Bienvenidas las reflexiones
del Papa y ojalá que caigan en tierra fértil y nos hagan pensar a todos,
cristianos y no cristianos, en estos lares que tanto necesitan una ética que
haga la diferencia frente a tanta calamidad ética que nos rodea.
Rafael Cuevas Molina/Presidente AUNA-Costa Rica
El Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia. |
Recuerdo a Raúl Castro salir
sonriente de su entrevista con el Papa en el Vaticano y decir, entre serio y en
broma, que con un Papa así daban ganas de volverse cristiano de nuevo. Comparto
esa idea de Raúl cada vez que Bergoglio, el Papa Francisco, dice cosas como las
que ha dicho estos días que ha estado de visita en Polonia y que, en mi humilde
criterio de agnóstico alejado de cualquier religión, hacen vibrar algunas de
las fibras más íntimas.
Como muchos que no se
autodefinen como religiosos ni cristianos, siendo como soy un latinoamericano
criado en países que se inscriben dentro del circuito de la cultura occidental,
mi visión de mundo se encuentra permeada por lo que podría llamar un
cristianismo “cultural” que estructura mis valores.