Hay conflictos donde muchas esferas de los países se afectan, como son las comerciales, económicas, financieras, militares, educativas, sanitarias, científicas, entre otras, y los campos políticos se crispan de tensiones como consecuencias de las contradicciones coyunturales o estructurales entre los bloques de clases y grupos en pugna de las naciones que originan, enfrentan o son víctimas de uno o varios actores de los conflictos. Hoy observamos como la política y estrategias de sanciones de EEUU contra Rusia se revierten contra las propias sociedades de los gobiernos que tratan de imponer su poder sancionatorio, y poco a poco se van revelando ante esos pueblos la poca esperanza y las pobres perspectivas que les ofrecen sus gobiernos capitalistas. Toda una nueva época está en pleno surgimiento y avanzando en su nacimiento, es indetenible.
Por otra parte, resulta imprescindible comprender el mayor alcance o dominio que tiene la concepción y definición de Seguridad Social en la Venezuela de hoy, bolivariana por excelencia, que está inmersa en la obra, la praxis y los discursos del Libertador Simón Bolívar, del Comandante Eterno Hugo Chávez y del actual líder de la Revolución Bolivariana, Presidente Nicolás Maduro, y sobre la cual nuestro Tesorero Rafael Ríos ha venido exponiendo y desarrollando.
La seguridad social bolivariana es mucho más que “las pensiones”, la “solución de contingencias”, “la jubilación”, “la prevención y remedio de los riesgos” o “el seguro de salud”. Todo ello es necesario más no suficiente. Es también –en Venezuela- la garantía de tener educación gratuita y de calidad, servicios gratuitos de salud cada vez con mayor variedad, niveles altos de seguridad ciudadana y los subsidios necesarios para toda la población. En fin, la seguridad social bolivariana es tener garantizado el cumplimiento de todos los derechos y garantías para VIVIR VIVIENDO.
Por ello es por lo que si no se reduce el estudio de esa relación a la concepción clásica de seguridad social entonces la pluralidad de balances de significados de los conflictos internacionales es aún más compleja para comprenderla de forma general, teóricamente.
Comparto la idea bolivariana de que entre la concepción de la seguridad social y la de Seguridad de la Nación debe haber muy pocas diferencias pues, cuando se habla de Nación, ante todo se habla de población con derechos y deberes con su propia cultura en un territorio definido, y que deben sentirse seguros, y estarlo realmente, en razón del cumplimiento de sus derechos. La situación y el estado en que esos derechos se encuentran en la sociedad son componentes imprescindibles a considerar en estos significados a identificar. Y todo ello condicionando las perspectivas del desarrollo sostenible y las tareas de defensa integral, necesarias para que esa seguridad social sea el centro neurálgico y el corazón de la seguridad de la Nación que es definida en la Ley Orgánica correspondiente como:
“la condición, estado o situación que garantiza el goce y ejercicio de los derechos y garantías en los ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico, ambiental y militar, de los principios y valores constitucionales por la población, las instituciones y cada una de las personas que conforman el Estado y la sociedad, con proyección generacional, dentro de un sistema democrático, participativo y protagónico, libre de amenazas a su sobrevivencia, su soberanía y a la integridad de su territorio y demás espacios geográficos”(AN, 1).
Además, resulta imposible comprender uno u otro polo de la relación y las propias relaciones que se establecen, si se reflexiona de forma antropomórfica, es decir, suponiendo que "los conflictos" son los sujetos o los actores y que esos conflictos hacen, deshacen, e imponen a diestra y siniestra consecuencias a la sociedad. No es así, pues omitir en la reflexión a los sujetos o actores de poder en conflicto o en alianzas y no estudiarlos en sus objetivos, intenciones, estrategias, tácticas, operaciones y acciones, y también en sus doctrinas políticas y económicas, bases teóricas e ideológicas, sus potenciales y poderes, entonces el trabajo reflexivo quedaría trunco, limitado, es decir, los significados quedarían falseados o vacíos.
Pensar las relaciones entre los conflictos internacionales y la seguridad social de Venezuela con vistas a prever situaciones o planear políticas y sus estrategias, exige no solo abandonar las posturas reificadoras antes mencionadas (antropomorfismo y cosificación), sino también los pensamientos lineales y los unilateralismos reduccionistas. No reflexionar sobre lo que significan los niveles de conciencia política y praxis revolucionaria que ha adquirido o practicado la mayor parte del pueblo venezolano, en el estudio de esa relación CONFLICTOS-SEGURIDAD SOCIAL significaría que se está cosificando al sujeto clave, ese que resiste, renace y revoluciona, y por ello cambiaría los significados que dogmáticamente se pudieran plantear como respuesta a la pregunta central que hoy muchos se hacen: ¿Hasta cuanto los conflictos bélicos internacionales pueden afectar la seguridad social en Venezuela?. La conciencia política y la praxis revolucionaria en Venezuela genera –junto a otros elementos significativos- más seguridad social porque transforma el estado psíquico metacognitivo, ganándose en autoestima y autoreconocimiento al apreciar el cumplimiento de los derechos o las expectativas de que se cumplan más integralmente.
Fragmentar la realidad sin apreciar su riqueza de concatenaciones y presuponiendo que se puede comprender alguna o todas sus partes sin comprender la totalidad es un exabrupto epistémico, es caer en una trampa del conocimiento, de lamentables consecuencias cognitivo-afectivas porque no solo son los significados perjudiciales de los conflictos los que deben comprenderse sino también los significados beneficiosos de las alianzas, en razón precisamente de la actuación y comportamiento de los propios actores en los conflictos en que unos están enfrentados y otros, los aliados, están cooperando.
De todo ello hemos aprendido mucho en estos últimos veinte años. Con esas experiencias y conocimientos seguiremos venciendo y mejorando las condiciones para que el pueblo tenga -cada día que transcurra- una seguridad social más integral, como la prevé la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y sus diversas leyes. Estudiar las realidades con pensamiento crítico emancipador es un deber ineludible para apoyar más a la nueva época que va naciendo.
Referencia:
Asamblea Nacional (AN) (2002).- Ley Orgánica de Seguridad de la Nación (LOSN). Aprobada por la Asamblea Nacional de Venezuela y publicada en la Gaceta Oficial N° 37.594 de fecha 18 de diciembre de 2002.
(*) Politólogo e internacionalista, profesor universitario en postgrados de la UBV y el IAEDPG. Director del Centro de Estudios de Economía Política de la UBV y Co-Presidente de la asociación TRISOL en Venezuela.
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