Teniendo en cuenta lo que es China hoy y lo que representa para la paz mundial y el desarrollo de los pueblos, habría que concluir, sin temor a exagerar, en que el proceso soviético fue un éxito. Pero ello, claro, siempre y cuando se considere que China sigue en términos reales construyendo el socialismo como continuidad de la tarea emprendida inicialmente por la URSS.
Mariano Ciafardini / Para Con Nuestra América
Desde Buenos Aires, Argentina
Desde 1989 se habla, casi en un soliloquio universal, desde la derecha hasta la izquierda, sobre el “fracaso soviético”. Las consecuencias teóricas que sacan unos y otros, como corolario de la afirmación, son, por supuesto, distintas, pero la afirmación en si no se discute y, obviamente, quienes quedan mal parados a partir de ello, por más contorsiones intelectivas que realicen, son los izquierdistas. Por más que intenten enjuagarse las manos en las aguas del “antiestalinismo”, les resulta muy difícil despegar, al pensamiento de izquierda en general y al marxismo en particular, de semejante “fracaso histórico”, ni siquiera los trotskistas salen indemnes.