Los EEUU están seguros
que el gobierno bolivariano no tendrá la capacidad de resiliencia para resistir
el bloqueo general decretado por el regimen Trump. No aprendieron, ni aprenderán
de Vietnam y están condenados a repetir la historia.
José Toledo Alcalde / Para Con Nuestra América
Juan Guidó, operador político del gobierno de Donald Trump en su cruzada contra Venezuela. |
Otrora la injerencia norteamericana era diseñada a punta
de bombardeos, dictadores y regímenes de transición. En la actualidad, la
sofisticación de la metodología injerencista, muestra de las desesperadas
pretensiones de seguir entornillados en el trono del reinado mundial, es una
serie que llega a su ultima temporada. Con Venezuela se cierra el círculo de
países bloqueados entre los cuales se encuentran Cuba,
Irán, Siria y Corea del Norte y con el triunfo del país bolivariano se abrirá,
para esperanza de los pueblos, un antes y un después en la infatigable lucha de
resistencia y defensa de la soberanía de los pueblos.
En
medio del proceso, aún nos queda pan por
rebanar. El absurdo jurídico denominado “autoproclamado”, en la figura del
tristemente celebre Juan Guaidó, con el apoyo de la corte de asalariados como
la OEA, Grupo de Lima y pasquines informativos, marcan el último intento del
hegemón en sus caprichos por apropiación de su última reserva de petróleo, aún
sin saquear, sin la cual esta destinado a extinguirse en un breve período de
tiempo.
El
informe la Agencia Central de
Inteligencia (Central
Intelligence Agency; CIA)
The World Factbook,[1]
señala que las “[…] proved reserves of crude oil, in
barrels (bbl)” (provadas reservas de
crudo en barriles) de Venezuela ascienden a 300,900,000,000 (trescientos
mil millones de barriles de reserva de crudo) seguido por Arabia Saudita con
266,500,000,00 y Canadá con 169,700,000,000. Estimándose que Venezuela podría
contar con el crudo por más de 300 años y Arabia Saudita por 70.
La
desesperación de los EEUU queda en evidencia en la patológica persecución contra
Venezuela, al quedar demostrada geologicamente – según reporte de la CIA – que
sus reservas de crudo ascienden a 36,520,000,000 ubicándose, de esta manera, en
el onceavo puesto de paises con mayor resevas de petroleo del planeta. Según el
mismo informe, el tiempo de las reservas de los EEUU estan calculadas a ser
agotadas entre 7 y 10 años.
Los
EEUU están seguros que el gobierno bolivariano no tendrá la capacidad de
resiliencia para resistir el bloqueo general decretado por el regimen Trump. No
aprendieron, ni aprenderán de Vietnam y están condenados a repetir la
historia. Prueba de ello la Conferencia
Internacional por la Democracia en Venezuela organizada
por el Grupo de Lima el pasado 6 de agosto en donde claramente el “plan
económico” por aplicar a Venezuela, en lo que se esta denominando “ el día
después”, evidencia la puesta en escena de la trasnochada y anquilosada teoria
del desarrollo basada en el extrangulamiento financiero, económico y comercial
así como el saqueo y remate de los recursos y servicios de la nación. Grupos de
poder y corporaciones financieras como el BM, BID y FMI son los exclusivos
invitados a la repartición del botín.
A todas luces, neocolonialismo en acción. Arremetida el
cual se pone en evidencia en dicho plan injerencista formulado en cuatro
celebres principios injerencistas: a. empresas privadas; b. ley de
hidrocarburos; c. licitación de petróleo y d. inyección de capitales.
El
“plan económico”, formulado por la Conferencia
Internacional por la Democracia en Venezuela
organizada por el Grupo de Lima, en el rubro de
energía proponen: A corto plazo: instituir reformas a favor del mercado y promover
participación de las empresas privadas a
través de la nueva ley de hidrocarburos que se está considerando en la
Asamblea Nacional. A mediano plazo: implementar
condiciones adecuadas de gobernanza para las empresas energéticas, facilitando
la inversión privada, las rondas de
licitación de petróleo, y una reparación del sistema de generación de
energía y a largo plazo: revertir el
declive de la producción de energía, facilitando la inyección de capital y capacidades en petróleo, gas natural y
electricidad.
Juan
Guaidó (“autoproclamado” ó en palabras de Egor
Lidovskoy, director gerente del Centro Latinoamericano Hugo Chávez “presidente
titere”) estorba al imperio pero antes de ser excretado decidieron jugarse la
carta del TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca ó
Tratado de Río, 02/09/47) el cual marcha de la mano con el
último intento de extrangulamiento a la soberana República Bolivariana de
Venezuela. El “autoprocalamado”, en una muestra más de la gran ceguera de su
servil participación, intenta tapar el sol con un dedo señalanado: El TIAR es un tratado interamericano,
en sus grandes líneas, de
asistencia humanitaria.
Dicen que tiene que ver con el tema del uso de fuerza. No es así.
Principalmente afecta a cuestiones de asistencia humanitaria.
Como
es de conocimiento general, los organismos internacionales venidos a luz post
II Guerra Mundial sirvieron para garantizar el control hegemónico planetario.
Ante las limitaciones y fracaso de la OEA entra en acción el TIAR como última herramienta de la jurisprudencia internacional que avalaría
una intervención militar sin ser considerada, al parecer de los injerencistas,
acto de violación al derecho internacional de libre determinación.[2] Cuba (1962), las Malvinas
(1982) , Isla de Granada (1983) son solo algunos casos del uso del instrumento
político-militar de los EEUU en su búsqueda desesperada por apropiarse de la
más importante reserva del crudo en el planeta.
Esta será la última carta a jugar por Washington, y
lo saben muy bien. Está en juego la endeble situación financiera, productiva y
comercial del imperio forjado sobre sangre, sudor y lágrimas de miles de
millones de personas.
El hegemón, siempre en estado de alerta, declarado
reptilianamente en permanente estado de ataque y defensa, sufre, entre otras,
de la patología de distorción del poder conocida como Síndrome de Hubris. Uno de los sintómas fue la creación del TIAR.
Herramienta formada para legitimar la defensa de la Doctrina Monroe y su
altisonante frase: “América para los americanos”.
En su art. 6 el TIAR señala: Si la inviolabilidad o la integridad
del territorio o la soberanía o la independencia política de cualquier Estado
Americano fueren afectadas por una agresión que no sea ataque armado, o por un
conflicto extra continental o intracontinental, o por cualquier otro hecho o situación
que pueda poner en peligro la paz de América, el Organo de Consulta se reunirá
inmediatamente, a fin de acordar las medidas que en caso de agresión se
deben tomar en ayuda del agredido o en todo caso las que convenga tomar para la
defensa común y para el mantenimiento de la paz y la seguridad del Continente.[3]
El
“autoproclamado”, como símbolo de “gobierno interino”, es la pieza clave que da
pie para el cumplimiento de las pretenciones militarmente injerencistas. Actua,
como estructura de gobierno de facto,
acusando al gobierno Bolivariano de usurpador y amenza contra la paz del
hemisferio. Pero no es por nada en particular el uso de este personaje solo por
la profunda vocación de antipatria. Igual podría haber sido Pedro navaja, doña
Florinda o Juanito alimaña. Desde este contexto de “autoproclamaciones”
injerencistas, los frentes y organizaciones de izquierda deberían estar atentos
a los potenciales “presidentes interinos” (en el caso peruano ¿Julio Armando Guzmán Cáceres? ¿Jorge
Muñoz Wells? – en actual formación - y sabotajes electorales en búsqueda de
declaración de ilegitimidad de potenciales gobiernos socialistas.
De
esta manera estamos atentos al sempiterno mantra: hecha la ley y hecha la trampa. EEUU impone un nefasto gobierno
paralelo y al interior de sus organismos de control (OEA, TIAR, ONU) declara en
estado de emergencia la paz mundial por “amenaza” del gobierno bolivariano
(Obama).Todo esto sin importarles, una vez más, que a vista del mundo entero
vuelvan a repetir el mismisismo formato invasor-genocida usado contra, p.e, el
gobierno democrático de Chile (1973). A la fecha, no hay organismo inernacional
en la actualidad, salvo la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los
Pueblos o ALBA-TCP, que haya
demostrado solvencia moral y plena autonomía de juicio frente a la amenaza
planetaria que significa el desquicio hegemónico de Washington y aliados.
El
TIAR, y posteriormente las decisiones tomadas al interior del Consejo de
Seguridad de las ONU, marca la pauta de lo que podriamos llamar crónica de una invasión anunciada : el retiro de los jefes de misión; la ruptura
de las relaciones diplomáticas; la ruptura de las relaciones consulares; la
interrupción parcial o total de las relaciones económicas, o de las
comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas,
telefónicas, radiotelefónicas o radiotelegráficas, y el empleo de la fuerza
armada (art.8).
China,
Rusia y países no alineados tienen la pelota en su cancha. China deja de
importar productos agricolas a los EEUU y ejerce soberanamente medidas de
control monetario, después de 2008, como consecuencia del incremento
arancelario de los EEUU sobre casi todas al importaciones desde el gigante
asiático. Para Rusia queda claro que nos
encontramos ad portas de repetir la
crisis nuclear de 1962 llamada “crisis de los misiles”, conocida en Rusia como “crisis
del Caribe” y en Cuba como “crisis de octubre” (22 y 28 de octubre de 1962). [4]
Estrategias
que en el escenario político coloca a los EEUU en posición, indiscutiblemente,
de alto riesgo sobre su desequilibrado cacicazgo global. Estamos atentos al desarrollo
de las reacciones de países Rusia, Siria, Irán y el bloque latinoamericano y
caribeño los cuales en los próximos dias reaccionaran de forma conjunta a las
provocaciones de Washington y su posición de amenaza al equilibrio planetario.
Venezuela
el país con mayores reservas de petróleo en el planeta, es el última ficha de
supervivencia de un imperio que, a la luz de todos los signos, ve derrumbarse
su brevísimo y terrorífico imperio del mal. De allí, una vez más, el histórico
rol de las hermanas repúblicas de Cuba y Venezuela en la búsqueda
inquebrantable de la consolidación de la defensa y respeto inobjetable al
cumplimiento del derecho internacional de la soberanía de los pueblos.
[1] CIA. Country comparison. Crude oil. Prove reserves. En: https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/rankorder/2244rank.html.
Revisado: 07/08/19
[2] ONU. Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos. Art.1, 1966: “1. Todos los pueblos tienen el derecho de libre
determinación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición
política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural. 2.
Para el logro de sus fines, todos los pueblos pueden disponer libremente de sus
riquezas y recursos naturales, sin perjuicio de las obligaciones que derivan de
la cooperación económica internacional basada en el principio del beneficio
recíproco, así como del derecho internacional. En ningún caso podrá privarse a
un pueblo de sus propios medios de subsistencia. 3. Los Estados Partes en el presente Pacto, incluso
los que tienen la responsabilidad de administrar territorios no autónomos y
territorios en fideicomiso, promoverán el ejercicio del derecho de libre
determinación, y respetarán este derecho de conformidad con las disposiciones
de la Carta de las Naciones Unidas”.
[3] OAS.Tratados multilarterales. Tratado
Interamericano de Asietencia Reciproca. En: https://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/b-29.html. Revisado: 07/08/19
[4] Hispantv. Rusia alerta de otra “crisi del Caribe” por
bloqueo a Venezuela. En: https://www.hispantv.com/noticias/rusia/434523/eeuu-bloqueo-maduro-crisis-caribe.
Revisado: 07/08/19
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