Todos los miércoles marchamos los jubilados en las diversas plazas del país a reclamar por los bajos salarios y la perdida constante de derechos adquiridos: medicamentos, acceso a tratamientos especiales o, al menos, convocar alguien que nos escuche.
Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina
La medida adoptada en la noche del viernes pasado, obedece a la necesidad de continuar con el déficit cero planteado por el Ejecutivo, dando comienzo así a una nueva semana de terror en Argentina.
Todos los días una noticia infausta, cada hora una desgracia que paraliza. Una sociedad anegada sin respuesta como pollos de criadero esperando que los maten, sin atener a defenderse, con los ojos de par en par abiertos a los golpes y el gas pimienta, sin reacción y sus dirigentes, en muchos casos, haciendo la plancha, esperando que aclare, cuando la situación está más clara que nunca y nunca es tarde para levantarse, como lo ha hecho infinidad de veces.
El terror o fenómeno Milei, para decirlo en términos de experimento macabro de laboratorio, ha tenido y tiene y esperemos que en los días venideros tenga más reacción de parte de la sociedad, nos sacó a los viejos meados de la pasividad y la contemplación y nos dio la posibilidad de recuperar la militancia como cultores de la memoria activa y ejercerla en los entusiastas mileístas milenial. Una militancia que para muchos que estaban en su cueva o metidos en su caparazón solitaria en espera de la parca, advirtieran un motivo histórico para retomar las banderas de lucha, de verdadera libertad de los trabajadores y los de abajo que llevamos en la sangre. Un esperar hasta que aclare, sin esperar a nadie, porque la dirigencia está negociando su permanencia o la supervivencia de las organizaciones que conducen; motivo justificado y estratégico dentro de tantos frentes de combate.
Todos los miércoles marchamos los jubilados en las diversas plazas del país a reclamar por los bajos salarios y la perdida constante de derechos adquiridos: medicamentos, acceso a tratamientos especiales o, al menos, convocar alguien que nos escuche. Cuando nos reconocemos, vemos en la cara y la figura de tantos amigos que nos reunimos siempre, lo viejos que estamos; advertimos que la imagen que el espejo nos devuelve cada día, es distinta, más juvenil y rozagante, que estamos mintiéndonos constantemente con una mezcla de nostalgia y ternura.
Una batalla diaria intentando sobrevivir con lucidez a la tortura, hace que caigamos en errores que debemos salvar en prueba de honestidad con nosotros mismos y quienes tienen la delicadeza de leernos. La reunión de la Derecha en el CCK que informé la semana pasada, se realiza éste jueves, donde abrió las deliveraciones el presidente Javier Milei a las ocho de la mañana, porque luego viajará a Mendoza este viernes para cerrar la reunión anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas IAEF. Como es costumbre en sus presentaciones públicas, dirá bondades de su gestión, mientras el país es reconocido como el más caro en dólares y una recesión imparable. Al punto que los pobladores de frontera están viajando diariamente a comprar alimentos a los países limítrofes, dado que todos son más baratos y convenientes que Argentina.
No es una bendición que venga a la provincia por segunda vez luego de la campaña para presidente; menos mal que pisará cemento o piso embaldosado, sino pasaría como con Atila, no crecería hierba bajo sus pies.
Meados por los perros clonados del presidente, pero seguramente, quien más derramó su orín en la oportunidad, fue Conan, el padre de sus cuatro mastines. Además, debe haberle aconsejado desde el más allá o más acá – según la interpretación hecha ad hoc por Karina Milei – aunque para el caso es lo mismo; lo mismo que la celebración del Día de la Industria en la Unión Industrial Argentina, donde concurrió invitado por el doctor Daniel Funes de Rioja, presidente de la entidad señera nacida del Club Industrial creado por Carlos Pellegrini en el siglo XIX. Allí todos se doblegaron o plegaron, para el caso es lo mismo, ante el discurso desindustrializador del presidente.
Las fábricas son un sector adicto al Estado y, con su protección, se le robó al campo, les dijo en la cara. Cuestión que obligó a una inmediata respuesta: “somos víctimas, no victimarios, como toda la economía argentina”[1], advirtió Funes de Rioja, sufrimos una presión fiscal del 40 al 50%. De alguna manera, los industriales, sobre todo los pequeños y medianos, también están siendo meados por los perros.
Tan adelantado el presidente, les arrostró a los industriales que el campo los había financiado, dando por hecho o no hecho, que Carlos Pellegrini había creado el Club Industrial en 1875, mientras que la Sociedad Rural, había nacido nueve años antes de la mano de los Martínez de Hoz. Aunque muchos de los industriales presentes, eran grandes propietarios que estuvieron en el discurso de Milei en la exposición anual en la Rural meses atrás y que, los grandes industriales que hoy lo aplauden, están viendo de llevar sus empresas a México y Brasil, dos países cuya historia dista mucho de la nuestra, otrora granero del mundo al que aspira lo vuelva a ser en el futuro. Más oligárquico y retrógrado, imposible.
Mientras diputados y senadores se proponen juntar esfuerzos para oponerse al veto pesidencial a las jubilaciones, el presidente comienza a anunciar que enviará al Congreso el proyecto de la Ley de presupuesto 2025, el que mantendrá la directiva de presupuesto cero. Sabemos que La Libertad Avanza tiene minoría en ambas cámaras y, a pesar de ello, tiene disidencia entre sus integrantes.
El senador nacional por San Luis, Bartolomé Abdala, confesó que tiene más de 15 empleados en el Congreso y la mayoría de ellos trabaja en su proyecto político personal. Lo dice sin que se le mueva un pelo frente a las cámaras, incluso a difundido un corto publicitario al mejor estilo libertario. Eso... ¿es casta? Bueno... seguramente es otra distracción para que no veamos la caída libre en la que estamos.
En la difícil tarea de definir la mentirosa y perversa gestión de Milei, muchos economistas advierten que se ha regresado al feudalismo, porque los empresarios que venden sus bienes y servicios en los mercados nacionales o extranjeros, lo hacen con el objeto de obtener ganancias, mientras los grandes pulpos que están detrás del proyecto libertario, están por la renta; renta que está exenta de gravámenes y cuentan con protecciones que el resto no las tiene, cuando no eluden controles estatales y, de sus finanzas ni hablar. Tal el caso de Mercado Libre, empresa de Marcos Galperín, un ejemplo según Milei, que recibió de subsidios impositivos del Estado argentino más de 100 millones de dólares por año. Subsidios que el gobierno libertario tiene prohibidos, como dijo la Canciller, Diana Mondino en una reunión internacional, por favor no vayan a decir esa palabra en ningún lado que hay muchos otros términos en el lenguaje técnico para designar los subsidios a los empleados que prestan servicios en el exterior.
Sin embargo, Milei se jactaba ante Santiago Abascal en el CCK, con su remanida frase roedora: “Las ratas del poder ven a la política como una caja para parasitar de por vida”.
Hoy viernes por la tarde llega a Mendoza y se ha montado un amplio operativo desarrollado y explicado por la ministra Bullrich, dado que ha estado en la apertura de la reunión financiera, justificando la medida por el atentado al presidente de la Sociedad Rural Argentina, a quien a través de su secretaria intentaron entregarle un sobre con explosivos que, felizmente explotó en el escritorio sin tener que lamentar víctimas humanas. Una verdadera catástrofe publicitada por los medios mentideros de siempre, intentando cubrir la terrible realidad económica expuesta por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina UCA, expuesto estos días luego de siete meses de gestión del gobierno libertario. Una situación que nos retrotrae a los momentos más duros y difíciles sufridos por la población del país. Seguir agregando más datos, carece de sentido en un gobierno de sordos.
Haciendo uso de la red social X, el presidente Javier Milei, convocó a la expresidenta Cristina Fernández a que escuche a la tarde la clase de economía que dará en Mendoza, especialmente preparada para ella que no sabe absolutamente nada de economía, intentando contestar un cuadro de estos siete meses con cifras que la ex mandataria publicó estos días, coincidente con todos los organismos de medición de la pobreza.
En Mendoza lo recibirá el gobernador Alfredo Cornejo y el de Neuquén, Rolando Figueroa, quienes van a exigirle una política federalista por parte del gobierno nacional, ya que ambas provincias tienen proyectos a desarrollar en torno a la minería y la energía, como es el caso de Vaca muerta en la vecina provincia patagónica.
Es curioso, como todo lo que sucede en este tiempo distópico orwelliano al que uno pretende sustraerse pero, como viejos meados, meado por los perros, intenta irse por las ramas o las ramas lo obligan a irse a ese devenir al que todos llegaremos. No quiero enredar más mis propios enredos: a escasas dos cuadras de casa se ha inaugurado el templo mormón más grande de la región: la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para que pueda albergar a unos cuarenta mil fieles y, según sus cultores, abrirá sus puertas a todos este fin de semana. Estiman que vendrán fieles de las provincias vecinas y, esta misma mañana ya comenzaban a llegar colectivos llenos de gente para conocer las instalaciones. Es el tercero de esta magnitud que se construye en el país.
Curioso, intentando huir de la rutina de marchas y protestas, concurrimos con un amigo a visitar el templo con la mejor cara de yo no fui que podíamos poner, ya que juntos, en los noventa de Menem, concurríamos a los retiros espirituales que proponía ese momento individualista del salvese quien pueda y esa salvación provenía de los retiros espirituales, como ahora nos proponían las decenas de jóvenes de diversos países que oficiaban de guías, mientras un matrimonio de probada devoción nos leía en los objetivos de cada salón.
Todos los templos, según el video introductorio son exactamente iguales, Michigan, Cholula, Tampa. Todos con idéntica construcción, mobiliario, cuadros e instalaciones sanitarias. Pero lo más curioso, todas las personas con sus galas, la misma sonrisa, amabilidad y toda la paciencia del mundo dispuestas a agotar nuestras dudas.
Volví a Orwell, a sus imágenes de libre pensar y a esa pasividad enfermiza que oculta la natural rebeldía humana en busca de liberarse. Nuevamente recordé las consignas: “La guerra es la paz” “La libertad es la esclavitud” “La ignorancia es la fuerza”. Me detuve un segundo y volví a los días de La Libertad Avanza y recordé lo dicho por Milei ayer en el CCK, “no sólo soy uno de los políticos más famoso del mundo con Donald Trump, sino que estoy haciendo el mejor gobierno de la historia argentina”; continuando luego con su ataque a los intelectuales y científicos, desafiándolos con su petulancia de siempre, mientras los aplaudidores de turno le tiraban flores.
Volví a los sesenta y la Trilateral Commission de Nelson Rokefeler y la necesidad de cooptar espiritualmente a la población del patio trasero, dada su extendida devoción católica.
Compartiendo un café a la salida del templo y observando el bello atardecer en las montañas, volvíamos a nuestra juventud y los sueños de cambio de esos tiempos, que distan una eternidad con los sueños de los jóvenes seguidores del libertario.
Volvimos a la necesidad de movilizarnos para contagiar de rebeldía a ese rebaño juvenil que nos recibió en el templo y los otros entusiastas que esperan los frutos tardíos del modelo anarco capitalista.
Por primera vez no me sentí meado por los perros ni mucho menos; mucho menos viejo meado, como pretende el monigote de los grandes capitales que tanto se queja de los gobiernos progresistas de la región. Él que todos los días sale al balcón de la Rosada, como ningún presidente lo hizo hasta el momento, recibiendo gritos e insultos que disimula como gran bufón que es.
Javier Milei debería haber visto la despedida del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador AMLO, de la mano de su esposa en un Zócalo repleto de gente, difundido en las redes sociales a las que es tan adicto. Pero bueno... en su burbuja, cada vez se le escapa la tortuga más seguido...
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