En Argentina ya estamos
viendo los efectos de un cambio de rumbo
en sintonía neoliberal: los despidos son
de 107.000 personas según la consultora Fiel y datos del Diario La Nación. 30.000 del sector público y
el resto privado en especial en la construcción por la suspensión de toda la
obra pública.
Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México
¿Vivimos un fin del
ciclo de los gobiernos progresistas en
América Latina? Acaso sea temprano para decir algo definitivo sobre este tema.
Pero lo que si puede decirse es que al igual que lo que sucedió con los
populismos de viejo cuño (los observados en los años 30,40 y 50 del siglo XX),
el momento de agotamiento llegó cuando
el boom de las exportaciones de las que gozaron en el contexto de la d guerra
mundial y de la posguerra empezó a terminar. Y hoy, como consecuencia del
decrecimiento de la economía china y de otros factores de la economía mundial
como la baja de los precios de los hidrocarburos, los gobiernos progresistas
comienzan a dar muestras de agotamiento. Lo que hoy estamos viviendo es
probablemente la restauración neoliberal después de unos 15 años en los que en
América Latina se vio una ascendente voluntad posneoliberal.
Y ha sido la derrota
del kirchnerismo en las elecciones de noviembre y octubre de 2015 la primera
campanada electoral para derrotas de las
fuerzas llamadas progresistas en América latina. La segunda fue más contundente, fueron las elecciones parlamentarias del 6 de
diciembre del 2015 momento en el cual el
chavismo imbatible sufrió una derrota significativa al ganar la oposición de
derecha con el 56% de los votos. La
tercera es el triunfo del NO en el referéndum de Bolivia del 21 de febrero con
un 51% de los votos. Argentina es pues,
el primer síntoma de lo que podría ser una restauración neoliberal de gran
envergadura si tomamos en cuenta lo que está sucediendo en Brasil. No es lo
mismo que algo suceda en un país
centroamericano a que suceda en un gigante como lo es Brasil.
En Argentina ya estamos
viendo los efectos de un cambio de rumbo
en sintonía neoliberal: los despidos son
de 107.000 personas según la consultora Fiel y datos del Diario La Nación. 30.000 del sector público y
el resto privado en especial en la construcción por la suspensión de toda la
obra pública. Hay indicios fuertes de aumentos de luz que en algunos casos
llegan hasta un 500% lo que lleva a
pequeñas industrias y comercios a cerrar y por supuesto habrá que imaginar el
costo en la economía familiar. También se vislumbran aumentos similares en
el gas, el agua y el transporte público. También se están restringiendo los programas de salud, la entrega de
netbooks y la producción de software para escuelas secundarias públicas, los programas
culturales. Termina la moratoria jubilatoria y están por mandar una ley al
congreso para elevar la edad jubilatoria. La moratoria jubilatoria permitió
hacer casi universal la jubilación porque por los años de neoliberalismo entre
la desocupación y el trabajo en negro millones de trabajadores no podían
acceder a la jubilación. Se está por
aprobar la ley que permite el pago a los fondos
buitres en los términos que fijó el juez Griesa de Nueva York.
He aquí pues un primer
indicio de lo que sería en Latinoamérica la restauración neoliberal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario