En entrevista exclusiva con Clarín.cl, Roberto Sosa (1930) es categórico al emitir una sentencia: “El rechazo a la farsa electoral es universal; Micheletti siempre jugó con tácticas dilatorias, con presuntas salidas de carácter oficial a través del Congreso, pero me parece que todo era una trampa del monstruo bicéfalo: Romeo Vásquez y Micheletti, detrás de ambos está la oligarquía y la Iglesia, que constituyen la base donde descansa la desfachatez”
Premio Nacional de Literatura de Honduras (1972). Autor de: Caligramas (1959); Muros (1966); Mal interior (1967); Breve estudio sobre la poesía y su creación (1967); Los pobres (1968); Un mundo para todos dividido (Premio Casa de las Américas, 1971); Prosa armada (1981); Secreto militar (1985); Hasta el sol de hoy (1987); Obra completa (1990); Máscara suelta (1994); El llanto de las cosas (1995); Alta es la noche y Morazán vigila (2009) y Olancho. La cuarta pregunta (2009), entre otros libros de ensayo y antologías poéticas.
El escritor Roberto Sosa, recién comenzó a editar un libro sobre la literatura hondureña, y ante la pregunta de Clarín.cl en relación a una futura compilación de la Poesía en Resistencia y los efectos del terrorismo de Estado en contra de los escritores, sugiere la ignorancia del régimen de facto: “No sé hasta qué punto los golpistas se tomen la literatura en serio, para tener una respuesta violenta como anteriormente hemos vivido, lo que vemos es una reedición encaminada a la guerra sucia de la década de 1980, donde sí hubo listas de muertos, de personas que serían asesinadas o secuestradas –recuerdo que figuré en una de estas listas-, y cundía el miedo en todas direcciones. Por ahí está la posibilidad de la persecución de entonces, pero ahora los libros se publican y distribuyen, no creo que sufran un efecto de persecución, a pesar de que subsiste el temor”.
MC.- ¿Qué criterios deberían utilizarse para compilar una antología de la poesía en resistencia al golpe de Estado?
RS.- Habría que recurrir a un examen minucioso de calidad, por la dificultad de ver la línea que separa la cantidad de la calidad, he leído algunos versos de dudosa belleza y hay otros poemas excelentes, la antología debería incluir a poetas del extranjero que también han escrito textos, por otro lado pudieran surgir pinturas, además de la narrativa y prosa para formar un conjunto contestatario al golpe de Estado. No me había puesto a pensar en eso, creo que tendría alguna posibilidad para reunirlo todo con otras personas y editar un libro.
MC.- ¿Piensa en una antología para lectores hondureños o para exportarla con destino a una editorial en Latinoamérica?, ¿habría grietas de persecución en contra de la literatura?
RS.- No creo que la persecución llegue a ese extremo, porque no sé hasta qué punto los golpistas se tomen la literatura en serio, para tener una respuesta violenta como anteriormente hemos vivido, lo que vemos es una reedición encaminada a la guerra sucia de la década de 1980, donde sí hubo listas de muertos, de personas que serían asesinadas o secuestradas –recuerdo que figuré en una de estas listas-, y cundía el miedo en todas direcciones. Por ahí está la posibilidad de la persecución de entonces, pero ahora los libros se publican y distribuyen, no creo que sufran un efecto de persecución, a pesar de que subsiste el temor.
MC.- ¿Encuentra nombres que se duplican y multiplican, de la guerra sucia en la actual dictadura de Micheletti?
RS.- La verdad es que en la década de 1980 habían dos directores de la guerra sucia: Gustavo Adolfo Martínez –ya fallecido- y Billy Joya, él dirigió el proceso de muerte, encarcelamiento, persecución y secuestro de aquella época, en este momento es asesor del gobierno golpista, se espera que Joya siga influido por los mismo métodos que aplicó en los años 80, pudiera ser que estuviera repitiendo y mejorando la tortura y eliminación de personas, es un acercamiento y puntos de contacto que se pudieran rastrear; el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras(COFADEH) pudiera darte esos datos con precisión.
MC.- ¿Hizo una tentativa de exilio con sus recientes viajes a Nicaragua y República Dominicana?
RS.- Fui a Nicaragua por consejo de varios amigos, en el sentido de que habría que salir de Honduras, me marché a Managua donde estuve en contacto con el Presidente de la República Manuel Zelaya, conversé con él, lo conocí un poco más; era una época difícil para volver a Tegucigalpa por los toque de queda, por los cercos militares en la frontera, registros y yo tenía miedo de regresar aquí, me quedé en Managua durante un mes, pero por problemas familiares me vi obligado a trasladarme a Honduras. Con la posibilidad de viajar a la República Dominicana todo se redujo a lecturas de poesía, fue un descanso para mí, me reuní con viejos amigos como Jorge Boccanera, el poeta argentino me propuso hacer un libro sobre la literatura hondureña, ya estoy trabajando en eso, todavía no tengo el título. Como le decía, me pidieron un artículo para la prensa estadounidense, así que fui a conversar con el Presidente Mel Zelaya en Nicaragua, ahí acuñamos el término de nazis-fascistas para la dictadura de Micheletti.
MC.- ¿Cómo ve el quiebre del diálogo y la farsa electoral de los golpistas?
RS.- Sucede que una vez roto, el diálogo se reduce a letra muerte, ya no tiene ninguna aplicabilidad real, el mismo Mel ha dicho las razones por las que ya no quiere saber nada de los golpistas; me parece que la ruptura del diálogo es una ventaja para Mel porque ya no está atado a los compromisos, sino que él llevaría a otras instancias limpio de todo el juego metafórico y falso, porque ahí –con los golpistas- leímos una serie de engaños en el lenguaje, Micheletti siempre jugó con tácticas dilatorias, con presuntas salidas de carácter oficial a través del Congreso y la farsa de las elecciones, pero me parece que todo era una trampa del monstruo bicéfalo: Romeo Vásquez y Micheletti bien unido y cimentado, aparentemente irrompible, detrás de ambos está la oligarquía y la Iglesia, que constituyen la base donde descansa la desfachatez.
La restitución de Mel debe ser sin condiciones, ni compromisos, para convocar a una Asamblea Constituyente; imagino que el sector golpista tiene temores, por cuanto el Presidente Zelaya ha rechazado cualquier tipo de Amnistía, de todas formas las elecciones estarían invalidadas sin la restitución, el rechazo a la farsa electoral es universal, a pesar de que he oído decir que el gobierno de Estados Unidos aceptaría el resultado de las elecciones.
La Resistencia es la conformación de una fuerza social, de conciencia de clase, es importante reconocerse en un grupo social, asimismo la Resistencia toma forma de una fuerza política; es por todos conocido que en Honduras nunca hubo guerra de guerrillas, bajo la protección de los Estados Unidos, aquí construyeron un enorme portaviones, sede de la contra y de los sectores retrógradas de Nicaragua y El Salvador, así que nadie se hubiera esperado un golpe de Estado en Honduras, se suponía que los militares eran banqueros, industriales y pertenecían a una élite económica; ahora vemos en Paraguay un conato de golpe de Estado, frenado a tiempo, Honduras deja un nuevo precedente para Latinoamérica, el efecto dominó, los militares son golpistas aquí y en cualquier parte y muchos de estos milicos son egresados de la Escuela de las Américas.
He llegado a la conclusión de que uno de los resortes que desató el golpe de Estado, fue que el Presidente Zelaya se proponía a construir una carretera hacia la Base Militar de Norteamérica en Honduras (Palmerola), hasta la administración de Mel las instalaciones militares eran intocables, ¡imagine que la Base Soto Cano se convirtiera en un Aeropuerto comercial y se expulsara a los estadounidenses de Honduras!, me parece que eso pudo desencadenar el golpe de Estado, evidentemente el régimen de facto ha tenido todo el respaldo del Pentágono, aquí se dibuja la sombra de John Dimitri Negroponte.
MC.- Otro móvil del golpe de Estado era impedir la Asamblea Nacional Constituyente, ¿por qué fue unánime la convocatoria a la Constituyente?
RS- Los intelectuales que usted ha entrevistado en Honduras estábamos de parte de la instalación de La Cuarta Urna, que diera como resultado una Asamblea Nacional Constituyente, base legal para un cambio verdadero de la política hondureña, ahí está el problema: la oligarquía no permite que el pueblo se manifieste.
MC.- Siendo el poeta hondureño con mayor proyección internacional, ¿los golpistas han intentado acercarse a usted?, ¿por qué no asistió al “Homenaje a Roberto Sosa” durante los Juegos Florales 2009?
RS.- Me informaron que habían decidido ponerle mi nombre a la edición número 20 de Los Juegos Florales, yo les dije que no había inconveniente, en realidad se trata de un asunto de vanidad que tiene todo escritor, me sentí alagado porque en Honduras nunca se estimula a la poesía, como en Nicaragua, El Salvador o México. Dije que sí aceptaba, pero no pude viajar por los problemas que ya mencioné, la verdad no creo que se trate de una forma de acercamiento oficial, no sé quiénes son los organizadores de Los Juegos Florales. En Honduras todos los intelectuales y poetas no tenemos ninguna participación con la dictadura de Micheletti, anteriormente cierto “intelecto hondureño” servía de apoyo al gobierno en turno, les hacían los discursos públicos y privados.
MC.- En la década de 1980 aparecían grafitis con poemas de Roberto Sosa, ahora es recurrente escuchar la canción: “La Casa de la Justicia” musicalizada por Rosario Rodríguez e interpretada por Karla Lara, ¿qué significado tiene para usted leer o escuchar sus versos cuando suponíamos que la temática estaba superada?
RS.- Mi poema La Casa de la Justicia ha cobrado vigencia, hasta cierto punto refleja la truculencia jurídica detrás del golpe de Estado. Actualmente he observado en algunas paredes que los jóvenes pintan algunos versos míos, me satisface saber que mi trabajo todavía es tomado en cuenta; la literatura es una forma de contribuir para el rescate de nuestra dignidad.
MC.- En su caso y luego del golpe de Estado, ¿renació la necesidad de escribir poesía social?
RS.- Sí, tengo la necesidad de escribir ante la descarga de fuerzas negativas y la reacción nuestra es hacer cosas contestatarias, desde luego uno de los textos más difíciles de abordar es la respuesta política –tenemos que andar con cuidado-, así que hablemos del rescate del panfleto, resulta imposible no pensar en lo panfletario, precisamente tengo un libro que se llama: Honduras poesía política, con extraordinarios versos de las nuevas generaciones -como el poeta Fabricio Estrada-, hay textos con una fuerte resonancia y excesivamente virulentos. Otra forma para visualizar la crisis es el teatro, obras de un acto con los personajes del golpe de Estado, los Artistas en Resistencia ya lo están haciendo.
MC.- Finalmente, para quitarnos el mal sabor de boca del golpe de Estado, ¿en qué país de Latinoamérica y del resto del mundo ha sentido una mayor identificación y comunicación?
RS.- Mantengo correspondencia con poetas argentinos, como nuestro amigo Jorge Boccanera; con poetas costarricenses, nicaragüenses, en México tengo varios amigos escritores. Con la posibilidad del correo electrónico la rapidez es extraordinaria; tengo una fuerte relación con algunos escritores de España, aunque he notado que se han ido muriendo (risas); en Francia he publicado tres libros y pienso hacer una edición bilingüe –inglés/español- de todo mi trabajo que se llamaría El regreso del río. Y por supuesto Cuba, cuando se cumplieron los 50 años de la Revolución, me llamaron desde La Habana para pedirme autorización de reproducir mi libro: Un mundo para todos dividido (1971), algunos versos míos fueron pintados en las paredes, o en grandes cartones y hubo lecturas por toda la Isla, todavía conservo mi primer libro que editó Casa de las Américas, para mi sorpresa fue un tiraje enorme -20,000 ejemplares-, es un libro que ha tenido muy buena receptividad.
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