Terminaron
las excusas y elusiones: ¡queremos saber qué pasó con Santiago Maldonado! ¿qué
pasó concretamente con él? ¿por qué se tardó tanto tiempo y quiénes están
involucrados en su desaparición forzada?
Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra
América
Desde
Mendoza, Argentina
Quien sufre astigmatismo siempre ve los
contornos de los objetos distorsionados, sospecha de la realidad constantemente
hasta que incorpora los lentes correctores. Con la realidad nacional pasa lo
mismo, pero al revés, no es uno el que sospecha sino es sospechosa la versión
de la realidad que circula, que inunda todos los acontecimientos hasta que la
mentira más burda, absurda, se presenta como una verdad rotunda. Eso que ha
denominado perversamente, post verdad.
Luego de 78 días sin Santiago Maldonado y a escasos días de las
elecciones aparece un cadáver que se sospecha puede ser el de Santiago
Maldonado, puesto que, misteriosamente hasta tenía su DNI.
Pero y acá comienzan los peros, se hicieron
cuatro búsquedas en ese mismo lugar en donde ahora fue hallado. Entonces, un
vendaval de preguntas comienzan a surgir, ninguna de las cuales tienen ni la
menor consideración y respeto por la familia de Santiago, las verdaderas
víctimas junto con el desaparecido. Pero y volvemos a los peros, cómo puede ser
que de víctimas, el sistema imperante y los medios han ido girando los relatos
hasta hacerlos aparecer como victimarios, como ha sucedido con la comunidad
mapuche con la que simpatizaba Santiago.
Un escritor, periodista y ex secretario del
cultura del menemismo, ha expresado que esto se debe a una ruptura del pacto
entre la Gendarmería, insinuando que, la repentina aparición del cadáver a
escasos días de las elecciones, la enfrenta a las autoridades gubernamentales,
sobre todo a la cuestionada ministra de Defensa.
Dentro del descaro comunicacional no faltó el
marketing político telefónico que consultó si el caso afectaría al gobierno y
si estarías dispuesto a votar por él o la oposición, es decir, desestimando
cualquier planteamiento ético – que si los hubo entre las fuerzas políticas que
se negaron a hacer los cierres de campaña en respeto a la repentina aparición
de este cuerpo – e intentando buscar algún rédito mezquino como nos tienen
acostumbrados.
Tampoco hubo intención de las máximas
autoridades de comunicarse directamente con la familia de Maldonado, hecho que
hubiera derrumbado suspicacias y todos los malentendidos habidos hasta el
momento. Tanta gimnasia electoral con el timbreo en donde las autoridades
nacionales, provinciales y candidatos se muestran con los vecinos, ahora dieron
un paso al costado, generando más desconfianza, como si hablar para aclarar
realmente oscureciera los acontecimientos. Porque este hecho movilizó
masivamente a la sociedad y tuvo una repercusión inusitada en el exterior, en
la mayoría de las capitales mundiales aparecían personas con carteles pidiendo
por la aparición con vida de Santiago.
Debemos recordar también que su hermano Sergio
Maldonado y su mujer, una vez conocida la noticia y trasladados al lugar del
hallazgo, tuvieron que estar vigilando el cuerpo encontrado desde la mañana
temprano, cuidando con ojos atentos que nada ni nadie lo altere, sufriendo las
bajas temperaturas patagónicas, desconfiando de todos, sobre todo de un ominoso
aparato estatal que los ha tenido en vilo todos estos interminables 78
angustiantes días, plagados de zozobra e incertidumbre. Nadie querría estar
bajo su piel y abandonar sus vidas tras una búsqueda tan desesperante hasta
hoy.
Ahora las expectativas se derrumbaron, una
presunción siniestra sobrevuela sobre la comunidad y si bien la familia y los
peritos han sido sumamente cautos a la hora de opinar antes de los estudios que
avalen una conclusión certera, silenciosamente todas las opiniones giran en ese
terrible sentido. Terminaron las excusas y elusiones: ¡queremos saber qué pasó
con Santiago Maldonado! ¿qué pasó concretamente con él? ¿por qué se tardó tanto
tiempo y quiénes están involucrados en su desaparición forzada? Incluso son
verdaderamente creíbles los testimonios de los bomberos que descubrieron el
cuerpo, como los reiterados testimonios de la comunidad mapuche en cuyos
territorios sagrados se lo encontró, luego de reiteradas búsquedas. No así las
expresiones descalificantes de funcionarios y candidatos de Cambiemos, como es
el caso de la candidata a senadora por la CABA, Lilita Carrió que lanzó un
disparate, comparando la conservación del cadáver en las frías aguas del río
Chubut como el del mítico Walt Disney. Papelón televisivo que la condenó al
silencio absoluto a horas del cierre de campaña.
A partir de ahora tienen la palabra los
médicos forenses, los tanatólogos, los especialistas. Ellos serán los
encargados de develar la verdad, eliminando las sombras de sospechas que han
nublado el horizonte.
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