Que no nos llame la
atención que ante la posibilidad de una clasificación del Perú a Rusia 2018,
las puertas de prisión de abran al representante de la dictadura del mercado
impuesta – democráticamente - desde el Congreso de la República al Perú (1992):
Alberto Fujimori.
José Toledo Alcalde / Especial para Con
Nuestra América
Desde Estados Unidos
El expresidente Alberto Fujimori. |
Una vez más el fútbol
nos psico-socio analiza. En las últimas semanas, en el Perú, temas como la clasificación de la selección
de futbol al mundial de Rusia 2018 y el tan manoseado posible indulto al reo
Alberto Fujimori superan megas titulares como el atentado terrorista acaecido
en Las Vegas o los cientos de conflictos sociales librados, sin solución, en el
Perú al día de hoy. Esta suerte de festín temático, ajeno al interés cotidiano
del ciudadano de a pie, la cual nos revela la personalidad distorsionada de un
país que fue construido sobre las bases de la manipulación política de la mano
con el circense show deportivo.
Algo de historia.
Recuerdo cuando tuve la oportunidad de conocer al legendario futbolista Teodoro
Fernández Meyzán más conocido como Lolo Fernández (1913-1996). Uno de mis
intereses fue el saber, de primera fuente, la goleada que sufrió Austria en
manos del equipo de fútbol peruano en tan recordado festival deportivo olímpico
celebrado en la Alemania de 1938 en pleno auge del Tercer Reich liderado por el
tristemente célebre Adolf Hitler. El equipo peruano logró imponerse al
austriaco por cuatro tantos a dos
después de habérsele anulado tres goles evitándole mayores malestares al
Führer. Como resultado de dicho acto “ignominioso” originado por la escuadra
peruana, lo cual fue vencer al equipo de la tierra natal del líder Ario, fue la
anulación de dicho encuentro teniendo como resultado la renuncia del equipo
peruano. Esto me lo confirmó Don Lolo Fernández con lujo de detalles y con
aires de dignidad desbordante!
Esta suerte de
demostración de poderío no encuentra su génesis en el siglo XX. Desde sus
orígenes en Grecia la demostración de supremacía siempre fue ligada a la
consolidación de la relación de opresión y sumisión entre “señores y esclavos”.
En la Alemania hitleriana la consolidación de la supremacía Ariana no podría
verse amenazada por “razas” no arias,
menos aún por equipos deportivos considerados provenientes de clases
inferiores, como fue el caso del equipo peruano.
Después de la pesadilla
aria, EEUU arremetió en el mundo contra todo aquello que fue contrario a sus pretensiones hegemónicas. No
permitirían que exista otra Alemania del Führer pero tan poco evitarían que
ellos se conviertan en la nueva pesadilla neocolonialista global. El cambio de
patología hegemónica solo transmutó de forma más no en contenido. Las
pretensiones hegemónicas arias pasaron a
convertirse en el sueño imperial
americano y lo que nos llama la atención es el perfecto uso del futbol (y toda
disciplina deportiva) como arma sicosocial de manipulación y control colectivo.
Y, ya en nuestros
tiempos, no podemos evitar enlazar estas claves históricas como la olimpiada
del ’36 en Alemania con lo sucedió esta semana en Buenos Aires y el rio
revuelto alrededor del posible indulto del reo Alberto Fujimori en Lima.
Aquello que debiera haber sido una de las actividades más importantes a nivel
de disciplina deportiva y entretenimiento colectivo ha sido convertido, sin ser
esto secreto para nadie, en una burda mercancía global de especulación
político-financiera. Así fue creada, así prosigue!
Usted quizá no lo
recuerde pero cuando perdió Perú ante el Argentina, en el mundial del ‘78, una
serie de eventos circundaron el triunfo mundial del país anfitrión. Por un
lado, eran épocas del apogeo de gobiernos militares agrupado en torno a las
pretensiones hegemónicas de Washington, y aliados. Camarillas dictatoriales que
se valieron del denominado “Plan Cóndor” como estrategia de aniquilamiento y
control gestados en las canteras de la otrora centro de preparación militar “Escuela
de las Américas hoy conocida como “El
Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad” (en
inglés: Western Hemisphere Institute for Security Cooperation).
El ex dictador del
Argentina Jorge Rafael Videla, su par peruano, Francisco Morales Bermúdez y el
Secretario General norteamericano Henry Kissenger , según testimonios de
políticos y deportistas involucrados, fueron aquellos responsables directamente
involucrados en el triunfo del título mundial de Argentina el cual no fue reconocido
por Holanda quien quedó como subcampeón mundial. Videla y Kissinger, antes del
partido del 6-0, visitaron la dirigencia
y elenco peruano donde quedó definido, para todos, la claudicación del
equipo del Perú.
Años más tarde, el
triunfo de Argentina ha sido puesto en tela de juicio por la FIFA en medio de
un contexto de corrupción institucional punida, en nuestra opinión, solo desde las ramas de un árbol que persiste en
sostenerse sobre raíces amantes del distorsionado juego del mercantilismo y espectáculo
del control político-social.
¿Qué hacían en
Argentina, antes del encuentro decisivo para el pase de la Argentina a Rusia
2018, el suizo Gianni Infantino,
presidente de la FIFA, el titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez y los
presidentes Mauricio Macri (Argentina), Tabaré Vázquez (Uruguay) y Horacio
Cartes (Paraguay)?
Cuando todos pensábamos
que el árbitro brasilero jugaría a favor de Argentina, fuera de todo
pronóstico, Paraguay volteó el partido al equipo colombiano dirigido por José
Pékerman quitándole la clasificación de la mano, dando así una bocanada de
oxigeno al Argentina. Con la perdida de Paraguay el equipo del cuestionado
Jorge Sampaoli hubiese quedado fuera de toda posibilidad de ganarse el ticket a
Rusia 2018. ¿Tuvo algo que ver la
presencia del presidente de Paraguay en Argentina desayudando con el mandamás
de la FIFA?
Todo este concierto de
oscuras negociaciones, todo este no más implícito affaire de alto nivel, es solo la punta de un iceberg
que se nos permite vislumbrar. En nuestra opinión, no solo están en juego multi
millonarias recaudaciones de reconocidos patrocinadores que no avizoran un
mundo ideal sin Lionel Messi. Pareciera
ser, lejos de dictaduras militares, que aquello que se encuentra en juego es la
dictadura y control hegemónico de un mercado comercial y financiero
patológicamente afectado e infectado por la pesadilla imperial, otrora 1938,
1978, hoy 2017.
Y el Perú no es ajeno a
la búsqueda de ganancias en este circense espectáculo. La maquinaria estratégica
del fallido gobierno peruano de turno da signos de releer la historia a la
perfección. No solo da muestras de compromiso del alma con el clan Fujimori, y
todo lo que representa, quienes serian el símil a lo que representó Ronald
Reagan, Margaret Thatcher y sus
laboratorios político-militar en América Latina y el Caribe, sino que no
descansará hasta legitimar bajo cualquier pretexto la absolución de uno de los
representantes más oscuros de la historia del Perú, Alberto Fujimori.
Así que no nos llame la
atención que ante la posibilidad de una clasificación del Perú a Rusia 2018,
las puertas de prisión de abran al representante de la dictadura del mercado
impuesta – democráticamente - desde el Congreso de la República al Perú (1992).
Finalmente, nos preguntamos,
salvando las diferencias, ¿Sería descabellado enlazar estrategias políticas,
patologías imperiales, ensayadas, a través del futbol, en Alemania 1938,
Argentina 1978, y Argentina-Perú 2017?
Esperamos que la
dignidad sea una vez jugada desde las canchas y tribunas callejeras y virtuales
de sectores de la sociedad que aún creen en la honestidad y soberanía de los
pueblos. Recordar a la dignidad de deportistas peruanos del Berlín del ‘36,
quienes pasaron a la historia fuera de las garras de patrocinadores y
despóticas dictaduras, nos daría la posibilidad de pensar en el deporte, y toda
disciplina humana, como instrumentos que deberían engrandecer a los pueblos y
no denigrarlos con falsos premios y tributos a sentimientos anti-patrias y ofensas a todo aquello que se precie de
bien nacido.
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