Nada tiene sentido en el sin sentido de un mundo que luego de atravesar un sangriento y terrorífico siglo XX, volvemos a las experiencias más extremas de hace un siglo, por lo que no horroriza ver aparecer personajes que ya llevaron al mundo al Apocalipsis.
Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina
Javier Milei se presentó en Davos 2024, condenando a los presentes por conducir al mundo desarrollado al comunismo, llevando el ejemplo argentino de su gobierno libertario. Con un discurso plagado de datos y estadísticas, hizo un recorrido por la historia mundial fundamentando su doctrina de la escuela austriaca en favor del egoísmo y el libre mercado, en detrimento de la intervención estatal. Doctrina por la que fundamenta su intervención y éxito en la política.
Aprovechó también la presencia de la directora del FMI, Kristalina Georgieva, para dialogar sobre la negociación del préstamo que tiene el país con el organismo financiero. Curiosamente, la funcionaria, aprovechó para sacarse una selfie con el mandatario argentino, en un gesto espantoso de frivolidad. ¿Nos toman el pelo? ¿La burla y el desparpajo, son parte de la conducta de estos personajes que tienen en sus manos los destinos de millones de personas?
En uno de los momentos más negros por los que atraviesa la humanidad, debemos admitir que es así. Nada tiene sentido en el sin sentido de un mundo que luego de atravesar un sangriento y terrorífico siglo XX, volvemos a las experiencias más extremas de hace un siglo, por lo que no horroriza ver aparecer personajes que ya llevaron al mundo al Apocalipsis.
Entre las autoridades que estaban en la reunión, estaba Cristine Lagarde, representante de la Unión Europe, quien, por sus gestos, no daba crédito de lo que estaba escuchando.
Mientras esto ocurría en el Foro, el vocero presidencial, Manuel Adorni, babeaba por el discurso de su jefe en su salida diaria en Casa Rosada, como también el presidente español, Pedro Sánchez, sin nombrarlo a su antecesor, JM, condenaba sus palabras retrógradas, como muchos de los allí presentes. No era para menos. Un desplante demasiado demencial por parte del mandatario argentino quien, a través de 18 páginas, quiso dar una clase magistral de historia, filosofía y economía, justamente en ese foro del capitalismo mundial, acusándolos de llevarlos al socialismo. Eufórico y exaltado como siempre, sólo despertó entusiasmo entre su propia claque, la que destacaba que la delegación había viajado en un vuelo de línea para ahorrarle al erario público argentino cerca de 400 mil dólares; hecho del que eran sus únicos declarantes. Más allá de ello, JM, desaprovechó ese brillante primer contacto con empresarios y mandatarios internacionales, para invitarles a invertir en Argentina. Con él a la cabeza, difícil que venga alguno.
Mientras ocurría esto en Suiza, en el Congreso nacional, sus legisladores intentaban apurar la aprobación del mega DNU infructuosamente, dado que sus propios aliados comenzaban a dar marcha atrás, dada la reacción de los distintos sectores de la población argentina que se oponen, comenzando por los trabajadores agrupados en la CGT y la CTA que van a un paro masivo para el próximo 24 de enero, cuestión que tiene movilizado al gobierno, sobre todo a su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien piensa multar y reprimir con todas las fuerzas a su disposición a los obreros. Algo que hace mucho que la comandante Pato desea realizar, respaldada como siempre por la embajada de EEUU.
Este viernes, 19 de enero, a minutos de las 8 de la mañana, arribó la comitiva presidencial proveniente de Davos con destino a la Quinta de Olivos, donde JM, realiza su reunión de los viernes, desde que se trasladó a la residencia presidencial con sus perros. Obnubilado por su actuación, porque como dice la columnista Sandra Ruso de Página 12, “Milei no representa ni siquiera el pensamiento libertario: lo hace pasar por su infatigable narcisismo”.[1] De allí que haya ido a decir su verdad que es La verdad. Verdad revelada que impone dado el carácter misional que ha adoptado, desestimando todo lo que digan los demás, razón suficiente para que no haya escuchado a nadie, porque realmente no le importa.
Descontamos que JM y su hermana Karina serán material de análisis en el futuro de psiquiatras, psicoanalistas y diversas disciplinas, los que derramarán páginas y más páginas sobre estos espeluznantes personajes y, sobre todo, cómo fue que llegaron al poder en un país como Argentina que, como contrapartida también deberemos pensar si no era la maldición que nos tenía reservado el destino, por pícaros o ladinos o, la suma de todas las perversiones que hemos ido desarrollando en más de dos siglos de vida independiente.
Sumidos en esa maraña de elucubraciones, es muy posible que a JM le importe un pito los reclamos de la sociedad en general y la ofensiva legislativa encarada por sus propios legisladores que esperan frenar el paro de los trabajadores, porque como personaje predestinado por dios o los dioses, deberá cumplir con su misión o inmolarse definitivamente. Si Mauricio Macri fue peligroso porque cuando se volvió loquito, hizo desastres con el dólar, el desquicio de JM es imposible de prever.
De todos modos, dirigentes y la sociedad en su conjunto, dejan de lado a este desequilibrado personaje que tanto daño ha ocasionado en todos los sentidos al país por varias generaciones, sabiendo que costará mucho tiempo recuperarse de los estragos dejados por la gestión, tal vez las décadas que su afiebrada imaginación ilusiona con transformarlo en país desarrollado.
El escabroso camino, plagado de obstáculos, comienza con la masiva convocatoria del paro de la semana próxima, al que el gobierno hará lo posible por frenarlo o disminuirlo. Sin embargo, la tremenda bronca acumulada en este mes de JM, es inmensa, como inmensa la reacción que articulan las diversas organizaciones de la sociedad civil que quieren mostrar su descontento.
Una de las argucias que maneja el gobierno para boicotear el paro, es otorgar un salario mínimo de 400 mil pesos para los trabajadores de la Asociación de Trabajadores del Estado ATE, uno de los más mayoritarios. Aunque los camioneros conducidos por Pablo Moyano, uno de los de los dirigentes de la CGT, pueden paralizar la distribución de bienes y alimentos en todo el país, lo que sería un golpe tremendo. Cuestión que, desde luego, deberán evaluar los libertarios porque, aunque improvisados y necios, no son estúpidos y tratarán fisurar las filas obreras.
Sin embargo, la inflación galopante va devorando los salarios día a día y la gente está cansada de deambular por los negocios buscando los precios más convenientes, harta de sufrir privaciones, por no decir abiertamente, hambre.
Desesperada, muy lejos de las elecciones y de las alocadas decisiones adoptadas, están intentando sobrevivir de cualquier manera. Vida o muerte parece ser la consigna de los tiempos. Veremos cómo sigue esta tragedia.
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