sábado, 28 de marzo de 2020

Comunicado de AUNA-Costa Rica ante la emergencia del Covid19

La Asociación por la Unidad de Nuestra América (AUNA-Costa Rica), profundamente preocupada por la situación que vive el país por la pandemia del Covid19, ha venido dando seguimiento, como todo nuestro pueblo, a las medidas que el gobierno de la República ha tomado para afrontar la situación de apremio que vivimos.

En este sentido, la AUNA-Costa Rica reconoce el esfuerzo que el gobierno está haciendo para contener la expansión del virus, y hace un llamado a toda la población para que siga las instrucciones que emanan de los órganos competentes. Asimismo, entiende que hay que tomar medidas extraordinarias e inmediatas no solo para salvaguardar la salud de la población sino, también, intentar paliar en lo posible los efectos económicos que ya está acarreando la crisis provocada por la pandemia.

Pero, al mismo tiempo, AUNA-Costa Rica externa su profunda preocupación por el rumbo que han tomado las propuestas económicas del gobierno. Siguiendo una línea que se inició en mayo del 2018, cuando asumió la presidencia Carlos Alvarado, el grueso de las medidas tomadas apuntan a cargar la mano sobre los sectores medios asalariados.

Los deseos de un mundo mejor

Si, tal como lo pregonan quienes han formulado la teoría del capitalismo del desastre, estas coyunturas en las que el temor y el miedo posibilitan darle una vuelta más al torniquete de la explotación, deberíamos poner las barbas en remojo y apuntar, desde ya, a lo único que realmente se enfrenta y, eventualmente, detiene las arrasadoras pretensiones del capital: la organización popular…

Rafael Cuevas Molina / Presidente-AUNA Costa Rica

En medio de la pandemia, surgen por todas partes las aspiraciones a un mundo mejor, cuando pase lo que se vive como una crisis sin precedentes que va más allá de un tema de salud. Por doquier surgen las elucubraciones que, cuando se salga del encierro y vuelva la normalidad, habrá una especie de nuevo mundo en el que, por haberse evidenciado descaradamente en estos días, el neoliberalismo retrocederá, se hará "otra cosa" más humana, menos expoliadora, más sensible ante las grandes disparidades sociales que ha creado o profundizado.

Después de la emergencia, ¿qué nos corresponde hacer?

Esta emergencia mundial ha sido pródiga en información de todo tipo: científica, política, social y económica y geopolítica. Como estamos encerrados, a nuestros servidores y celulares llega de todo y nos enteramos de mucho. Pero, sobre todo, excelentes análisis de situación que nos permiten dimensionar, desde perspectivas distintas, el contexto y la coyuntura en que vivimos.

Jaime Delgado / AUNA-Costa Rica

Dos son los ejemplos que voy a atreverme a subrayar. El primero,  el del Dr. Manuel Alcántara, un politólogo colombiano, conocido en nuestro medio intelectual, con su artículo “Es el Estado, ¡Estúpido!”, que le publica Latinoamérica 21 (18/03/20). Después de juzgar los múltiples recetarios de neoliberalismo hacia nuestros países, que nos advierten de las falencias del estado y las virtudes del mercado, el autor nos pone frente a la situación actual de emergencia mundial en donde son precisamente los estados y no otro ente (privado) los que están dando la batalla y a los que les corresponde hacer la tarea para enfrentar el porvenir inmediato.

Salud, sociedad, ambiente: apuntes para una historia

A medio siglo de la publicación de Plagas y Pueblos”, de William H. McNeill, aún está pendiente la tarea de comprender en qué medida, y por qué vías, los problemas de salud de nuestra civilización pueden ser vinculados a las consecuencias de las actividades productivas que la sustentan.

Guillermo Castro Herrera* / Especial para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá

A los trabajadores cubanos de la salud, que hacen realidad el llamado de José Martí a comprender que patria es Humanidad.

La premisa fundamental para una historia ambiental de la salud radica en el hecho de que la enfermedad y la muerte son hechos naturales, pero la salud es un producto del desarrollo social, y un excelente indicador de la calidad de ese desarrollo. En nuestro caso, esto obliga a considerar los problemas de la salud en la perspectiva de un proceso de desarrollo desigual y combinado que opera a escala planetaria desde mediados del siglo XIX, y que en los albores del siglo XXI ha venido a desembocar en una crisis global en la que se combinan un crecimiento económico sostenido con deterioro social y degradación ambiental constantes.

Debe saber Estados Unidos...

La acusación contra el presidente de Venezuela, 11 funcionarios públicos y dos asalariados del gobierno de Estados Unidos debería ser tomada como una declaración de guerra, si se considera que la única posibilidad de “resolver” exitosamente este problema, es venir a buscar al presidente con una fuerza militar poderosa que no escatima en causar gigantescas pérdidas de inocentes vidas humanas, como lo atestiguan los casos de Panamá, Irak y Libia.

Sergio Rodríguez Gelfenstein / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela

Como una suerte de bestia hibrida bicéfala, en que una de sus cabezas es la de Dios y la otra de un sheriff del lejano oeste de las películas que protagonizaba John Wayne a mediados del siglo pasado, William Barr, fiscal general de Estados Unidos desenfundó su revólver para aplicar la justicia divina que todo dirigente imperial estadounidense cree tener para juzgar a cualquier persona sobre la tierra que no se arrodille ante la fuerza letal de su superior estupidez.

El caso no pasaría de ser una anécdota más dentro de la continuada insensata e ineficaz política de sanciones que Estados Unidos aplica contra 37 países en el mundo, si no fuera porque William Barr, un frustrado agente de la CIA, cuya mayor ambición era llegar a ser Director general de esa agencia de inteligencia, tiene antecedentes en esto de dictaminar fantasiosas acusaciones sin pruebas, para después, moviendo su segunda cabeza, ofrecer recompensa por la vida de cualquier jefe de Estado.

Nuevas agresiones contra Venezuela

Claro y transparente es el interés imperialista de adueñarse de Venezuela y someterla a sus mandatos, pero nuevamente la soberbia imperialista olvida que un pueblo consciente, emancipado y libre, guiado con los preceptos antimperialistas, socialistas y humanos, no aceptará jamás volver a ser sometido del águila imperial carente de toda ética y humanidad. 

Cristóbal León Campos / Especial para Con Nuestra América
Desde Mérida, Yucatán. México.

En plena pandemia del coronavirus y en medio de los esfuerzos que se efectúan en todo el mundo para frenar su avance, el imperialismo estadounidense ocupado en agredir naciones en vez de proteger y salvaguardar a sus ciudadanos, ha realizado una nueva serie de ataques y agresiones contra la República Bolivariana de Venezuela, desde días atrás, el presidente Nicolás Maduro Moro, denunció la persecución que sufre toda embarcación que se dirija a Venezuela transportando ayuda humanitaria (medicinas y alimentos), en comunicación telefónica con su pueblo, Maduro indicó que “El gobierno de EEUU está persiguiendo a todos los barcos y aviones que traigan comida o medicinas a Venezuela”, para luego recalcar que “No habrán sanciones criminales que puedan contra nuestro espíritu y nuestra moral”. Estas agresiones se han incrementado a partir de la consolidación de las relaciones con China y Cuba, quienes aportan recursos y conocimientos a la patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez para superar las afectaciones que el COVD-19 está causando en todo el planeta.

Venezuela: FMI y Coronavirus

El pulso político Estados Unidos-Venezuela y entre Gobierno y oposición continúa su curso, esta vez en medio del esfuerzo mundial para contener la pandemia de coronavirus. La estrategia de cambio de gobierno sigue vigente, aunque el componente relativo a una potencial intervención se ha atenuado. 

Leopoldo Puchi / El Universal

Las fichas siguen moviéndose en el tablero, quizás con mayor lentitud, pero de forma imperturbable. Uno de los vectores de la estrategia, el de las sanciones, permanece inmutable. Y otro de ellos, el de imagen de poder dual, luce debilitado, pero se hacen esfuerzos para que cobre vigor.

También se perciben “movimientos en el bullpen”, que corresponderían a futuros desarrollos del conflicto. Recientemente se conoció que Carlos Trujillo fue postulado por Donald Trump para subsecretario del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental. A su vez, Trump designó a John Barsa como nuevo director de la Usaid.

Epidemia de coronavirus: ¿y después?

Difícil, cuando no imposible, predecir lo que vendrá. ¿Una población más disciplinada, controlada, maniatada? ¿Es esta encerrona universal, toque de queda incluido, un ensayo de cómo se mantendrá a la población de aquí en más? ¿Teletrabajo para todos? ¿Hiper-control a través de medios digitales que saben en detalle cada cosa de nuestras vidas?

Marcelo Colussi / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala

Los abuelos deberían sacrificarse y dejarse morir para salvar la economía”.
Dan Patrick, vicegobernador de Texas

Somos olas del mismo mar, hojas del mismo árbol, flores del mismo jardín”. 
Inscripción en las cajas con material médico chino enviadas a Italia

La pandemia de coronavirus que está afectando a buena parte de la humanidad va para largo. Sin dudas, constituye un fenómeno de suma importancia en la historia: el mundo ya no será igual cuando termine todo esto. ¿Cómo será?, no está claro. Pero sin dudas, dada la magnitud de los hechos, se avecinan transformaciones. 

Mucho se ha dicho sobre la pandemia propiamente dicha, y mucho también sobre los posibles escenarios que le sucederán. Por lo pronto, nadie puede asegurar cómo seguirá la situación. Contrariamente a las primeras conjeturas que pudieron hacerse hace unas pocas semanas, los lugares más afectados hoy son Europa y Estados Unidos, el corazón del capitalismo desarrollado mundial (Ver recuento de la situación: https://www.covidvisualizer.com/?fbclid=IwAR0PkwV5R55iuuCcgqS0JNnuhoBX0QWU5WpjiaD9NlkEWDDsAitzwLY0HSc). Los países con menores recursos -la mayoría de la población global- de momento no presentan niveles alarmantes de contagio. De todos modos, no debe dejarse de considerar que los subregistros en esas zonas más empobrecidas del planeta suelen ser muy altas, justamente por la carencia crónica de recursos (probablemente los datos reales sean mucho más alto de los que oficialmente se consignan). De momento, sin embargo, los países de capitalismo más desarrollado exhiben los índices más preocupantes. Ello podría deberse a la alta movilidad de su población, que tiene los recursos para viajar mucho más profusamente, y así contraer y expandir el virus.

El carácter sistémico de la pandemia

Las decisiones de Estado no se pueden apoyar solamente en el aislamiento, requieren de políticas de sostenibilidad que garanticen  la vida plena de la sociedad panameña. 

Enoch Adames M. / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá

Pese a la gramática militar en uso –“estamos en guerra”—, la caracterización correcta es que estamos frente a una catástrofe. El problema de la analogía militar es que se le otorga al virus, acción e inteligencia, se escamotea su origen y se criminaliza al portador (Alba Rico). Lo cierto es que con esta metáfora se induce la intolerancia y además se fomenta la insolidaridad al prójimo portador. Hemos presenciado con indignación situaciones lamentables de esta naturaleza. 

Por su origen, y pese a las consecuencias de alta letalidad que la pandemia tiene en el ser humano y en la sociedad en su conjunto, los virus— el SARS-CoV en el 2002 y ahora Covid 19, por ejemplo) — están asociados a la pauperización de sociedades enteras. Es  el resultado de una modernidad capitalista de acumulación y consumo insaciable que está provocando devastación en el ecosistema del planeta; como también, la sistemática desarticulación social de nuestras sociedades.

Estado y pandemia en Guatemala

Guatemala enfrenta los primeros casos de contagio y muerte por covid-19. La afectación de la pandemia dependerá de varios factores: el modelo económico, el carácter del Estado y la orientación y capacidad del Gobierno para contener, atender y erradicar el coronavirus de nuestro territorio.

Mario Sosa / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala

Entre los resultados del modelo económico con relación a las condiciones que hacen más vulnerable a la población en el enfrentamiento de la pandemia sobresalen a) que más del 70 % sobrevive en la economía informal, lo que obliga a trabajar diariamente para conseguir los mínimos y escasos satisfactores para las ingentes necesidades; b) la cantidad y calidad del empleo formal, que en estas condiciones se enfrenta a la amenaza de despidos, dadas las prioridades de quienes controlan el capital y la política económica; c) la desprotección y falta de apoyo a los sectores económicos, que, como el campesino, proveen la mayor cantidad de alimentos que consume la población, y d) las condiciones imperantes de hambre y pobreza, que rondan a más del 60 % de la población, con sus consabidos índices de desnutrición.

El peligro es otro

Una pandemia es capaz de abrir los rincones más oscuros de nuestra naturaleza.

Carolina Vázquez Araya / www.carolinavasquezaraya.com

En estos días de cuarentena, es imperioso volver la mirada hacia nuevos horizontes. Comenzar desde una postura debidamente informada para comprender la dimensión real del problema y no sacar conclusiones extraídas desde una visión generalmente distorsionada por el miedo, el fanatismo y la superstición. En ello incide todo un marco cultural que nos aleja del raciocinio para dejarnos a merced de los temores y así, de ese modo, terminamos por perder la perspectiva. Un encierro obligado por las circunstancias podría permitirnos, en primer lugar, reordenar las prioridades y evaluar hasta qué punto dependemos de los demás. Es decir, traernos de regreso hacia un contexto comunitario, abandonando el individualismo creado a partir del egoísmo endémico de nuestros sistemas sociales y políticos.

Cuarentena: la revalorización del Estado

Contrariando las políticas seguidas, la pandemia ha demostrado la necesidad de contar con fuertes recursos para atender la salud pública, realizar inversiones en hospitales y centros de salud, financiar el equipamiento tecnológico, fortalecer la seguridad social universal, crear un sistema nacional de prevención, regular la medicina y la atención privadas; pero, además, canalizar recursos a la investigación científica y fortalecer la educación superior. 

Juan J. Paz y Miño Cepeda / www.historiaypresente.com

Cuando Ronald Reagan (1981-1989) y los “chicago boys” triunfaron, y cuando ese triunfo parecía históricamente cierto, al punto que Francis Fukuyama habló del “fin de la historia” porque la democracia occidental y el capitalismo de mercado y empresas libres reinaba, en Ecuador galopamos hacia la consolidación del modelo neoliberal-empresarial, (y oligárquico) iniciado por el gobierno del millonario León Febres Cordero (1984-1988). Pero la euforia era solo un espejismo. En los propios EEUU la economía abierta trajo, como consecuencias, la desindustrialización, la hegemonía de las multinacionales y del capital financiero, pero, sobre todo, la ultra concentración de la riqueza, la reducción de la clase media y la extensión de la pobreza. Un proceso que Donald Trump solo lo ha acentuado, de acuerdo con el reciente libro de Joseph Stiglitz (premio Nobel de Economía 2001) “Capitalismo Progresista” (2020); y, además, un proceso que también obligó a Fukuyama a retractarse de su vieja concepción, para afirmar: “Veinte años atrás, no sabía ni tenía una teoría de cómo pueden involucionar las democracias. Y pienso que claramente pueden hacerlo”.

Capitalismo, necropolítica y coronavirus

A la subestimación  de la epidemia que llevó a la tragedia que están viviendo varios países, le ha sucedido el pánico que ha conducido a medidas draconianas como encierros masivos,  cierre de fronteras y hasta toques de queda. Esto tendrá consecuencias económicas graves para los que viven al día y en la pobreza.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México

La expansión mundial del Coronavirus,  ha ido expandiendo muerte y miedo en este mes de marzo de 2020. En el momento de escribir estas líneas,  más de 465 mil personas han sido infectadas y más de 21 mil han fallecido. El recuento mortal ya es mucho mayor que lo que vivimos con la gripe aviar en 2009-2010.  La gripe aviar,  afectó  a más de medio millón de personas y mató a más de 18 mil personas. En este contexto  el filósofo esloveno Slavoj Zizek ha dicho que el virus le dará un golpe mortal al capitalismo (“a lo Kill Bill”). En contraste, el filósofo coreano-alemán Byung Chul Han ha expresado lo contrario: “nada eso sucederá”.

Hacen falta más ‘pruebas’ para ‘suprimir’ el corona virus

La epidemia del coronavirus tiene dos vertientes que deben ser analizadas para garantizar la salud de la población a escala global. La primera ha sido objeto de intenso seguimiento y divulgación constante: las medidas epidemiológicas acompañadas por las acciones en el campo de la salud. La segunda tiene un perfil mucho más bajo a pesar de ser igual o más importante. Son los aspectos socio-económicos y políticos de la epidemia.

Marco A. Gandásegui, h. / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá

Los infectólogos asiáticos y europeos señalan que existen tres políticas para enfrentar el coronavirus. La primera consiste en no tomar acción alguna y dejar que la infección siga su curso natural. La segunda consiste en ‘mitigar’ el desarrollo del coronavirus con un conjunto de políticas que frenaría su avance. La tercera sería proceder a ‘suprimir’ el virus y eliminarlo por completo. El primer escenario es catastrófico. Cuando le dijeron al presidente Trump que podían morir millones de norteamericanos si no hacía algo, se comenzó a movilizar. En el caso de Panamá, podría costarles la vida a miles de personas. La segunda alternativa – mitigación – puede reducir el número de muertes a menos de la mitad. Esta consistiría en tomar medidas que no afecten la economía: mantener abiertas las empresas y espectáculos. La tercera opción es la ‘supresión’. Esta reduciría la tasa de mortalidad al mínimo, pero significa paralizar el país por un mes o dos, por lo menos. El gobierno panameño ha tomado las medidas más severas que se recomiendan, menos la correspondiente a la aplicación masiva de los ‘test’ o pruebas de la infección. Según fuentes extraoficiales, China está enviando a Panamá un cargamento de 15 mil pruebas. China ha donado pruebas y equipos a otros países que los han solicitado. La falta de las pruebas puede estar engañando a los especialistas. Sin ellas, no se sabe cuantas personas con infecciones asintomáticas (infectadas, pero sin síntomas) están circulando y contagiando a todos a su alrededor.

sábado, 21 de marzo de 2020

Pequeños animales abatidos

¡Cuánto de nuestra pequeña humanidad queda al desnudo cuando se borra la pequeña capa con la que la civilización nos ha barnizado!

Rafael Cuevas Molina/ Presidente AUNA-Costa Rica

Tomo como referencia para encabezar estas reflexiones el sugestivo título de la obra de teatro del autor chileno Alejandro Sieveking, quien acaba de fallecer en Santiago de Chile hace unos pocos días, y que ganó el Premio Casa de las Américas en 1975. En ella se mezclan pasado, presente y futuro en un solo plano, en una época de confusión en la que se combinan los vaticinios fantasiosos sobre el futuro con el pesimismo de quienes se siente acorralados en un presente que no entienden. 

Encerrados en una casa, como todos nosotros ahora, un destino que a ratos parece apocalíptico se cierne sobre los personajes quienes, como pequeños animales abatidos, se mueven en los límites de su estrecho horizonte tratando de interpretar los mensajes contradictorios que les llegan hasta su encierro.

Con todos y para el bien de todos

No sabemos aún cuál será el desenlace de la pandemia del COVID-19, ni sabemos qué nuevas turbulencias sociales, políticas, económicas y militares podrá desatar. Sin embargo, entre la penumbra vemos también signos de una transformación en ciernes.

Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica

… alcémonos para que algún día tengan tumba nuestros hijos! Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: "Con todos, y para el bien de todos".
José Martí, 1891. Discurso pronunciado en el Liceo Cubano en Tampa, Florida.

A finales de febrero, Xi Jinping agradeció la solidaridad
cubana con China, ante la crisis del COVID-19.
“¿Existimos sujetos a las variantes del destino?, ¿pudiera ser que el devenir de un individuo, de un grupo humano, cambie -a través de una acción concreta, expansiva, de múltiples resonancias- el futuro de su entorno, de una nación, de la sociedad, del mundo entero? Sí. No tengo duda de ello”. Así escribe Tarek William Saab en su libro Los niños del infortunio. Memorias de la misión médica cubana en Pakistán (2006, Ediciones Plaza, La Habana), obra en la que el hoy fiscal general de Venezuela reconstruye, con poesía y prosa cargada de un profundo sentido de humanidad, las vivencias de la Brigada Médica Henry Reeve en Pakistán, enviada por el gobierno de Cuba para atender la emergencia sanitaria después del terremoto del año 2005.

Coronavirus y política solidaria

Las posturas y actitudes de China y Cuba en esta época de la principal pandemia del siglo XXI, son un modelo a seguir por el resto de países del mundo que quieran generar verdaderamente una impactante solución a ese nuevo reto de la humanidad que representa el coronavirus.

Adalberto Santana / Especial para Con Nuestra América
Desde Ciudad de México

“…curar con el milagro del yodo, que quiere decir con la mejor medicina  y con el del cariño, la más alta expresión de la sensibilidad humana”.
José Martí

La crisis global manifestada con la crisis de la pandemia del coronavirus ha tenido tremendo impacto en todo el mundo. Probablemente en algunos países ha tenido un mayor peso en la salud de la población, en otros ha implicado una serie de condiciones políticas y en otras sin duda en gran parte del mundo ha comenzado a tener un fuerte condicionamiento en lo económico.

Notas para una geopolítica del coronavirus

La pandemia del COVID 19 nos avisa que la globalización –con todo su extraordinario desarrollo de las fuerzas productivas– ha ingresado en una fase en la cual las relaciones de producción vigentes impiden producir las transformaciones ambientales y sociales necesarias para hacer de la Humanidad la patria de todos los humanos.

Guillermo Castro H. / Especial para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá
“En la naturaleza nada ocurre en forma aislada. Cada fenómeno afecta a otro y es, a su vez, influenciado por éste; y es generalmente el olvido de este movimiento y de ésta interacción universal lo que impide a nuestros naturalistas percibir con claridad las cosas más simples.” 
Federico Engels, 1876[1]

La pandemia del coronavirus nos ofrece una oportunidad para recordar que la enfermedad y la muerte son hechos naturales, mientras que la salud es un producto del desarrollo social. Esto permite entender que el estado de salud de nuestra especie, en lo grande como en lo pequeño, expresa la calidad de las relaciones de los seres humanos entre sí y con su entorno natural a lo largo del tiempo.[2]

Coronavirus: el capitalismo contra el mundo

No se sabe como terminará esta guerra, pero el mundo está viviendo transformaciones paradigmáticas que pondrán a prueba la condición humana; el mundo ya no será igual, los hombres y mujeres de buena voluntad tendrán que sacar sus propias conclusiones.

Sergio Rodríguez Gelfenstein / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela

La tercera guerra mundial ha comenzado. Es la que el capitalismo le ha declarado al mundo. Este conflicto que se expresa como la lucha contra el coronavirus está poniendo en el tablero las reservas morales, éticas, económicas, políticas, culturales y científicas que la humanidad tendrá que utilizar para enfrentar y vencer a un enemigo implacable que usa armas como el lucro, la ganancia, la expoliación, la destrucción del planeta y la desaparición del Estado en su guerra a muerte contra la humanidad.

Coranovirus: hacia un nuevo modelo de globalización

La realidad nos está forzando a intensificar los esfuerzos contraculturales para proyectar otro modelo de globalización, cimentado, al menos, en dos pilares fundamentales: una ética de la economía para la solidaridad y una convivencia humana que potencie la afectividad.

Álvaro Vega Sánchez / Para Con Nuestra América

En realidad debemos de adquirir conocimiento para elegir el bien, pero ningún conocimiento nos ayudará si hemos perdido la capacidad de conmovernos con la desgracia de otro ser humano, con la mirada amistosa de otra persona, con el canto de un, con el verdor del césped. Si el hombre se hace indiferente a la vida no hay ninguna esperanza de que pueda elegir el bien.
Eric Fromm

La pandemia del coronavirus, al igual que las catástrofes producidas por la crisis climática, ha puesto en evidencia, una vez más, la vulnerabilidad y fragilidad de  nuestra “aldea global”.   

Esta pequeña aldea ha sido impactada  por un virus cuya onda expansiva es de alcance global, y, por lo contagioso,  su crecimiento es exponencial si no se toman las medidas adecuadas de prevención, contención y curación. Los virus son globales, no tienen nacionalidad aún y cuando su origen sea local. Este llamado de atención de los epidemiólogos es fundamental para contener el avance de los impulsos xenófobos y racistas discriminatorios, así como para contribuir a transitar de la conciencia planetaria a la convivencia planetaria.

Coronavirus y temple gobernante

El Coronavirus perdurará como pandemia al menos otros tres meses. Falta  mucho para saber cuáles gobiernos saldrán bien librados de este trance mundial. En México la derecha lo sabe y está usando la epidemia como arma de desgaste. Pintan a López Obrador como ineficiente para culparlo del natural crecimiento de casos que veremos en las próximas semanas. Veremos si esta vez ganan o nuevamente fracasan.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México

Una de las pruebas más difíciles para el gobernante, es afrontar hechos descomunales imprevistos de cualquier naturaleza. Es en ese momento donde quien gobierna, hombre o mujer, demuestra que la mayoría que lo eligió no se equivocó. El conductor o conductora del país afectado debe saber mantener equilibrio entre las medidas gubernamentales para enfrentar  la catástrofe  natural, bélica, económica, humanitaria o política sin menospreciar  consecuencias y sin generar pánicos injustificados. En  suma debe mantener la gobernabilidad en el contexto de una adversidad mayúscula. El temple gobernante  se prueba en terremotos, inundaciones, sequías, guerras, ataques terroristas, crisis económicas, escándalos de cualquier tipo y como ahora sucede en el planeta, epidemias.

El coronavirus y los efectos secundarios

En medio del temor, la desinformación y la manipulación abierta por grupos reaccionarios, las sociedades van reaccionando pasado el primer impacto, pues a las muestras de psicosis y paranoia que condujeron a compras de pánico, la solidaridad surge como el aliciente para garantizar la sobrevivencia humana.

Cristóbal León Campos / Especial para Con Nuestra América
Desde Mérida, Yucatán. México.

La pandemia del coronavirus (COVID-19) va dejando a su paso algunos escenarios en términos políticos, sociales y económicos muy singulares que nos permiten desarrollar algunas conjeturas, pues desde su aparición púbica, además del temor natural que infunde en la población global un virus cuya vacuna apenas pareciera estarse descubriendo, otros efectos acompañan a los difundidos en diversos medios referentes a la salud, por ejemplo, el hecho de que la Unión Europea y los Estados Unidos, países que perjuran constantemente ser defensores del bienestar, hasta la fecha no han enviado apoyo a una de las naciones más afectadas por la propagación del virus como lo es Italia, dejándola casi condenada a su suerte, si no fuera por el apoyo internacionalista y humanista que Cuba esta desplegando para el país latino, además del que ya ha efectuado en China, hecho que le ha valido recibir decenas de solicitudes de soporte de otros países latinoamericanos y del mundo, entre ellos, ni más ni menos, que el Brasil de Jair Bolsonaro, quien al asumir el poder retiró bajo calumnias y ataques a la delegación cubana de médicos que durante buen tiempo realizaron grandes aportaciones en materia de salud, algo muy similar, a lo realizado por los golpistas bolivianos que hoy detentan el poder en clave fascista. La calidad moral de Cuba sobresale por encima de cualquier crítica recibida y cualquier ataque en su contra, pues el principio revolucionario fidelista internacionalista, faculta al país caribeño para brindar ayuda a quien la necesite sin importar las diferencias de ningún tipo.

Coronavirus… o el fin del mundo

Las alarmas se dispararon mundialmente. Llegó el Apocalipsis. ¿Qué sucede? Apareció un nuevo virus en la China (COVID-19) que, según la marea mediática global dominante, es más peligroso que la energía atómica desbocada, que la peste bubónica que mató un tercio de europeos en la Edad Media, virus ¡capaz de destruir el planeta! (¿se propagará también al sistema solar? ¿Matará alienígenas? ¿Estaba ya predicho por las Profecías de Nostradamus?).

Marcelo Colussi / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala

Curioso, sin dudas. Su tasa real de mortalidad en la llamada Zona Cero (la ciudad china donde apareció el nuevo agente patógeno: Wuhan) es del 3%, en tanto que fuera de esa área se sitúa en el 0.7%. Pero vale aclarar que puede ser grave solo en personas de tercera edad o en quienes padecen insuficiencias inmunológicas. Es decir: no es la temible, espantosa, terrorífica calamidad que se pinta, que ataca a todo el mundo como las pintorescas películas hollywoodenses. La hidrofobia tiene una tasa de mortalidad del 95%; el ébola de 50%, el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio -MERS- del 34%, el Síndrome Respiratorio Agudo Grave -SARS- del 11%. Hay enfermedades mucho más peligrosas, como la fiebre tifoidea, la hepatitis B, el Sika, con tasas de morbi-mortalidad mucho más preocupantes, pero eso no desata la actual histeria colectiva. Incluso hay estudios que entienden que las tasas de mortalidad del coronavirus serían todavía más bajas del 3%, puesto que existen muchos pacientes asintomáticos. En síntesis: su tasa de supervivencia más baja es del 97%, aunque es probable que ésta llegue o supere el 99.7 %. Definitivamente, el nuevo virus es dañino, pero en absoluto tiene la peligrosidad que las usinas mediáticas comerciales parecen conferirle. Es algo así como un resfriado. ¿Por qué la locura actual?

¿Qué es un estado de excepción?

El tecnicismo conceptual del estado de excepción es ambiguo porque es lo legal que no puede tener forma legal, es decir, mientras dure dicho estado se suspenden ciertos procesos y garantías, y recae sobre el soberano las decisiones. El problema de este mecanismo es que coloca la vida de los miembros de una sociedad, como diría el propio Agamben, al desnudo, la "nuta vita".

Abdiel Rodríguez Reyes y Toribio Pineda Camargo / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá

El estado de excepción es un concepto complejo. La tradición del pensamiento político occidental nos ayuda a comprenderlo, en particular Carl Schmitt y Giorgio Agamben. Nuestra experiencia inmediata con el “Estado de Emergencia Nacional” emitido por la Resolución de Gabinete N.11 de 13 de marzo de 2020, nos obliga a retrotraernos a este concepto para comprender este último. Alonso E. Illueca escribió La “Constitución” de emergencia y el estado de urgencia en La Prensa (19-6-2019), allí habló de los pesos y contrapesos en situaciones de emergencia y excepción, nuestro artículo está más enfocado en lo conceptual filosófico que lo jurídico.

Tiempos difíciles

Se ha trazado una línea entre el antes y el después; ese cruce definirá el futuro.

Carolina Vázquez Araya / www.carolinavasquezaraya.com

El mundo ha enfrentado pandemias a todo lo largo de su historia, pero nunca con tal abundancia de información –falsa o real- y en condiciones tan precarias para millones de seres humanos. Los escenarios varían de manera dramática entre países desarrollados y vastas regiones en donde reinan la desigualdad y la más absoluta miseria. Para los países de nuestro continente, la dura prueba podría derivar en una toma de conciencia sobre la urgente necesidad de dar un golpe de timón en las políticas públicas, especialmente en el ámbito de la salud, educación, vivienda y alimentación; en caso contrario, las consecuencias podrían desembocar en una mayor profundización de las condiciones de pobreza y falta de oportunidades para las grandes mayorías, peores aún que las actuales.

Las inmunodeficiencias del capitalismo

Como  se dice en ciencias sociales irónicamente, un hecho social  es mucho más fácil de predecir  cuando  ya se ha producido. La pandemia del coronavirus es un hecho que en realidad se está produciendo  y podríamos decir casi, teniendo en cuenta la potencialidad de esparcimiento del virus,  que recién empieza a producirse. ¿Qué se puede predecir entonces al respecto?

Mariano Ciafardini * / Especial para Con Nuestra América
Desde Buenos Aires, Argentina

En principio nos hallamos faltos de herramientas empíricas y conceptuales frente a un tipo de epidemia que tiene un baja dosis de mortandad en relación a la cantidad de infectados pero esa cantidad de infectados, si no se contiene la expansión a tiempo y correctamente, puede llegar en algunos casos al 90 por ciento de la población de un país,   con lo que  aunque la ratio  de mortandad sea baja, la cantidad de muertos,  en si  misma, puede llegar a ser muy alta y elevarse más aún por el colapso del sistema de salud de que se trate . Por ejemplo,  en un país como la India,  si no se tomaran medidas como las que adoptó China,  los muertos podrán contarse en cientos de miles, y los infectados en decenas de millones o más, lo que, para los más de mil millones de habitantes de dicho país, será un bajo promedio, pero como  impacto sanitario es brutal.