1. EN NOMBRE DEL DIOS DE
JUSTICIA Y PAZ EN QUIEN CREEMOS
PEDIMOS, ROGAMOS, EXIGIMOS EL CESE INMEDIATO DE TODA FORMA DE VIOLENCIA
EN VENEZUELA
La Unión Evangélica
Pentecostal Venezolana, sus iglesias,
pastores, pastoras, obispos y obispas, en hermandad con las Iglesias
Cristianas Discípulos de Cristo y la Iglesia Unida de Cristo de los Estados
Unidos y Canadá, en nombre del Dios de la Paz y la Vida en quien creemos
pedimos, rogamos, exigimos el cese inmediato de toda forma de violencia
en Venezuela, repudiamos el llamado que ha hecho Leopoldo López y María Corina
Machado a ejercer violencia y
desestabilización en nuestro país irrespetando con esto las instituciones democráticas, las leyes y
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ya que con esta
incitación al odio y la violencia ha
llevado a sus seguidores y activistas a cometer actos graves contra nuestro
pueblo con un trágico saldo de varias muertes, centenar de personas heridas,
bienes públicos que están al servicio pueblo destruidos, niños y niñas
hospitalizados, transporte público destruido.
Desde el mismo momento
en que el Consejo Nacional Electoral venezolano diera a conocer los resultados
de los comicios electorales del 08 de diciembre de 2013 en el cual la gran
mayoría del pueblo venezolano votara y eligiera 255 alcaldías bolivarianas
contra 75 alcaldías ganadas por la oposición, sectores opositores abandonan la vía
democrática y electoral para usar la violencia en las calles como arma política
para tumbar al gobierno que el mismo
pueblo eligió legítimamente en abril próximo pasado.
Como agentes de fe
nuestra misión es mostrar al
mundo la gracia de Dios que salva, por eso
rechazamos rotundamente el proyecto de guerra y violencia que están
orquestando en Venezuela sectores minoritarios que con la ayuda de fuerzas
foráneas quieren incendiar el país propiciando una guerra fratricida.
En nombre de ese Dios
de paz en el que creemos instamos a quienes proponen la violencia y la guerra
como arma de lucha a escuchar las voces que se levantan por todas partes
oponiéndose a la violencia porque la guerra no garantiza el bien ni la seguridad para
ninguna persona o nación; la violencia
sólo siembra horror, miseria y la destrucción de todo lo creado; la violencia
está en contra del gran proyecto de Dios
que es Vida abundante para todos y todas, justicia, paz e integridad de
la creación.
Ante estos hechos
graves, hacemos un llamado a nuestras iglesias, a nuestros liderazgos, al
cristianismo en Venezuela y al pueblo en general a no dejarse persuadir por
esta instigación a la violencia y al odio. Por el contrario, invoquemos con la
fuerza del Espíritu Santo de Dios las enseñanzas de paz del Jesús de Nazareth
“BIENAVENTURADOS LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ, PORQUE ELLOS SERÁN LLAMADOS HIJOS
DE DIOS” (Mateo 5:9. BDJ).
2. LA PAZ Y LA RECONCILIACION: UN GEMIDO, UN CLAMOR, UN
GRITO QUE SALE DE LO PROFUNDO DEL ALMA DE NUESTRO PUEBLO.
El Presidente
constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro
Moros, ha convocado las voluntades y
fuerzas vivas de este país, particularmente a los sectores cristianos, para colaborar y trabajar en unidad a favor
de la paz, a través del Movimiento por la Vida y por la Paz, una nueva misión social se está proponiendo
desde los sectores cristianos ecuménicos y en dialogo con el gobierno llamada Misión Evangelio Adentro que ayude en
la construcción de la paz tan anhelada en nuestro pueblo. Vaya nuestro apoyo,
consideración y respeto al Presidente Nicolás Maduro, y nuestra firme intención
de seguir aportando con nuestros comprometidos esfuerzos, con nuestras
oraciones, y con nuestra espiritualidad liberadora, al fortalecimiento de esa
estrategia articulada por la paz que su
gobierno de calle junto al pueblo está
desarrollando.
3. IGLESIAS
CONSTRUCTORAS DE LA PAZ
Felicitamos a aquellas
iglesias pentecostales que salieron con sus miembros en medio de tanta
violencia incitada a recoger escombros, a limpiar calles, a solidarizarse con
quienes han sufrido esa violencia y dieron ejemplo de pacificación reafirmando
con este gesto que la paz y reconciliación es posible.
Acompañamos en oración
a la obispa Elida Quevedo de la Unión Evangélica Pentecostal Venezolana, que en
medio de tanta tensión, se movilizó hasta Caracas para participar en una marcha
de mujeres por la paz y dirigirse a la nación desde el palacio de Miraflores
para hacer un llamando a la pacificación del país desde los cristianos y
cristianas que afirman la paz y la vida.
En ese sentido hacemos
un llamado a la dirigencia de la UEPV, a las iglesias a que convirtamos
nuestros templos en santuarios de paz, y convocamos también a todo este pueblo
venezolano a pensar en la PAZ como la bienaventuranza que Jesús prometió.
Busquemos todos y todas esa PAZ, construyéndola desde el reconocimiento y el
respeto mutuo en la diversidad, la inclusividad social, la democracia, la
participación corresponsable, el respeto a la Constitución, las leyes y la institucionalidad venezolana, la
justicia, el amor, la solidaridad.
También hacemos un llamado a nuestras iglesias hermanas y al
movimiento ecuménico a valorar los signos de vida y esperanza que se
manifiestan en la actual coyuntura venezolana, los cuales se identifican con el
espíritu liberador y transformador del evangelio, y les invitamos a
sumarse creativa y proféticamente, asumiendo una participación evangélica y un
acompañamiento pastoral consecuente con los postulados bíblicos y la herencia
histórico-evangélica de la que provenimos.
“Que Jehová nos bendiga desde su lugar santo, para que podamos ver el
bien de nuestra nación, para que tengamos larga vida y haya paz sobre nosotros”
(Salmo 128:5-6)
Obispo. Gamaliel Lugo, Obispo General Nacional UEPV
Obispo. Eseario Sosa Rodríguez , Obispo General Nacional
adjunto UEPV
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