sábado, 18 de octubre de 2025

Panamá. Regresión y reflujo: reflexión sobre el poder

En la actual coyuntura política, observamos un preocupante retroceso en términos de derechos, libertades y en términos generales las condiciones materiales de vida. La falta de un contrapeso efectivo al poder gubernamental ha debilitado las instituciones democráticas, generando un clima de descontento generalizado

Abdiel Rodríguez Reyes / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá

El poder es para ejercerlo, así lo planteó Michel Foucault en sus análisis sobre el biopoder. En efecto, eso es lo que hacen nuestros gobernantes, ejercer su poder en base a sus intereses, en algunas ocasiones este ejercicio puede ser para progresar, avanzar, pero en otros, puede suponer una regresión. Eso es lo que nos preocupa muchísimo en esta coyuntura: la regresión política. Se vislumbra en el futuro inmediato reformas importantes en materia educativa y laboral por lo menos. Estamos en un escenario de regresión y reflujo en un sentido político. La correlación de fuerzas políticas de contrapeso al poder está fuertemente golpeada. 
 
La primera es una deuda pendiente del siglo pasado, pero en estos momentos no considero que sea una reforma democrática por las represalias desmedidas contra los gremios docentes, no es posible hacer una reforma de tal envergadura sin la participación de este sector, como también de toda la comunidad en su conjunto. Panamá tiene uno de los códigos de trabajo más proteccionista y con la actual cartera ministerial es evidente un enorme retroceso en particular sobre la materia sindical. 
 
En la actual coyuntura política, observamos un preocupante retroceso en términos de derechos, libertades y en términos generales las condiciones materiales de vida. La falta de un contrapeso efectivo al poder gubernamental ha debilitado las instituciones democráticas, generando un clima de descontento generalizado. Este fenómeno de regresión y reflujo no solo afecta a los sectores más vulnerables, sino que también socava la legitimidad de las reformas propuestas posibles, que parecen más orientadas a intereses particulares que al bienestar colectivo.
 
La situación se agrava aún más cuando se considera la falta de diálogo con los gremios y la sociedad civil en general. Las reformas, especialmente en el ámbito educativo, no pueden ser efectivas ni justas sin la participación de los docentes y de la comunidad en general. La historia nos enseñó que las reformas impuestas desde arriba, sin consenso, tienden a fracasar o a generar resistencia. En Panamá, en el contexto actual, donde se plantean cambios significativos en el código laboral, refleja una visión que prioriza el debilitamiento de las fuerzas sindicales sobre el diálogo y la colaboración.
 
Advertimos sobre el peligro de imponer cambios sin el apoyo de los sectores interesados, recordando que las reformas impuestas desde arriba suelen fracasar. Es necesario que, los gobernantes reconozcan la necesidad de construir puentes, no dinamitarlos y, priorizar el diálogo tripartito para el bienestar colectivo sobre los intereses particulares.

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