sábado, 9 de diciembre de 2017

Honduras: ¿Democracia?, “estado de excepción” y ¿derechos humanos?

Honduras es el epicentro del laboratorio experimental de los Golpes de Estado, inteligencia militar y tortura en América Latina, por ser un espacio geopolítico clave en la estrategia militar por sus contactos con los diferentes puntos geográficos, aéreos, marítimos y territoriales que lo relacionan con los diferentes países del mundo.

Juan Almendares* / Para Con Nuestra América
Desde Tegucigalpa, Honduras

La verdad es y está en el todo histórico y en la relación dialéctica del todo y sus partes.

La democracia real se logra mediante la lucha por la emancipación social y política de un pueblo al construir la verdad histórica, la libertad, la justicia social en unidad con la emancipación de pueblos del mundo frente a la historia de la mentira, racismo, el patriarcado, la violación contra el género, la diversidad sexual, el trauma social, el terror, la tortura, el asesinato y las violaciones de todos los derechos humanos.

En el año 2009, se produce el golpe militar contra el pueblo de Honduras patrocinado por la oligarquía y ejército hondureño aliados con la ultraderecha norteamericana, europea y latinoamericana.

Honduras es el epicentro del laboratorio experimental de los Golpes de Estado, inteligencia militar y tortura en América Latina, por ser un espacio geopolítico clave en la estrategia militar por sus contactos con los diferentes puntos geográficos, aéreos, marítimos y territoriales que lo relacionan con los diferentes países del mundo.

En el marco de esta política se ha desarrollado una guerra total contra el pueblo donde el Estado de Excepción es una regla permanente puesto que la impunidad de los cuerpos represivos es mayor que el 90%.

La guerra total es económica, política, ideológica, mediática, policial, militar, jurídica, fundamentalista religiosa contra las fuerzas opositoras al régimen opresivo.

Sea la oposición: partidos políticos, movimientos indígenas, garífunas, ambientalistas, derechos humanos, organizaciones campesinas, obreras feministas y de la diversidad sexual.

Estas políticas racistas han obligado a la emigración de más de 50 mil hondureños hacia Estados Unidos de América, Europa y violan fundamentalmente los derechos económicos, sociales y ambientales por la acumulación de capital por desposesión y despojo de todas las formas, condiciones y calidad de vida donde existe una democracia encarcelada por la dominación imperial.

El 26 de noviembre de 2017 se producen las elecciones presidenciales, Congreso Nacional y alcaldías municipales donde las fuerzas de oposición participaron en condiciones de desigualdad en el marco de un Estado policial / militar:

1. El garante del proceso electoral fue las Fuerzas Armadas (autores del golpe 2009).
2.El Tribunal Electoral integrado sin la participación de las fuerzas de oposición y el Presidente del Tribunal representante del sector oficialista participó en otros procesos fraudulentos.
3. La Fiscalía General de la República y la Corte Suprema de Justicia fueron controlados  por el oficialismo.
4. No se produjo reformas a la Ley Electoral que fueran más justas.
5.  No se establecieron los mecanismos técnicos de transparencia electoral.

En base a lo anterior el conteo electoral y todo el proceso fue manejado en forma fraudulenta, en consecuencia perdió legitimidad ante el pueblo hondureño y la comunidad internacional.

La instauración de un toque de queda en el proceso de conteo electoral es poner de manifiesto la pena de muerte, la tortura psicológica de un Estado de Excepción sangriento y la guerra contra el pueblo.

Durante este fraudulento conteo electoral se manifestaron en contra empresarios y se rebelaron  la Policía Nacional (el sector básico de las fuerzas especiales de los cobras y otros niveles) para expresar su repudio a las órdenes oficiales de represión contra el pueblo y la discriminación y violación de sus derechos ante los privilegios de las jerarquías policiales y militares.  Las Fuerzas Armadas obedecen más órdenes del Comando Sur que a lo establecido en la Constitución de la Republica.

Expresamos nuestro reconocimiento a todos los periodistas, comunicadores sociales, observadores electorales y defensores/as de los derechos humanos honestos nacionales e internacionales que han y siguen siendo solidarios con el pueblo de Honduras que lucha pacíficamente por su derecho soberano y de auto determinación.

Rechazamos cualquier maniobra o proceso de golpe sea militar o de cualquier naturaleza que sirva a los intereses de Estados Unidos o cualquier potencia hegemónica u organismo internacional como la OEA y sus cuerpos satélites que han sido gestores de Golpes de Estado en América Latina y Honduras.

Con dignidad y responsabilidad histórica, abrazo la lucha del pueblo hondureño por la emancipación social y política de soberanía y autodeterminación.

La verdadera lucha por los derechos humanos no solo es por los derechos individuales, civiles y políticos sino contribuir a derrotar las políticas nefastas de acumulación del capital, del coloniaje y del colonialismo imperial.

Unidad y lucha contra la hondureñización de los golpes de Estado en América Latina.


*Director Ejecutivo, Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de las Victimas de la Tortura y sus Familiares (CPTRT) y Ex Rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

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