La teología del imperio está logrando legitimar la teoría del infierno en la tierra encendiendo fuegos en el mar y demonizando molinos de viento. Lo que sucedió en Las Vegas fue un acto terrorista, y el responsable fue víctima del sistema donde nació: ludópata y mercenario.
Desde Estados Unidos
Las sombras
llegaron a la ciudad de las luces. Siguiendo la secuela de ataques masivos como
en Paris, Manchester, Orlando, Barcelona…este ultimo primero de octubre, cuando
pensábamos que habíamos dejado atrás tornados, huracanes, terremotos, ciclones,
y demás reacciones agresivas de la naturaleza, o intencional conspiración
ambiental (¿Haarp?[2]), la
ciudad que reemplazó a la Republica de Cuba en vicios y todo tipo de
desordenes sociales, Las Vegas, fue sacudida por una desquiciada acción
terrorista en manos de un ciudadano norteamericano y blanco. Nuestras más
sentidas condolencias a los deudos involucrados.
Las calificaciones atribuidas al responsable del ataque no se dejaron esperar. Hemos encontrado, en principales diarios norteamericanos diferentes calificaciones como: “lone wolf,” (lobo solitario), “local” shooter (disparador local), “gunman” (hombre armado), “distraught person” (persona con problemas). Titulares de principales diarios estadounidenses hacían eco de esta serie de eufemismos: The New York Times (02/10/17) “Stephen Paddock, Las Vegas Suspect, Was a Gambler Who Drew Little Attention”; The New York Times (02/10/17) “Stephen Paddock, Las Vegas Suspect, Was a Gambler Who Drew Little Attention”; The Independent (02/10/17) Las Vegas shooting: America reels as 'lone wolf' gunman leaves scores dead and hundreds injured; The Washington Post (02/10/17)”‘Lone wolf’: Our stunning double standard when it comes to race and religion”; The Washington Post (02/10/17) “Las Vegas gunman Stephen Paddock enjoyed gambling, country music, lived quiet life before”.
De igual forma no se dejaron esperar quienes observaron claramente la generosidad semántica solidarizándose con el denominado “White Privilege” (Privilegio Blanco). Encontramos dos interesantes comentarios en diarios virtuales : “This Headline About The Vegas Shooter Speaks Volumes About White Privilege In America (Natalie Dickinson, 02/10/17, http://verifiedpolitics.com) y “The White Privilege of the “Lone Wolf” Shooter” (Shau King, 02/10/17, https://theintercept.com/) quienes no dudaron en resaltar la gran diferencia entre ser de origen musulmán, afroamericano, o latino y ser ciudadano/a blanco (caucásico).
El desequilibrio semántico norteamericano no tiene límites. La ideología de la supremacía sufre de patología de la “divinidad”, crean, destruyen y bautizan. Toda acción parida en las entrañas del terror será maquillada. Como señalan los opinólogos, humanizaran a los monstros. La comentarista Natalie Dickinson señaló: There is absolutely no reason to humanize this monster (No existe absolutamente razón para humanizar este monstruo). Pero, si lo hacen! Antes eran comunistas, después terroristas, ahora son narco-terroristas.
El imperio del estigma. Si eres musulmán te hace sospechoso de terrorismo; si eres afroamericano/a te hace potencialmente criminal; si eres colombiano/a podrías estar en la lista de narcotraficantes; pero si eres blanco/a, no lo dudes la sospecha será siempre que eres un buen ciudadano/a. Esto es el archiconocido: “Privilegio Blanco” (White Privilege).
Solo por citar un ejemplo de lo que estamos llamando el terror semántico, el Perú sigue dando muestras de hacer bien las tareas y no solo las económicas. El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski y “su” ministro del interior Carlos Basombrío no les tembló la mano para adjetivar y denunciar a los maestros del SUTE CONARE, quienes libraron una dura acción de reclamo por motivo de la desastrosa situación por la cual atraviesa la educación pública, llamándolos como “criminales”.[3]
Debe de existir un límite al imperio y su imperial soberbia. El sector decente de la humanidad está harto de que dividan al mundo entre eje del mal y del bien, democracias y dictaduras, “lobos solitarios”, “terroristas” y “Narco-terroristas”, “amigos y enemigos”. La teología del imperio está logrando legitimar la teoría del infierno en la tierra encendiendo fuegos en el mar y demonizando molinos de viento. Lo que sucedió en Las Vegas fue un acto terrorista, y el responsable fue víctima del sistema donde nació: ludópata y mercenario.
Actos de terrorismo también fue el 11/9 o el bloqueo económico financiero a Cuba; pero también lo fue el asesinato de Salvador Allende, de Pablo Neruda y Hugo Chávez Frías, y la desquiciada persecución de la Republica Bolivariana de Venezuela, o a Siria. Terrorismo es también aniquilar el planeta con petróleo y gas por doquier. Terrorismo también fue atentar centenares de veces contra la vida de Fidel Castro Ruz o criminalizar poblaciones y comunidades no-blancas. Terrorismo también es creer que eres infalible y los demás un grupo de zombis-súbditos al servicio de patológicos caprichos, esto no es signo de democracia ni de civilidad. Menos aún, desequilibrio de comportamiento, esto también es terrorismo y forma parte de la personalidad patológica del imperio.
[1]
Lic. Ciencias Teológicas y Mg. Terapias Físicas.
[2]
High Frequency Active
Auroral Research Program (programa de investigación de
aurora activa de alta frecuencia.
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