sábado, 17 de agosto de 2019

Venezuela: Viaje en el túnel del tiempo

En el conflicto por el que atraviesa Venezuela, ha terminado por imponerse la dimensión geopolítica del mismo, por encima de las tensiones internas, por lo que se ha agudizado la pugna y ha adquirido la dimensión pre-bélica que caracteriza la situación actual, con sanciones que se van a expandir hacia cualquier país que comercie con el Estado venezolano.

Leopoldo Puchi / El Universal

Las razones de este conflicto que enfrenta a Washington y Caracas tienen que ver con la progresiva separación de Venezuela del dispositivo geopolítico estadounidense, lo que ha generado una espiral de desencuentros, de presiones y rupturas, y el establecimiento de nuevas alianzas de Venezuela con China y Rusia, aunque la economía venezolana continuaba formado parte hasta hace poco del sistema occidental, y en lo militar se realizaron compras de armas a Rusia y China, pero no hubo integración a un nuevo bloque.

THEODORE ROOSEVELT

Sin embargo, Washington no ha aceptado ese desplazamiento de Venezuela fuera de su zona de influencia, sobre todo ahora, cuando la administración de Donald Trump ha asumido la doctrina Monroe como guía de sus relaciones con Latinoamérica, política que Barack Obama nunca invocó. John Kerry llegó a decir en la OEA en 2013: “La era de la doctrina Monroe ha sido superada”.

Ahora bien, para la dirigencia actual estadounidense, aquella vieja doctrina tiene vigencia hoy. En Lima, John Bolton utilizó como referencia a Theodore Roosevelt, el del “corolario Roosevelt”, la versión más extrema y dura de la doctrina Monroe, que justificaba a principios del siglo XX el derecho a intervenir en otros países. Desde entonces, a esa corriente diplomática se le conoce como política del Big Stick (Gran Garrote). La sola mención de ese Roosvelt es como viajar en un túnel del tiempo.

STATUS NEUTRAL

En una reciente entrevista con dos periodistas del Instituto Empresarial Americano (AEI), Elliott Abrams señalaba, al ser interrogado del porqué se le había dado tanta prioridad a Venezuela, que la primera razón era la desestabilización de la región; la segunda razón, la presencia de Cuba, Rusia y China; en tercer lugar mencionó al petróleo, “la más grande reserva del mundo”. Al ser interrogado sobre Irán o el narcotráfico, los consideró como problemas, pero minimizó su peso. “No hay muchos iraníes ahí” y “no exageraría la presencia de Hesbolá”, dijo. No hizo mención ni a democracia ni a derechos humanos como la razón del conflicto.

De manera que el eje de la pugna es el intento de reinserción de Venezuela en el dispositivo geoestratégico estadounidense y, en consecuencia, la idea de que ni China ni Rusia pueden tener presencia en el continente sin autorización previa de Washington.

Una solución pacífica para este conflicto tendría que transcurrir por una negociación que pudiera conducir a que Venezuela tuviera un status neutro, sin afiliación a ningún bloque y donde no se aplique la doctrina Monroe.

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