Cuando
recordamos que una de las más simbólicas consignas pronunciadas por Andrés
Manuel López Obrador (AMLO) en su toma de protesta del cargo de presidente fue:
“Por el bien de todos, primero los pobres”,
resulta inevitable tender un puente referencial entre dos líderes -Lázaro
Cárdenas y AMLO- y dos épocas que demandaron lo mejor de la audacia y la
creatividad política, para enfrentar los grandes problemas y desafíos de la
nación mexicana.
Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica
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El presidente Andrés Manuel López Obrador en el acto de conmemoración del 81 aniversario de la expropiación petrolera. Al fondo, la imagen de Lázaro Cárdenas. |
El 18 de
marzo de 1938, el presidente mexicano Lázaro Cárdenas promulgó el decreto de
expropiación de la industria petrolera que, en cumplimiento de las leyes y
disposiciones constitucionales del país, dio paso a la nacionalización de los
cuantiosos recursos energéticos hasta entonces controlados y explotados por los
capitales estadounidenses, ingleses y holandeses, mediante prácticas
monopolísticas que atentaban contra el interés de las mayorías y la soberanía
nacional. Para Sergio Guerra Vilaboy, aquella fue “sin duda la más radical
medida antiimperialista adoptada hasta entonces en la atribulada historia de
América Latina”; en tanto
que Héctor Pérez-Brignoli lo ubica como figura clave de la llamada utopía nacional populista
latinoamericana de la primera mitad del siglo XX, y considera que “la
expropiación y las presiones externas provocaron una inmensa oleada
nacionalista que favoreció definitivamente la consolidación del liderazgo de
Cárdenas y la adhesión masiva a la ruta mexicana”.