Foro de Davos (World Economic Forum, 20-24/enero, 2025). Se concentró en atacar la “ideología woke” (término originado en los Estados Unidos) que ha “desviado” el camino del mundo occidental e “infecta de socialismo” al Estado y las instituciones, de modo que hay un “deber moral” y una “responsabilidad histórica” por “desmantelarla”. Afirmó: “es el cáncer que hay que extirpar” y la atribuyó a los progresismos y las izquierdas (
https://t.ly/XDi1W ; https://t.ly/t8Wio). Por eso, Milei exclamó en un post/X: “Zurdos hijos de putas tiemblen” (https://t.ly/2sm88). Y saludó entusiasta la llegada de Donald Trump, a quien considera un aliado en la defensa de lo que resume en la trilogía “vida, libertad y propiedad privada”.

La paradoja de Trump

La gran paradoja de este momento trumpista es que, mientras nos permite asomarnos a escalofriantes proyectos de terrorismo de Estado contra Cuba que fríamente calculaban la muerte de inocentes en territorio estadunidense, el nuevo inquilino de la Casa Blanca ha incluido de nuevo a la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo.

Rosa Miriam Elizalde / LA JORNADA

El peligro de confiar en la CIA, decía el político brasileño Leonel Brizola, es que cuando pasan los años, la agencia abre sus archivos y “todo lo podrido salta a la luz del día”. El pronóstico de que nuevos esqueletos saldrán del clóset de la política estadunidense está en alza desde que Donald Trump decidió publicar los documentos clasificados que aún siguen bajo llave, relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy (JFK).

Si EEUU estornuda, a Latinoamérica le da bronquitis

 Proteccionismo, persecución contra la migración (lo que afecta la remesa con la que viven millones de familias en Latinoamérica), discursos muy ideológicos desde la secretaría de Estado entrante a cargo del cubano estadounidense Marco Rubio, y la competencia con China para cooptar mercados, presagian un duro golpe a la estabilidad política en América, incluido Estados Unidos, que ya vivió una especie de “estallido” contra Trump en 2020.

Observatorio en Comunicación y Democracia 

Rómulo Betancourt, presidente venezolano entre 1945-48 y 1959-64, graficaba en la frase “cuando Estados Unidos estornuda, a América Latina nos da bronquitis”, lo que podría ya no ser tan automático, aunque hoy los gobiernos latinoamericanos no se hallan unidos y menos aún blindados contra cualquier estornudo o enfermedad superior que provenga de Estados Unidos.

Libre determinación y unidad nacional popular ante el irredentismo imperial

 Ante las amenazas de Trump de anexarse territorios, recuperar otros, como el Canal de Panamá y, ultrajar a países como Colombia, México, Canadá, Cuba y Venezuela con falacias y sanciones, una vía para resistir es la organización de los pueblos y la puesta en marcha de una agenda en común cuyo contenido sea la autodeterminación de los pueblos, la integración regional y la unidad nacional popular.

Abdiel Rodríguez Reyes / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá

A los pueblos les asiste el derecho a decidir su propio destino colectivo según lo estableció la Conferencia de Bandung en 1955 y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966, lo cual no fue gratuito, sino producto de la lucha de los países periféricos por su descolonización. Ante esta realidad, Estados Unidos nunca renunció a extender la doctrina Monroe hasta el presente. Empeorando la situación, el irredentismo imperial con el presidente Donald Trump se hace explícito. La desconfianza de la población hacia la élite política en esta coyuntura se está reproduciendo en el imaginario colectivo en un marcado desinterés por el irredentismo imperial de Trump. Esto último, busca la anexión y recuperación de territorios, aunque no compartan fronteras, como el caso de Groenlandia y Panamá. Y, no se trata del capricho de una persona, en este caso Trump, sino de una racionalidad imperial. 

Argentina: Quien siembra bronca, cosecha mugre

 Han y hemos anticipado reiteradamente la bisagra civilizatoria por la que atravesamos. Una época distópica de cambio de formas y conductas propia de una revolución tecnológica cuyos alcances al menos, se advierten desastrosos.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América

Desde Mendoza, Argentina


Maquillado para la ocasión, con letra de su asesor estrella, desde Davos lanzó tantas llamas y amenazas que no bien llegó al país, tuvo que recular en chancletas. Pero lo dicho, dicho está y rápidamente la reacción indiscriminada de los discriminados, armó una marcha federal para el primer sábado del tórrido febrero, apoyado por grandes sectores sociales. Todo se fue al carajo que no dejó viva a la libertad...

¿Para dónde va el mundo?

 Estas no son predicciones (no soy Nostradamus, y mucho menos Elon Musk ni Bill Gates, los actuales “profetas” que nos dicen cómo será el mundo del futuro…, según su sesgado criterio, claro). Son modestas apreciaciones, hechas con los elementos de análisis disponibles -que nunca son muchos, porque los proyectos estratégicos de largo alcance de las potencias nunca se conocen en detalle- que intentan mostrar dónde estamos parados, y hacia dónde pueden ir las cosas.

Marcelo Colussi / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala
 
Es imprescindible hacer saber que están concebidas desde el campo popular, reivindicando a los pueblos del mundo -siempre en precariedad en el sistema global capitalista-, pensando en alternativas que vayan más allá del estado actual de penurias en que viven las grandes mayorías planetarias. Sin pretenderse “predicciones”, lo que está claro al analizar la coyuntura global es que no vienen tiempos fáciles para las grandes mayorías. Todo por el contrario. La llegada de la “motosierra” de Trump augura más penurias. Por tanto, más resistencia, más luchas. El socialismo, hoy muy golpeado, no ha desaparecido de la perspectiva histórica de la humanidad. Y aunque Javier Milei vocifere “¡Tiemblen, zurdos de mierda!”, la lucha popular por un mundo mejor 
continúa

Una buena noticia para la humanidad

 Estimados lectores, en esta ocasión voy a tratar de romper la dinámica tradicional. No voy a hablar de las calamidades a las que nos tiene sometido el imperialismo y el neoliberalismo. Tampoco haré mención de la maldición que encara el solo hecho de nombrar a los Trump, Netanyahu, Milei o Zelenski. 

Sergio Rodríguez Gelfenstein / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela

Voy a hablar de algo positivo que ilumina el futuro de la humanidad: en días recientes, diversas publicaciones científicas han dado cuenta de la posibilidad cierta de que en el año 2025… por fin y tras más de medio siglo de investigaciones aparezca la cura contra el cáncer.

El año pasado cerca de 10 millones de personas fallecieron en el planeta a causa de este flagelo. Se estima que en 2040 esa cifra supere los 15 millones de decesos. Esta terrible enfermedad afecta por igual a países con altos niveles de desarrollo  y a aquellos cuya población tiene niveles bajos en cuanto a la esperanza de vida al nacer, la educación, el acceso a la salud y los ingresos.