La historia
oficial ha construido un mito de supuesta identidad “ístmica”, la “vocación” de
los habitantes del Istmo de Panamá ha sido la de servir al comercio mundial,
por lo cual desde siempre luchó para construir un estado-nación con base a esa
identidad, hasta culminar en el lema del escudo nacional: Pro Mundi Beneficio.
Olmedo Beluche / Para Con Nuestra América
Desde
Ciudad Panamá
Como puede
apreciarse ese mito, presentado como Historia, es la fotografía de los
intereses de la clase de los comerciantes del país. Es una ideología
conveniente a los comerciantes istmeños con la que se identifiquen las clases
sociales que le están subordinadas.
Pero,
durante el período colonial, la identidad común de los habitantes del Istmo era
la de “españoles de América”, como en todas las regiones del imperio, salvo las
comunidades indígenas, que constituyen naciones diferenciadas. En ese marco, el
Istmo se dividía en dos provincias que marcaban las identidades distintas:
Veraguas y Panamá (la cual sólo se refería a la zona de tránsito). El nombre de
Panamá extendido a toda la geografía del istmo y sus habitantes es más bien
reciente.
En otros
trabajos hemos señalado cómo la historia panameña del siglo XIX ha sido
falsificada para presentar los diversos momentos de crisis del estado-nación
colombiano y sus guerras civiles, como supuestos intentos independentistas de
Panamá. En realidad, las proclamas, mal llamadas “Actas Independentistas”,
fueron pronunciamientos políticos en el marco de las guerras civiles:
bolivaristas vs santanderistas, centralistas vs federalistas, liberales vs
conservadores.
El hecho es
que, pese a todos los intentos de la historia oficial por presentar a los
federalistas como independentistas, pese a que la clase comercial local siempre
peleó por sus intereses frente al centralismo bogotano, nunca se animó a
separarse. Pese a que Colombia siempre fue un “estado fallido”, con
dificultades para integrarse, hasta 1903, la identidad que caracterizaba a los
istmeños, incluida las clases dominantes, era la colombiana, lo cual puede ser
probado documentalmente.
La
reconstrucción de nuestra historia, para usarla en la construcción de la
identidad nacional panameña para que parezca un determinismo, en el sentido de
que los habitantes del Istmo estaban destinados a construir un estado-nación
propio con vocación comercial, es una hechura del siglo XX, después de impuesto
el estado tutelado por Estados Unidos.
La intelectualidad liberal dedujo que se necesitaba crear el sentido de
“identidad” en una “nación”. Historiadores, filósofos y literatos fueron
tejiendo esa leyenda disfrazada como historia.
Esa
identidad panameña tuvo un lado progresivo: inspiró a las generaciones
siguientes a luchar contra el sistema colonial norteamericano impuesto desde
1903. La lucha por la “soberanía” fue inspirada en ese mito. La “identidad
nacional” panameña, tiene un doble filo: instrumento ideológico de dominación
de la clase comercial para justificar su control sobre el estado-nación y, a la
vez, inspiración para la lucha por la soberanía contra el colonialismo y la
dependencia impuesta por el imperialismo yanqui. La historia tiene sus ironías.
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