Este año cuando celebre la navidad
y esa noche sus hijos reciban los regalos, o durante la cena de año nuevo en
familia, recuerde y recuérdele a sus seres queridos que usted y ellos son unos
privilegiados. No se olvide que allá afuera hay “… otro mundo”, y que existe gente “que pide vida en los
portales”, como evoca el extraordinario compositor cubano.
Sergio
Rodríguez Gelfenstein / Especial para Con Nuestra América
Desde
Caracas, Venezuela
“El fin de año huele a compras,
enhorabuenas y postales
con votos de renovación;
y yo que sé del otro mundo
que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.
La gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente todo
parece afín al celebrar.
Unos festejan sus millones,
otros la camisita limpia
y hay quien no sabe qué es brindar”.
enhorabuenas y postales
con votos de renovación;
y yo que sé del otro mundo
que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.
La gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente todo
parece afín al celebrar.
Unos festejan sus millones,
otros la camisita limpia
y hay quien no sabe qué es brindar”.
Silvio Rodríguez (Canción de navidad)
Un día de diciembre de 1987 me encontré casualmente con
Silvio Rodríguez en el aeropuerto de La Habana, venía de hacer varios
conciertos en Argentina, yo estaba esperando a un amigo que arribó en el mismo
vuelo. La persona que iría a buscar a Silvio al aeropuerto se atrasó y
aprovechamos de conversar en el estacionamiento de la terminal aérea. Le había
ido muy bien en su estadía en tierras gauchas y estaba contento, pero de lo que
más me habló fue de la terrible impresión que le había causado la cercanía de
la navidad y las diferencias que, evidentemente, iba a ocasionar en los hogares
argentinos la abrumadora brecha que él percibió y palpó de forma directa en el
poder adquisitivo de las familias, y que sin duda alguna, acarrearían
contrastes en la celebración de las fiestas decembrinas. Un tiempo después, el
cantor y poeta compuso esta canción de la cual extraigo un verso para iniciar
este artículo.
Lamentablemente, treinta años después, la situación no
es distinta, en la navidad de 2017, tal como dice Silvio, habrá muchas familias
que no sabrán lo que es brindar.
En 2016, el 11% de la población mundial, es decir 615
millones de personas sufrían de hambre según cifras entregadas por la
Organización Mundial de la salud (OMS), incrementándose el guarismo en 38
millones respecto del año anterior. Un dato espeluznante del mismo informe es
que cada año mueren 5,6 millones de niños por hambre o carencia de agua
potable. Lo desalentador de estos antecedentes,
es que por primera vez en los últimos 15 años estas cifran volvieron a
aumentar. Así mismo, creció el número de personas subalimentadas y las que
padecen hambre crónica, lo que produce un retraso en el crecimiento de los
niños, afectándose por esta causa 155 millones de infantes, mientras que 50
millones tienen un peso demasiado bajo para su estatura.
Según el informe “Estado de la seguridad alimentaria y
la nutrición en el mundo 2017” elaborado por la mencionada organización
internacional, las causas principales que han provocado esta situación son la
proliferación de los conflictos en el planeta y las perturbaciones originadas
por el clima. Aunque entre los años 1990 y 2015 el porcentaje de población
mundial que sufría de malnutrición disminuyó a la mitad, la Organización de
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha alertado en el
sentido de que en caso de mantenerse la conflictividad global será imposible
exterminar la pobreza y cumplir con la que posiblemente sea la más importante
de todas las metas que se haya propuesto la humanidad, cual es acabar con la
malnutrición y la pobreza para el año 2030 cumpliendo con al Agenda para el
Desarrollo Sostenible, aprobada por la ONU en 2015.
En América Latina y el Caribe la situación no es
diferente, aunque en los primeros años del siglo XXI, un fuerte incremento en
la inversión social permitió disminuir la gigantesca brecha en la desigualdad
de los ingresos, causa principal de la pobreza en una región que sigue siendo
la más desigual del mundo, en 2015, 7 millones de latinoamericanos se
volvieron pobres, alcanzando la exorbitante cifra de 175 millones de personas.
De ellas, 75 millones viven en la indigencia, 5 millones más que en 2014. En
2016, según la FAO, se alcanzó la terrible cantidad de 42.5 millones de niños y
niñas menores de 5 años con malnutrición crónica, un 8% más que en 2013.
El crecimiento de la clase media como producto de la
aplicación de medidas de mejoramiento de las condiciones de vida de los
ciudadanos por parte de una buena cantidad de gobiernos de la región, sobre
todo en materia de empleo, mejoramiento de los ingresos mínimos de varios
países, políticas de redistribución de
ingresos y protección social durante los primeros quince años de este siglo, no
impide constatar la fragilidad de este sector que hoy alcanza al 35% de la
población de la región, toda vez que las cifras que soportan esa condición son
extraordinariamente disimiles: aunque un 38% consigue más de US$ 10 diarios, el
39% recibe entre US$ 4 y 10 y un 23% obtiene menos de US$ 4 al día, pero si continúa
la tendencia regresiva, la situación de este sector se torna riesgosa en
extremo y la probabilidad de que se siga engrosando la población pobre es muy
alta. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), calcula que otros
30 millones de personas podrían caer en condición de pobreza.
Según un informe
preparado por el investigador argentino Javier Tolcachier del Centro Mundial de
Estudios Humanistas, al comenzar el siglo había en la región 225 millones de
pobres (44%) con casi 100 millones de indigentes (19,3%). Esta cifra cayó a 29
y 12%, respectivamente, lo que implica que al menos 50 millones de personas
salieron de la pobreza y 25 millones de la indigencia. Sin embargo, desde 2012
se observa el estancamiento de esta mejoría, incluso comenzando a subir tanto
el número de pobres como el de indigentes hacia finales de este período.
En este ámbito, China se ubica en el otro
polo. Según el presidente Xi Jinping la lucha para erradicar la pobreza, mejorar el
nivel de vida del pueblo y alcanzar la prosperidad es considerada un objetivo
esencial del socialismo. A pesar de
todos los avances en ese sentido, la cantidad de ciudadanos pobres en el país
es elevada, sobre todo en las zonas rurales, por lo que resulta imposible
hablar de cumplimento del objetivo de lograr una sociedad modestamente
acomodada en 2020, es decir un país sin pobreza, sin superar ese rezago, por lo
que se seguirán haciendo los mayores esfuerzos en este ámbito.
A este respecto, la ONU ha reconocido que
la estrategia china para combatir la pobreza, no solo ha permitido extraer a
millones de personas de esa situación, también ha proporcionado esperanzas de
que este camino es posible para otros países del mundo. El propio Secretario
General del organismo Antonio Guterres afirmó que: "No debemos
olvidar que China ha sido la que más ha contribuido durante la última década en
la lucha contra la pobreza", y agregó que “a la luz del frágil ambiente
internacional, trabajar por el desarrollo es un importante canal para prevenir
los conflictos”. Así mismo, se ha reconocido que China resolvió el problema de
la falta de alimentos y ropa a más de 1.300 millones de personas y sacó de la
pobreza a más de 700 millones, lo que significa una reducción de más del 70% de
la población mundial, transformándose en el primer país en cumplir el Objetivo
de Desarrollo del Milenio de reducir la pobreza a la mitad. Además, el país ofreció empleo a 770 millones
de personas, logró la cobertura total de educación obligatoria para los niños
de hasta 9 años, ha proporcionado seguridad a 230 millones de ancianos y 85
millones de personas con discapacidad y ha aumentado la esperanza de vida al
nacer de 35 años en 1949 a 76 en la actualidad por lo que la ONU considera que
China es el país con crecimiento más rápido en los últimos 30 años. Según Tom
Zwart director del Instituto de Derechos Humanos de Holanda es el logro más
importante de la historia en materia de derechos humanos.
En
general, como se dijo antes, en los últimos 30 años, además de recatar a 700
millones de personas de la pobreza, la pobreza de la población rural cayó a
55,75 millones de personas en 2015 y la incidencia de pobreza se redujo hasta
5,7 % ese mismo año, mientras que en el país ese indicador se redujo a 4,2%. Solo
en el período 2013-2016, un total de 55,64 millones de personas del área rural
salieron de la pobreza (12,4 millones en 2016), para ello, los ingresos en
estas áreas crecieron a una tasa más elevada que la media nacional. Al finalizar 2016, quedaban 43,35 millones de
ciudadanos en condición de pobreza, lo cual augura que, de seguir el trabajo
que se propone sacar a 10 millones de ciudadanos de esa condición por año, la
meta pautada para el 2020 será cumplida casi totalmente.
He
ahí las diferencias que produce encarar una tarea tan trascendente desde la
óptica del capitalismo o del socialismo. Las cifras no mienten y los resultados
están a la vista.
Por
lo pronto, este año cuando celebre la navidad y esa noche sus hijos reciban los
regalos, o durante la cena de año nuevo en familia, recuerde y recuérdele a sus
seres queridos que usted y ellos son unos privilegiados. No se olvide que allá
afuera hay “… otro mundo”, y que existe gente “que
pide vida en los portales”, como evoca el extraordinario compositor cubano.
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