sábado, 23 de mayo de 2015

EE.UU prepara el terreno en Centroamérica ante elecciones en Venezuela

Los Estados Unidos han lanzado una campaña de desprestigio contra Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional, acusándolo de capo del narcotráfico. Y están trasladando contingentes militares a Centroamérica, por si tuvieran la posibilidad de intervenir ante un eventual resultado estrecho en las elecciones.

Rafael Cuevas Molina/Presidente AUNA-Costa Rica

Un contingente de 200 marines será desplegado en
Centroamérica en las próximas semanas.
En septiembre de 2015 habrá elecciones parlamentarias en Venezuela: se renuevan todos los escaños de la Asamblea Nacional y del PARLATINO. Momento crucial para la República Bolivariana, primera gran prueba de fuego para el gobierno de Nicolás Maduro y el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) después de dos años de la muerte del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, y a dos años del relevo por parte de Nicolás Maduro en la presidencia de la República.

La situación en Venezuela no es la mejor. Hay una alta inflación, desabastecimiento de algunos productos básicos y un constante acoso por parte de una oposición con ribetes golpistas apoyada desde el exterior.

La oposición venezolana está constituida por una serie de pequeños partidos, algunos incluso con larga tradición en el país (como Acción Democrática, por ejemplo) pero muy venidos a menos, que no logran unificarse más que para coyunturas muy precisas, especialmente electorales.

Los partidos opositores venezolanos forman un amplio espectro en el que se pueden localizar desde quienes apuestan por el golpe de Estado, hasta los que pretenden seguir las reglas de participación democrática y participar en las elecciones.

Esta oposición dividida y dispersa tiene un fuerte apoyo externo. En primer lugar, los Estados Unidos de América, pero no solo ellos. En Europa, que vive un período de dominio político de fuerzas de derecha, que se han dado a la tarea de profundizar el modelo neoliberal hay, en términos generales, antipatías contra el gobierno y simpatías por la oposición venezolana. En España, por ejemplo, que vive su propia coyuntura política en la que la izquierda ha conocido un fuerte acenso en las preferencias electorales, la derecha ha hecho de la situación venezolana y del apoyo a la oposición, un tópico en el que participa tanto el Partido Popular  como el Partido Socialista Obrero Español.

Desde Colombia hay, también, un constante hostigamiento al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela. Grupos de paramilitares de extrema derecha pasan la frontera y participan tanto en amenazas a la vida de militantes del PSUV y funcionarios gubernamentales, como en la participación de sabotajes y apoyo a desórdenes callejeros en zonas urbanas. Por otra parte, ante el subsidio que hace el gobierno venezolano a productos de consumo masivo, se ha armado una poderosa red de contrabando que desabastece e Venezuela y llena de productos baratos a Colombia.

Toda esta situación ha creado zozobra y generado descontento en Venezuela. Los índices de aceptación del gobierno de Maduro son los más bajos de todo el período en el que la Revolución Bolivariana ha estado en el poder. A pesar de ello, las encuestas relacionadas con las próximas elecciones muestran que las preferencias del electorado siguen sin volcarse por ninguno de los partidos de oposición. Hay, eso sí, un amplísimo sector de la población que, aunque no tengan confianza en ese archipiélago de partidos, podrían decidir dar un voto de castigo al gobierno de Maduro por la situación imperante.

Ante esta situación, los Estados Unidos han tomado sus previsiones. Han lanzado una campaña de desprestigio contra Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional, acusándolo de capo del narcotráfico. Y están trasladando contingentes militares a Centroamérica, por si tuvieran la posibilidad de intervenir ante un eventual resultado estrecho en las elecciones.

Claro que la excusa para llevar militares a Centroamérica es la de la ayuda humanitaria “preventiva” ante la cercanía del período de huracanes. Al menos 200 soldados estadounidenses serán desplegados  en la base aérea Soto Cano en Honduras, y unos 90 serán enviados a Guatemala, El Salvador y Belice.

Es la misma historia de siempre. Esta semana se ha cumplido un aniversario más del natalicio del héroe antimperialista nicaragüense Augusto César Sandino en 1895. Es decir, que desde fechas tan remotas los Estados Unidos vienen utilizando a Centroamérica como plataforma para la expansión de sus intereses en América Latina, y no han cejado.

En el caso concreto de Venezuela y la actual coyuntura por la que atraviesa, no hay que perder de vista que el gobierno de Barak Obama ha declarado al gobierno venezolano como una “amenaza inusual y extraordinaria”, lo cual ha sido, siempre, antesala de intervenciones militares.

Hay necesidad, por lo tanto, de estar alertas.

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