Nuestras frágiles democracias hacen agua frente a las envalentonadas derechas que no titubean en recuperar terreno y volver sobre sus viejas, viejísimas pretensiones.
Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina
Lo hemos visto en Chile el pasado domingo, donde el triunfo de la ultra derecha encabezada por José Antonio Kast en las elecciones constituyentes, adquieren un protagonismo revanchista amasado en décadas de un modelo político y económico excluyente que hizo trizas de un plumazo, los anhelos del presidente Gabriel Boric, que alguna vez leyó el poema de Enrique Lihn sobre el cementerio de Punta Arenas, ciudad natal del mandatario: “Ni aun la muerte pudo igualar a estos hombres/ que dan su nombre a lápidas distintas/ o gritan al viento del sol que se los borra...”[1]
A la ultra le resbala la poesía, les encrespan las expresiones artísticas porque en su visión utilitarista, son inútiles, como los seres humanos descartables cuando no pueden producir. Lo pregonan a viva voz cada vez que tienen oportunidad, regocijándose del impacto que producen en quienes están predispuestos a soluciones rápidas, alejadas de diálogos persuasivos. En eso son maestros y por algo son entrenados para salir al ruedo cada día dispuestos a reclutar incautos.
Estrategias les sobran al neoliberalismo, medios también, artilugios… ni hablar y, el marco jurídico legitima estragos.
También es grato reconocer que Nuestra América es la única región que ha ofrecido en este nuevo siglo movimientos populares resistentes al flagelo neoliberal comenzado en Chile con Pinochet y que después de ciclos negativos, vuelve a esperanzar a los de abajo intentando reagruparse ante las mutaciones del poder mundial. Hecho desarrollado en el libro: “Historia contemporánea de América Latina y el Caribe” y que destaca al presente siglo como el período político más importante de la historia de la región, con una análisis de 20 de los principales países del continente; el mismo consta de tres textos iniciales sobre la situación política, social y económica y será presentado hoy, viernes 12 de mayo en la Feria del Libro, con la presencia de Ricardo Forster, René Ramírez y Emir Sader[2].
Más allá de esto, en una realidad asediada de entornos digitales, castigada por la pandemia – aunque la OMS haya levantado el pasado 5 de mayo la emergencia a nivel mundial, el virus sigue su castigo por el planeta, tanto como los armados negocios de las guerras, las pugnas hegemónicas y en el interior de nuestros países se haya diluido la división de poderes alguna vez propugnada por los pensadores modernistas.
Además en este año electoral, seguimos liderando la perversa inflación que debilita los flacos bolsillos de la gente.
Mientras el supremo de los supremos se pronuncia cuatro días antes de la votación contra las PASO de Tucumán y San Juan porque – según argumenta – sus candidatos a gobernador no podrían ser reelectos porque los proscriben las constituciones de sus respectivas provincias, el Banco Mundial nos pone otra vez en la cúspide de los países con mayor inflación del planeta.
Según el organismo financiero, entre enero y abril de este año, el ranking de inflación es liderado por el Líbano, seguido por Argentina, Zimbabwe, Irán, Turquía, Egipto, Surinam, Ruanda, Laos y Ghana. Venezuela no se incluye porque no se dispone de datos. Agregando, “la inflación doméstica de alimentos sigue siendo alta en todo el mundo, con niveles superiores al 5% en el 64,7% de los países de ingresos bajos y en el 83,7% de países de ingresos medianos bajos y el 89% de los países de ingresos medios altos y muchos experimentan una inflación de dos dígitos”. Advierte también que, “el 81,8” de los países de altos ingresos están experimentando una alta inflación de alimentos”[3].
Paralelamente, el Instituto Nacional de Estadística y Censos INDEC, publicará en horas de la tarde la inflación de abril – la que estiman las consultoras – será similar al 7,7% de marzo, que marcó el record en más de 20 años, el que sumó un aumento de la inflación interanual del 104,3% y, en caso de darse un número similar en abril, este total superaría el 105%.[4]
Estadísticas y porcentuales lejos del alcance del hombre de a pie que sabe de ante mano que parte del día debe emplear en la búsqueda de precios más bajos para llevar un plato de comida a su hogar. En el hombre de a pie, la vocinglería hegemónica le adormece la consciencia con el fracaso de la democracia para resolver los problemas cotidianos y éste, en la soledad de su miseria se ahoga en la duda: todos los dirigentes políticos son iguales y nada va a cambiar para mí.
El individualismo persistente desde los años setenta, engendró el emprendedurismo que hace estrago en la juventud y las redes sociales, su insistencia en la ineficiencia del Estado y el auge de los micronegocios surgidos después del encierro pandémico, ha consentido una esclavitud personal que no conoce tiempo libre y mucho menos, momentos de felicidad. Se sobrevive duramente, prisionero de múltiples obligaciones contraídas, sin tregua para reponer su maltratada salud. Se repite cada día frente al espejo, “siempre ha sido así”. Y como, el cultivo del olvido lo encierra en un círculo vicioso, valores y luchas colectivas le resbalan o en todo caso, le impiden el ejercicio de su esmirriada libertad; replegado en soledad se pliega esperanzado al grito libertario de los de la extrema extrema.
Dentro de ese clima de incertidumbre nacional, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, en su primer informe de gestión ante el Congreso dado ayer, expuso la marcha del gobierno nacional, sus enormes dificultades y sus no menos enormes desafíos. En su extensa exposición hizo referencia a las agresiones y el atentado sufrido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner como también a las maniobras de la justicia, acusando a la Suprema Corte de ser miembro del partido judicial. “Uno de los desafíos de la democracia va ser desarmar ese sistema de poder faccioso que no tiene legitimidad democrática pero que determina y compromete el funcionamiento de la democracia en la Argentina”[5].
Durante el transcurso de su alocución se refirió al crecimiento de los sectores productivos y el mejoramiento de las empresas públicas, sobre todo de Aerolíneas Argentinas, la línea de bandera, que ha ido recuperando rutas nacionales e integrando a las provincias, dentro de un esquema competitivo de las líneas low cost.
Reservó un espacio especial para la celebración del 25 de mayo próximo, Día de la Patria y vigésimo aniversario de la asunción del presidente Néstor Kirchner, del que fue colaborador.
El jefe de Gabinete sabe de las gestiones permanentes que se realizan con el FMI, organismo que comienza a analizar las negligencias propias en el préstamo otorgado a la Argentina en el gobierno de Macri y el desembolso que debe realizar este año para los compromisos contraídos, en un momento signado por la tremenda sequía. Sabe también las dificultades que plantea a la gobernabilidad la inflación imperante, sobre todo en la mesa familiar. Sabe, por el lugar que ocupa, que luchar contra los monopolios que manejan la economía es un esfuerzo monumental y permanente.
Atravesar estos meses en un año electoral impone concentrar esfuerzos y garantizar la integración de los diversos sectores políticos que componen el Frente de Todos en vista de las elecciones de noviembre. Pero sobre todo, preservar las PASO y los candidatos más efectivos para los tiempos que vienen.
REFERENCIAS
[1] Ariel Dorfman, Las singulares obsesiones literarias de Gabriel Boric, Página 12, 11 de mayo.
[2] Emir Sader, Un recorrido por la América latina contemporánea, Página 12, 12 de mayo de 2023.
[3] El Cronista, 10 de mayo de 2023.
[4] Ibídem. 12 de mayo de 2023.
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