sábado, 31 de agosto de 2019

Yucatán en la historia latinoamericana y caribeña

Con la finalidad de contribuir al desarrollo de la investigación y enseñanza de la historia desde perspectivas latinoamericanas, nos reunimos días atrás, en la ciudad de Mérida (México), historiadores, investigadores y profesores de educación media y superior, para fundar el Capítulo Yucatán de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC).

Cristóbal León Campos / Especial para Con Nuestra América
Desde Mérida, Yucatán. México

Un acercamiento a la producción historiográfica de Yucatán, deja como evidencia, la falta de perspectivas latinoamericanas en las investigaciones realizadas en la región y, si bien, ésta afirmación no pude ser considerada una idea absoluta, pues sin duda investigadores y proyectos en ocasiones o coyunturas se han acercado al panorama continental, si puede considerarse una regla cumplida casi de manera ininterrumpida bajo lineamientos y preceptos establecidos por las instituciones, cuyos postulados generales en la forma y objetivo de hacer la investigación histórica, se han impregnado de teorías e interpretaciones inducidas por las academias estadounidenses y europeas, dejando a un lado, los principios filosóficos del pensamiento latinoamericano.

Temas como la relación histórica entre Yucatán y Cuba, la presencia haitiana, el paso de José Martí por el Mayab, procesos migratorios o la presencia de Augusto Sandino y los procesos revolucionarios de Centroamérica, vienen a romper esa la regla mencionada con anterioridad, pero una mirada profunda en las tesis, reportes, artículos y libros publicados, hablan de una generalidad cargada de localismo interpretado como regionalismo y de un continuo temático que no necesariamente conceptual. La falta de apuestas más abiertas y referentes al contexto latinoamericano, han generado una aparente desvinculación entre los procesos locales y su raíz profunda regional, algo que en parte las investigaciones arqueológicas han superado reconociendo la realidad mesoamericana como la ubicación geográfica-cultural de los mayas peninsulares. Entendiendo que el desarrollo de las culturas y civilizaciones no fue nunca un hecho aislado de su circunstancias y que los hechos y sucesos históricos dan sentido a los procesos vividos como la Colonia, ¿por qué en la escritura de la historia se ha olvidado o dejado aún lado la inocultable conexión de los procesos históricos latinoamericanos desde los tiempos de la conquista?, la respuesta a ésta y otras interrogantes surcan el sendero ideológico, así como, la comprensión misma de lo que hemos llamado historia e historia de Yucatán.

Replantearnos la realidad de Yucatán desde su pertenencia a Latinoamérica y el Caribe, es un pendiente de urgente convocatoria para los futuros proyectos de investigación, conceptualizando la realidad desde una mirada que rompa el monopolio temático local y la corta mirada de conexión entre sucesos, hechos y procesos, circunscritos al devenir de las fronteras y no de las regiones culturales. Pero además, este replanteamiento no puedo limitarse a ejes temáticos más amplios, debe superar teorías importadas como impuestas, dando lugar al pensamiento latinoamericano, sin que eso signifique, la generación de otra frontera, sino más bien, signifique el reconocimiento negado u olvidado que Yucatán como México, tienen en su historia forja latinoamericana.

Otra de las barreras a superar, es la enseñanza de la historia, tanto en formas como contenidos, no es posible seguir enseñando a Yucatán y México desde lecturas colonialistas e imperialistas, debe superarse los sesgos de la ideología occidental para dar lugar al conocimiento plural de la región como entidad diversa y a la vez integrada. Es un reto sin duda, pero un ejercicio necesario para el avance de la historia en Yucatán, el fortalecimiento de las identidades y el conocimiento de nuestras raíces. Estas perspectivas se manifiestan en otros países latinoamericanos y en el ejercicio colectivo de organizaciones de investigadores que han reconocido la vigencia del planteamiento que Martí realizara en su ensayo Nuestra América al decir que: “La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de América, de los incas de acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria”. La vigencia del ideal martiano como la urgencia de su aplicación pueden encontrase sin falta en el contexto actual latinoamericano y en las formas difundidas del pensamiento colonizador.

En este sentido y con la finalidad de contribuir al desarrollo de la investigación y enseñanza de la historia desde perspectivas latinoamericanas, nos reunimos días atrás, en la ciudad de Mérida (México), historiadores, investigadores y profesores de educación media y superior, para fundar el Capítulo Yucatán de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC), regidos por los estatutos generales de dicha asociación, pero procurando también, el desarrollo de líneas de acción enfocadas en los siguientes términos: 1). Contribuir a la formación y profesionalización de los historiadores, revalorando su papel e importancia en la sociedad y favoreciendo el mejoramiento de sus condiciones laborales; 2). Fomentar el desarrollo de la investigación histórica, propiciando la generación de medios para la publicación, divulgación y socialización del conocimiento histórico; 3) Impulsar el análisis de la producción en materia de investigación histórica, de su impacto e importancia social mediante la celebración de coloquios, reuniones, encuentros, foros y demás actividades afines; 4) Promover las relaciones interdisciplinarias, interinstitucionales y desarrollar la enseñanza en el campo de las ciencias históricas, así como, fomentar el pensamiento histórico en la sociedad; y 5) Coadyuvar a la valoración y conservación del patrimonio cultural e histórico.

Los integrantes del Capítulo Yucatán de la ADHILAC forman parte de instituciones como la Universidad Autónoma de Yucatán, la Casa de la Historia de la Educación de Yucatán, la Universidad de Oriente, la Escuela Modelo y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. Confiamos en que esta nueva colectividad, dará lugar al surgimiento de líneas de investigación, replanteamientos interpretativos y a la reformulación del ejercicio docente en materia de la historia, procurando siempre, impactar en la sociedad reconociendo nuestra pertenencia latinoamericana y caribeña, esperamos que los frutos den luz pronto y verás a las acciones pensadas.

No hay comentarios: