Con sus posturas y
pronunciamientos referidos a las injusticias en la humanidad y su
posicionamiento a favor de los más pobres, de los trabajadores y, en general,
de los excluidos, el Papa Francisco, desde el inicio de su Pontificado,
sorprendió gratamente a los militantes de movimientos populares de todo el
mundo, por contraste con sus dos antecesores.
João Pedro Stedile / ALAI
El Papa Francisco en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares, Roma, 2014. |
El mismo hecho de haber
elegido el nombre de Francisco, con toda la carga simbólica que tiene San
Francisco de Asís, sea para el comportamiento de las personas o incluso al
interior de la Iglesia, representa en sí mismo un hecho histórico y
revolucionario. Ningún otro pontífice ha tenido el coraje de honrar a
Francisco de Asís.
En todos los asuntos
sobre los que se ha pronunciado –la guerra en Siria, el hambre, la migración de
africanos a Europa, la cuestión del desempleo, las personas sin hogar, etc.–,
lo ha hecho siempre con una posición clara y firme; sin temor a señalar
culpabilidades, abandonando la postura diplomática anterior, que justificaba la
postura del Vaticano de estar siempre al lado de los poderosos y de organismos
internacionales.
Por otra parte, desde un
primer momento también viene impulsando cambios conducentes a un proceso de
democracia interna dentro de los organismos del Vaticano, que se han convertido
en verdaderas monarquías centralizadas, al tiempo que con valentía ha
establecido sanciones contra aquellos miembros de la Iglesia comprometidos en
actos criminales, pero que antes se los escondía bajo la alfombra.
El diálogo con los movimientos populares
Con estos vientos de
cambio, desde el segundo semestre de 2013 comenzamos a recibir señales de que
le gustaría tender puentes con movimientos populares de todo el mundo.
Como tenía lazos históricos con movimientos de trabajadores precarios de
Argentina, a través de ellos iniciamos los primeros diálogos respecto a cómo
organizar una reunión mundial de movimientos populares.
A finales de 2013, en el
Vaticano, con la participación de la Pontificia Academia de Ciencias y de la
Comisión de Justicia y Paz, tuvimos diversas conversaciones para hacer realidad
la voluntad del Papa Francisco. Realizamos un primer seminario para
debatir las razones de las desigualdades sociales en el mundo, y cómo las
veíamos desde los movimientos populares.
Después, propusimos y
entregamos un documento elaborado por nueve científicos de todo el mundo,
vinculados a Vía Campesina internacional, que trata de explicar al Papa las
razones de por qué las semillas transgénicas y los agrotóxicos son un peligro
para la humanidad y la naturaleza.
En esta secuencia de
nuestro diálogo permanente, realizamos un Encuentro Mundial de Movimientos
Populares con el Papa Francisco en octubre de 2014. En la preparación
del encuentro, por consenso se estableció que la representación debía ser de
movimientos populares que se organizan y luchan por resolver tres derechos
fundamentales de las personas: tierra para sembrar, techo para vivir y
trabajo digno. También quedó explícito en nuestras articulaciones que
deberíamos evitar tanto representaciones viciadas de mecanismos
internacionales, como representaciones de la Iglesia, porque ya tienen otros
espacios para articularse a nivel internacional.
De modo que nos
encontramos más de 180 representantes de movimientos de trabajadores de todo el
mundo, con una amplia pluralidad de credos religiosos, etnias, género,
juventud, orientación sexual y representación geográfica, de todos los
continentes. No hubo de parte del Papa Francisco o del Vaticano ningún
condicionamiento.
El encuentro fue
histórico. Por primera vez en la historia del Vaticano, el Papa se
encontró con representantes de movimientos populares. Nos reunimos en el
salón del Sínodo viejo, utilizado por siglos solamente por cardenales. Él
mismo reveló que nunca antes había estado en ese lugar. Y ahí analizamos
los problemas que enfrentan los trabajadores/as, sus causas y las propuestas
para encontrar salidas.
Y en su exposición, el
Papa Francisco defendió un programa síntesis de toda nuestra lucha, en la cual
debemos perseverar, para que no haya más en la humanidad: ¡ninguno campesino
sin tierra, ningún trabajador sin trabajo digno y ninguna familia sin vivienda
digna!
Ahora, nuevamente vamos a
encontrarnos en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia (9 julio 2015), con ocasión de
su visita a ese país. La representación de los movimientos populares será
más grande, con cerca de 1.500 compañeros y compañeras, principalmente de
América del Sur, con los mismos objetivos: reflexionar sobre nuestra realidad y
buscar las verdaderas soluciones que puedan contribuir para construir una
sociedad más igualitaria, justa y fraterna.
- João
Pedro Stedile es miembro de la Coordinación Nacional del
Movimiento Sin Tierra -MST- y de la Vía Campesina Brasil.
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