Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México
La disputa hegemónica entre el chavismo y la oposición
dio muestras el fin de semana pasado de que la lucha por la paz y la apelación
a la guerra forman parte del discurso de
ambas partes respectivamente. El chavismo organizó una multitudinaria
manifestación el sábado 2 de febrero
cuando conmemoró el 20 aniversario del arribo de Hugo Chávez a la Presidencia
de Venezuela. Allí el presidente Maduro hizo la propuesta de adelantar las
elecciones del poder legislativo y con ello renovar la Asamblea Nacional. Sí
fuera cierto lo que dice la oposición en el sentido de que Juan Guaidó tiene el
86% de popularidad mientras que la de Maduro apenas alcanza 4%, sería algo muy
bueno para el antichavismo adelantar para 2019 las elecciones legislativas de
2020). La propuesta de Maduro tiene como objetivo plantear en un eventual escenario
de negociaciones, una contrapropuesta a la de la oposición de convocar a nuevas
elecciones presidenciales. Dicha propuesta también debe sustentarse en la
convicción de que las cifras de popularidad dadas por la oposición no
corresponden a la verdad y que lo que sucede en realidad es que el chavismo
está en condiciones de volver a derrotarla como ya lo hizo en las elecciones
para la constituyente, para las gubernaturas y finalmente para elegir
presidente en mayo de 2018. Como quiera
que sea, lo que está ofreciendo el chavismo es una salida negociada que salve a
Venezuela de una sangrienta guerra civil.
En contraste con esta
postura es necesario advertir lo observado en la concentración antichavista
realizada el mismo día. Guaidó preguntó a los asistentes si le tenían miedo a
la guerra civil a lo que la multitud respondió con un estentóreo “¡No!”. Entre
los asistentes había quienes portaban pancartas en las que se expresaba que
estaban esperando a los Marines “con los brazos abiertos”. Apelación a la
guerra civil y a la invasión estadounidense son las dos caras de la moneda de
la violencia a la que parece estarle apostando un sector significativo de la
oposición venezolana. Revela esta apelación que probablemente en el seno del
antichavismo están convencidos que con la lucha entre venezolanos no les
alcanzará para derrocar al gobierno bolivariano. Dicen que el 90% de la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana está del lado del antichavismo, pero hasta el
momento las defecciones de oficiales y tropa han sido aisladas. La apelación al
artículo 233 para fundamentar constitucionalmente la asunción de Guaidó como
Presidente Constitucional no tiene el mínimo fundamento legal si se revisa el
referido artículo. Sí tiene fuerza el decomiso por parte del Departamento del
Tesoro estadounidense de 18 mil millones de dólares de fondos en activos de
PDVSA y producto de ventas anuales de petróleo. También la presencia del
tenebroso Elliot Abrahams operando en función de la intervención.
Hoy tiene vigencia para
Venezuela, lo que el gobierno cubano desde hace muchos años ha expresado acerca
de su conflicto con los Estados Unidos de América: cada día que pase sin que
haya guerra será una victoria para la patria amenazada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario