El presidente Javier Milei está convencido que su gestión es un antes y un después, un momento bisagra en la historia del país, razón por la cual vuelve a las Sagradas Escrituras y al momento en que Moisés desciende del monte Sinaí con las tablas de la Ley, hecho que muestra su profunda convicción mesiánica.
Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina
Argentina es un país afortunado, tiene un presidente profundamente mesiánico, convencido de su acción transformadora en todos los sentidos. Medio judío, medio católico, medio medio.
Incomprendido por la mayoría, como ha sucedido con tantos mártires en la historia de la humanidad, espera desde un atril especialmente diseñado, según sus directivas inspiradas en el modelo yanqui, dar su mensaje, escoltado por la Señora Vicepresidente – nótese que se ha prohibido el lenguaje inclusivo esta semana también – y, el Señor presidente de la Cámara de diputados, Martín Menem.
Con el país en plena actividad, con un incremento del consumo, dado los elevados salarios y jubilaciones y una maravillosa baja de la inflación lograda en tan sólo sus dos gloriosos meses de mandato. Desde ese lugar privilegiado del Poder Legislativo – “nido de ratas”, según su cariñosa descripción –, labor que no cesa de alabar como parte de los tres poderes, pilares de la democracia que tanto fomenta, intentará delinear sus principales ideas sobre el funcionamiento del Estado, dando un rol preponderante a la actividad privada extranjera para ampliar las posibilidades del mercado, dentro del espectro internacional en el que estamos insertos.
Su original y avanzadísima operativa de gestión centrada en su manejo constante de la telepantalla del celular, la que le permite airosamente, realizar más de 400 mensajes diarios, eludiendo las largas reuniones de gabinete, como también delegar en el vocero presidencial, Manuel Adorni, las comunicaciones diarias desde la sala de Prensa de la Casa de Gobierno. Desde allí, con la elocuencia que lo caracteriza, el vocero describe la voluntad política del primer magistrado.
La escasez de funcionarios de confianza, más allá de su restringido Gabinete, no le ha permitido realizar el nombramiento de las segundas y terceras líneas de subsecretarios y titulares de organismos autónomos y descentralizados, dejando en suspenso la firma de resoluciones para el normal desarrollo administrativo de su gestión. Admitimos desde luego, su natural aversión al Estado y sus pesadas estructuras, pero lamentablemente, con ineficiencias y lentitud, viene funcionando así desde hace más de dos siglos.
Consciente de la revolucionaria transformación que tiene en sus manos, estos días convocó a los 37 diputados de La Libertad Avanza para que generen consensos con los legisladores aliados y de la oposición, instándolos a sentar las Bases y Puntos de Partida para una Argentina en Libertad, tal como lo hiciera Juan Bautista Alberdi en la Constitución liberal de 1853.
Como hace 170 años, su gesta vuelve a centrarse en la lucha entre la Capital y el puerto y las provincias cuyos gobernadores en estos días se han rebelado en su totalidad, comenzando con el gobernador del PRO de la provincia de Santa Cruz, Ignacio Agustín Torres. También al Papa Francisco le bastaron cuatro minutos de un video enviado con motivo de la inauguración de la sede porteña del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana COPAJU, para poner las cosas en su lugar, ratificar su doctrina sobre la justicia social, el rol fundamental del Estado y criticar los modelos deshumanizantes y violentos. No alcanza con la legitimidad de origen, aludiendo a la elección democrática, sino que el ejercicio también debe ser legítimo. Subrayando finalmente, “de qué sirve tener el poder si se aleja de la construcción de sociedades justas?”. A lo que respondió el vocero oficial, Manuel Adorni, que el gobierno ejerce el poder político y el Pontífice el poder espiritual de la comunidad. Tal como nos tiene acostumbrados.
Posteriormente, “el mandatario nacional acató el primer fallo del juez federal de Rawson, Hugo Sastre, y envió el pago de la deuda correspondiente a noviembre”[1]… “La quita del subsidio del transporte a las provincias había sido un motivo de conflicto en el arranque de la gestión de Milei”[2], razón por la que el gobernador había acudido a la justicia e inmediatamente, fue respaldado por el resto de los gobernadores. Previamente, el presidente JM había difundido una imagen de una niña trucada con la cara del gobernador de Chubut, siendo abusada, hecho por el que se le solicita Juicio Político #bastadediscriminación, dirigida al Señor Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, suscripta por Carlos Alberto Rozanski, Dora Beatriz Barrancos, Liliana Hendel, Bettina Calvi, Natalia Verónica Amatielo, Luisa Kuliok, Nora Schulman, María Beatriz Müller y Enrique Stola, con domicilio en Rosario, Santa Fe.[3]
Centrado en su mensaje del viernes, el presidente JM difundió a través de la red social X la nota publicada por el Financial Times, en la que consideró que hay “cero posibilidades de que se produzca un levantamiento social” en respuesta a las políticas impulsadas por su gobierno a menos que haya “un evento con motivaciones políticas”.[4]
Volvemos nuevamente al conflicto aristotélico planteado en la cabeza del primer mandatario, negando levantamientos sociales en respuesta a sus políticas. Sigue obsesionado en la felicidad de la gente cuando la pobreza pasó del 45% al 57% en su gestión de apenas dos meses. No deja de manifestar en cada discurso que 6 de cada 10 niños son pobres, aunque él ha colaborado más que ningún otro mandatario en 40 años de democracia.
Nos acercamos a una Apertura especial de un presidente especial en un año especial; en un año bisiesto. Y… según el dicho popular, año bisiesto año siniestro. Por si las moscas, repasamos que, en años bisiestos sucedieron cosas nefastas, en 1616, un 22 de abril, falleció Miguel de Cervantes Saavedra y un día después, Williams Shakespeare. En 1772, Francia inauguró la guillotina; en 1812 Napoleón Bonaparte sufrió su peor derrota en su campaña de invasión a Rusia con la muerte de 600 mil soldados y, un siglo más tarde, en 1912, se hundió el Titanic, Auschwitz fue construido en 1940; en 1948, asesinaron a Gandhi, veinte años más tarde a Martin Luther King y en 1980 a John Lennon. Y así podríamos seguir indagando en las fisuras de la historia, muchas más desgracias ocurridas en años bisiestos.
Llama la atención o, seguramente ignoramos lo que ocurre puertas adentro con la Jefa, Karina Milei que media entre las fuerzas del cielo y el primer mandatario, ella más que nadie debe haber reparado en los idus de marzo de este año bisiesto y sus negros antecedentes, poniendo en reparo a su hermano.
Ausente a todo esto, el presidente sigue encerrado redactando el mensaje de apertura, ayudado por Santiago Caputo, su asesor estrella – alguien de su riñón, como su hermana Karina, según el propio, JM – quien comparte a rajatabla los ideales libertarios, los que lleva tatuados en la piel de todo su cuerpo. Con él imaginan su entrada al Congreso como si fuera en el Ceasar Palace de Las Vegas, con una iluminación diseñada específicamente para la gran noche, donde en un discurso de 40 minutos, largará palos a diestra y siniestra, sobre todo hará un repaso reiterativo y remanido de la herencia recibida, justificativo necesario de su irrupción en la política y, finalmente, reserva una sorpresa para el apoteótico final.
Convencido de que la mayoría “no la ven” y que el pueblo que lo votó lo sigue a muerte. Ensimismado en su culto así mismo y alejado de cualquier mecanismo que le recuerde que fue elegido democráticamente para gobernar el pueblo argentino, sigue a bordo del Titanic rumbo a su conocido destino.
Frente a esta fiesta celebrada por el micro círculo íntimo del presidente, la mayoría de los dirigentes políticos de diversas extracciones ideológicas advierten su estrepitosa caída en el corto plazo.
Todo está por el suelo. Nada ha quedado en pie desde su gestión. Él sólo espera la aprobación de sus amos externos, de espaldas al pueblo que lo eligió para que lo gobierne. De espaldas a esa masa fanática que sigue dándole chance a pesar de que todos los datos revelan su ineficacia e impericia, por no decir directamente su incapacidad y, sin embargo, siguen convencidos que era necesario este cambio copernicano de modelo económico. Fenómeno insólito en lo psicológico y social, seguramente a estudiar en el futuro inmediato, en que los acólitos siguen recitando el credo, mientras el maestro, el líder, el mesías, los ha abandonado y saltado el charco y ni mira para atrás. Tal vez, porque sólo tiene ojos para la pantalla de su celular.
Dada la apertura especial de un presidente especial, hecha en una hora especial y con la custodia de los granaderos a caballo y la fanfarria en su llegada al Congreso de la Nación, hemos esperado para poder dar cierre a esta columna y escuchar el ansiado mensaje del primer mandatario que fue vivado por una concurrencia expresamente invitada, mientras cinco mil miembros de la fuerzas de seguridad custodiaban los alrededores de la Casa de las Leyes, donde miles de manifestantes se habían hecho presentes para mostrar su disconformidad con las políticas desplegadas por este gobierno en sus 82 días de mandato.
Como era de esperar, desplegó su discurso repasando todas las mismas cifras que dio cuando asumió su mandato, echándole la culpa a los gobiernos anteriores y volviendo a mencionar los déficit desde más de cien años, cuando éramos tres de los países más ricos del mundo. Hizo un repaso de los males de la casta y las reducciones presupuestarias ya conocidas, como también su irrenunciable voluntad de renunciar al déficit cero. Como también mencionó varias veces al manejo de decretos si los legisladores no aprobaban sus reformas.
En cuanto al anuncio sorpresa fue la convocatoria a todos los gobernadores para firmar en Córdoba los Pactos de Mayo, justamente el 25, Día de la Patria, consistente en diez puntos que consolidan su doctrina libertaria e impondrían las Bases y puntos de partida que no pudo sacar con la ley ómnibus del Congreso.
Entre los gobernadores presentes, estaba el de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof – diametralmente opuesto doctrinariamente y de mayor peso en el país, algo así como el 40% – como el de Córdoba y otros también enfrentados estos días, por lo que se prevé una cadena de negociaciones muy amplia de la que deberán obligadamente participar toda la dirigencia política tanto de los poderes ejecutivos como los legisladores.
Pero esto no sólo se reduce a los funcionarios del aparato del Estado y legisladores, para nada. La calle está que arde, así como lo manifestaron los pobladores del Gran Buenos Aires que concurrieron hoy a las estaciones terminales de trenes desafiando todos los mecanismos de control, generando un “molinetazo”, o los gremios que ya han anunciado paros para el día lunes 4 de marzo, como La Fraternidad o los docentes.
El presidente JM está convencido que su gestión es un antes y un después, un momento bisagra en la historia del país, razón por la cual vuelve a las Sagradas Escrituras y al momento en que Moisés desciende del monte Sinaí con las tablas de la Ley, hecho que muestra su profunda convicción mesiánica. Cuestión que, al resto de los ciudadanos les cuesta entender y no por una cuestión de fe, sino por algo mucho más vulgar y profano, por simple racionalidad. Como también por simple racionalidad, nos cuesta entender el gran despliegue realizado en esta apertura de sesiones, imitando de manera exagerada a las autoridades de su admirado EEUU.
Nuestra vocación de país soberano desde nuestra emancipación por los Padres Fundadores, guió a las sucesivas generaciones que fueron dando forma y consolidando instituciones desde el término de las luchas interiores y el establecimiento de nuestra Constitución; siendo tierra de promisión para millones de inmigrantes del viejo mundo que llegaron esperanzados, juntos con la población criolla a construir la maravillosa sociedad que hoy formamos. De modo que nuestra soberanía no sólo se proyecta a nuestro territorio, recursos naturales o manejo económico, sino también se expresa en nuestra moneda; mucho más en momentos en que emergen en el mundo otras monedas que compiten con el dólar.
Seguramente, en algún momento se apagará la estrella de JM y su paso por el gobierno argentino quedará escondido en los pliegues de la historia.
Seguramente también, las luchas populares de hoy serán la prueba evidente que los derechos sociales adquiridos luego de décadas, tampoco pueden avasallarse por más que alguien venga y estampe en las actas oficiales ¡Viva la libertad carajo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario